Economía






Resumen electrónico de EIR, Vol.XXIII, núm. 21

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Reportaje especial

 

La mujer de Cheney alienta el genocidio en las universidades de EU

por Harley Schlanger

El 16 de octubre de 2006, a menos de tres semanas de las elecciones intermedias en Estados Unidos, y en la cuenta regresiva para que el Gobierno de Bush y Cheney nos den la “sorpresa de octubre” con un ataque militar contra Irán, un orador les dijo a los estudiantes de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) que era necesario un ataque genocida contra los musulmanes para que “renazca el orgullo por la civilización occidental”.

En su reportaje sobre este discurso, el Daily Bruin informó el 17 de octubre que el orador, el doctor Yaron Brook, quien es director ejecutivo del Instituto Ayn Rand (ARI), advirtió que los “Estados totalitarios islámicos representan una seria amenaza a la seguridad de EU”, y que una forma de derrotar a estos regímenes “es matar hasta a cientos de miles de sus partidarios”. Esto, dijo, “reducirá el apoyo popular a ideas extremistas a una pequeña minoría de la población”, en vez del 40% que alega respalda tales regímenes ahora.

Aunque algunos quisieran desatender esto como los delirios dementes de un loco solitario al que tal vez se le olvidó tomarse sus pastillas, la realidad es clara para quienquiera que haya leído el folleto más reciente de LaRouche PAC, “¿Tienes a Joseph Goebbels en tu universidad?” El doctor Brook y su ARI son parte integral de la “facción belicista” que encabeza la esposa del Vicepresidente de EU, Lynne Cheney, y están desplegados en las universidades estadounidenses para atizar el apoyo a nuevas guerras imperiales, al tiempo que intimidan a quien se les oponga con tácticas que pondrían verde de envidia al propagandista nazi Joseph Goebbels.

La presentación de Brook la patrocinó LOGIC (Libertad, Objetividad, Ambición, Individualismo, Capitalismo), una organización de la UCLA vinculada al ARI, con lazos con la “Red Universitaria” derechista de boletines universitarios “conservadores”. La filial de la UCLA es el Bruin Standard, cuyo director es el calumniador de LaRouche, Garin Hovannisian, un protegido de David Horowitz, quien es uno de los coordinadores de la Gestapo universitaria de Lynne Cheney.

Esta red de mentirosos fanfarrones codiciosos es la que está reclutando a las tropas de choque de la facción belicista imperial de Cheney y John Train.

LYM: Sin tregua contra los fascistas

Cuando el fascista Yaron Brook llegó para participar como orador en el espectáculo que la Universidad Tufts organizó del 20 al 22 de octubre, donde estaba programado que plantearía su plan genocida para enfrentar el “totalitarismo islámico”, el Movimiento de Juventudes Larouchistas (LYM) lo estaba esperando. La universidad estaba saturada con más de 3.000 ejemplares del folleto de LaRouche PAC, “¿Tienes a Joseph Goebbels en tu universidad?”, y los organizadores del LYM estaban bien ubicados entre los 150 asistentes.

El LYM no esperó a que Brook acabara de despotricar. Uno lo interrumpió: “¿Acaso no es cierto que en la Universidad de California en Los Ángeles usted dijo que quería matar a miles de musulmanes?” Cuando Brook Üntse negó a contestar y prosiguió, el activista larouchista se dirigió al público: “¿Qué no entienden que esto es fascismo?”

Como es típico de la cultura actual de “seguir la corriente para pasarla bien”, los asistentes defendieron a Brook, aun mientras sacaban al joven del LYM. La situación exigía una acción más contundente.

Otro miembro del LYM tomó la iniciativa. Se puso de pie y saludó a Brook al estilo nazi, “¡Heil, Yaron Brook!”, y empezó a caminar con el “paso de ganso” nazi por toda la sala. Otros siete organizadores del LYM hicieron lo propio, mostrándole a los asistentes exactamente qué era lo que la mayoría de ellos estaba apoyando.

Pero esto no fue más que el comienzo. Varios larouchistas permanecieron en la sala para dejar a Brook en evidencia, quien alegó no saber siquiera quién era David Horowitz, uno de los principales actores de la purga en las universidades. Cuando trató de defenderse, y al Campus Watch de Horowitz, acabó de enredarse y quedó al descubierto como un mentiroso, así como genocida.

El partido de la guerra

Ahora que las guerras de Iraq y Afganistán han probado ser los lodazales mortales que Lyndon LaRouche predijo, el apoyo a la política suicida de Bush y Cheney de “mantener el rumbo” se ha desplomado en las encuestas. La repugnancia que esta política le causa a los estadounidenses se ha intensificado, al grado que muchos de los otrora incondicionales de Bush y Cheney entre los republicanos de la Cámara de Representantes y el Senado estadounidenses les han dado la espalda, y la posibilidad de que el Partido Demócrata logre una victoria aplastante es ahora real.

Miembros del LYM distribuyen el 16 de octubre en la UCLA un folleto que desenmascara “al Joseph Goebbels en tu universidad”. El cartel reza: “LaRouche advierte: La ‘Big Sister’ Lynne Cheney te vigila”. (Foto: Brendon Barnett/EIRNS).

No obstante el apoyo nacional en rápido descenso para estas guerras y la creciente oposición internacional —incluso de Gran Bretaña, donde altos oficiales en activo están pidiendo la retirada—, la facción belicista que controla a Bush y Cheney sigue como maniática presionando por emprender una nueva guerra contra Irán o Corea del norte, en la que EU podría usar armas atómicas.

Por ejemplo, ahí está el caso de George Shultz, el viejo sinarquista que es el principal arquitecto del Gobierno de Bush. Shultz dijo el 14 de octubre en el Universidad de Stanford que EU debía dejar de darle advertencias a Irán y tirarse a la guerra.

La ONU y los gobiernos occidentales, dijo, opinan que ciertos actos son inaceptables, pero cuando suceden, los aceptan. Al preguntársele qué debía hacerse al respecto, Shultz, el hombre responsable del golpe fascista que dio Pinochet en Chile en 1973, dijo: “Tenemos que seguir; disparar. . . Cuando me uní a la infantería de marina, un sargento me dio un arma y me dijo: ‘Nunca le apuntes a nadie a menos que estés dispuesto a jalar del gatillo’. Hoy lo que vemos es una renuencia continua a jalar del gatillo; Darfur, Irán, Corea del Norte, Hizbulá. Tienes que proseguir hasta el final y disparar”.

Es con estas órdenes de marcha, para eliminar esa “renuencia a jalar del gatillo”, que se despliega la red a cargo de John Train y Lynne Cheney.

Qué es el Instituto Ayn Rand

El Instituto Ayn Rand lo fundó en 1985 Leonard Peikoff, quien recibió su doctorado de la Universidad de Nueva York bajo la tutela de Sidney Hook. Enemigo de LaRouche desde fines de los 1960, Hook fundó los Centros Universitarios a Favor de una Alternativa Racional (UCRA), que fueron los predecesores directos de la Gestapo universitaria de Lynne Cheney, el Consejo Estadounidense de Miembros y Graduados o ACTA (ver recuadro).

Yaron Brook, presidente y director ejecutivo del Instituto Rand, dice que la única forma de derrotar a los “Estados totalitarios islámicos. . . es matar hasta a cientos de miles de sus partidarios”. (Foto: Instituto Ayn Rand).

Peikoff es el “heredero” del legado de la finada Ayn Rand, la fundadora del “objetivismo”. La teoría de la Rand revolvía la filosofía antiplatónica de Aristóteles, John Locke y Friedrich Nietzsche con las ideas fanáticas del economista fascista austríaco Ludwig von Mises en contra del Estado nacional. El resultado es la glorificación del hombre hobbesiano, al que sólo lo mueve el “interés propio”, o sea, la codicia y la lujuria, en una lucha de todos contra todos.

Uno de los seguidores más importantes de la Rand es el ex presidente de la Reserva Federal estadounidense Alan Greenspan, quien formó parte de un núcleo conocido como “La Colectividad”. Peikoff también integraba este grupo. La primera aparición de Greenspan en el New York Times fue en una carta al director de la revista Book Review en 1957, cuando escribió una defensa de la Rand. Daba conferencias de economía para el Instituto Nathaniel Branden, el cual difundió sus ideas. Branden fue otro miembro del círculo de allegados de la Rand. Cuando lo nombraron presidente del Consejo de Asesores Económicos del presidente Gerald Ford, Greenspan honró a la Rand invitándola a la ceremonia de juramentación. Durante su labor con Ford, fue uno de los principales promotores del desmantelamiento de programas de gobierno que fomentaran el bienestar general, al tiempo que abogó, con éxito, por la desregulación.

La demente filosofía “objetivista” de la finada Ayn Rand para destruir el Sistema Americano de economía política, se ha convertido en una secta en las universidades. El propio Instituto Rand pide el genocidio contra los musulmanes.

La Rand llamaba a Greenspan el “Enterrador”, quizás por su semblante sombrío o tal vez en anticipación presciente de su función en la destrucción de la economía estadounidense durante su paso por la presidencia de la Reserva Federal.

Yaron Brook ha presidido el Instituto Ayn Rand desde el 2000, pero su hoja de vida muestra que es mucho más que un ideólogo monetarista. La página electrónica del ARI señala: “Sus años de servicio en la Inteligencia del Ejército israelí, junto con amplias investigaciones, han hecho de él un experto en el conflicto y el terrorismo del Oriente Medio, y en la política exterior estadounidense en esa región. Muchas universidades de todo el país han escuchado su plática más reciente: ‘El argumento moral para apoyar a Israel’ ”. Brook fundó tres compañías, entre ellas BH Equity Research, una firma de asesoría en inversiones especulativas de San José, California, y fue profesor auxiliar de finanzas por 7 años en la Universidad de Santa Clara. Se graduó como ingeniero civil del Instituto Tecnológico Technion de Israel, y obtuvo su maestría en administración de empresas y su doctorado en finanzas de la Universidad de Texas en Austin.

La guerra nuclear preventiva

Al partido de la guerra de Cheney no le basta con asesinar al Estado nacional con una política económica mala, como lo hizo Greenspan. Un vistazo a las actividades de la unión del ARI y la red de Lynne Cheney, Campus Watch y Horowitz muestra que en estos momentos están organizando la guerra nuclear preventiva, siguiendo el modelo del enfoque que impulsó el Bertrand Russell de la Gran Bretaña a la muerte de Franklin Roosevelt, en explícita defensa de que Truman usara armas atómicas contra Hiroshima y Nagasaki, e instando a usarlas en contra de Rusia.

Los jóvenes larouchistas no temen hacerle frente a los fascistas de la Cheney en las universidades de EU. El LYM canta el 17 de octubre en la Universidad de California en los Ángeles. (Foto: Ernesto Quiñones/EIRNS).

El llamado de Brook a asesinar a “cientos de miles” de musulmanes en su discurso en la UCLA, es característico de esta sed de sangre. En un artículo enredoso que apareció en la edición príncipe de The Objetive Standard en el 2006, Brook ataca la idea de la “guerra justa”, y plantea en cambio la teoría de Ayn Rand del “interés propio razonable” para justificar un ataque preventivo contra Irán.

Brook concluye: “Estamos perdiendo la guerra contra el totalitarismo islámico, porque nuestra dirigencia política y militar está incapacitada por la moralidad del altruismo que encarnan los dogmas de la teoría de la guerra justa. El código moral inherente a la teoría de la guerra justa define reglas que socavan, inhiben y subvierten cualquier esperanza de victoria en la guerra”.

El coautor que acompaña a Brook en su diatriba es Alex Epstein, quien es miembro del ARI y trabaja en la frontpagemagazine.com de David Horowitz.

Horowitz, quien alguna vez trabajó para Bertrand Russell, es otro partidario del uso de armas nucleares para matar a los musulmanes. Cuando miembros del Movimiento de Juventudes Larouchistas (LYM) lo enfrentaron durante un discurso que dio en la Universidad de California en Santa Bárbara, Horowitz defendió el que Truman usara armas atómicas, y añadió que EU debía emplearlas contra Irán.

Otro integrante del equipo genocida del ARI es el profesor John Lewis, uno de los oradores compañeros de Brook. Capitalism Magazine publicó un artículo suyo en abril de 2006, titulado “La lección moral de Hiroshima”. ¡Lewis alega que los efectos de las bombas nucleares detonadas en Hiroshima y Nagasaki “fueron tan benéficos, tan variados y de largo plazo, que deben considerarse entre los actos más morales jamás cometidos”!

En su justificación randiana de un golpe neoconservador contra Irán, Norcorea, etc., concluye: “Se necesitó un país que apreciara a este mundo para bombardear a este sistema [el sistema imperial japonés] hasta su extinción.

“Que los estadounidenses hicieran esto al tiempo que se negaban a sacrificar a sus propias tropas para salvarle la vida a civiles enemigos, fue un acto de una moralidad sublime”.

Otro de los oradores de esta campaña es el colaborador íntimo de Brook, Daniel Pipes. Además de su función como uno de los principales neoconservadores que promueven el choque de civilizaciones, Pipes es uno de los fundadores de Campus Watch.

El ARI publicó un suplemento de su boletín Impact en septiembre de 2002, titulado “Estados Unidos en guerra”, que incluía el artículo del doctor Onkar Ghate, “¿Inocentes en guerra?”, con el subtítulo, “Una nación libre no debe permitir que el temor de ocasionar bajas civiles le impida defenderse”. Ghate escribió: “La preocupación de nuestro gobierno —que muchos estadounidenses comparten— sobre matar civiles es moralmente errada”. Su fría conclusión es la típica de estos “objetivistas”: “La guerra es terrible, aunque a veces necesaria. Para ganar la guerra contra el terrorismo, no debemos dejar que una preocupación equívoca por los ‘inocentes’ nos detenga. En tanto nación libre, tenemos el derecho moral de defendernos, aun si esto requiere la muerte en masa de civiles en países terroristas”. Ghate aparece como encargado de los programas educativos del ARI para graduados y pasantes universitarios.

Antes del ACTA de Cheney estaban los UCRA de Hook

El conspirador del Congreso a Favor de la Libertad Cultural Sidney Hook creó una entidad en los 1960, cuyos fines y tácticas sirvieron de modelo para la moderna Gestapo universitaria de Lynne Cheney y John Train. Los Centros Universitarios a Favor de una Alternativa Racional (UCRA) de Hook nacieron por 1968 (originalmente se llamaban Centro de Coordinación de la Opinión Democrática), y su arma era la contracultura de la Nueva Izquierda que azotaba a las escuelas entonces.

Noam Chomsky, en su “En defensa del movimiento estudiantil” en 1971, citó una carta que la organización de Hook circuló entre los maestros acerca de sus objetivos: “ ‘Defender la libertad académica contra el extremismo. . . combatir los ataques contra el proceso democrático’, en particular ‘ataques terroristas y múltiples variedades de golpismo’ tales como en el estado de San Francisco. . . para apoyar a la universidad como un centro abierto de libre pensamiento y expresión’ ”, etc.

El Consejo Estadounidense de Miembros y Graduados (ACTA) de Lynne Cheney, en la edición de verano de 2005 de su Inside Academe, reprodujo este comentario de Sam Bluefarb, un camarada entre izquierdista y derechista del movimiento conservador: “Para los amigos y colegas del ACTA, cuyos esfuerzos uno aprecia. . . Esos pequeños pininos que hicieron Sidney Hook y sus colegas en los Centros Universitarios a Favor de una Alternativa Racional han inspirado la formación de organizaciones tales como la Asociación Nacional de Académicos y el Consejo Estadounidense de Miembros y Graduados”.

ÜntCabe señalar que la Asociación Nacional de Académicos es el grupo straussiano neoconservador que cada año otorga el Premio Sidney Hook.

Entre quienes participan en los UCRA de Hook están el “humanista secular” Paul Kurtz (al igual que Hook, un enemigo acérrimo de Lyndon LaRouche), la Freedom House de Leo Cherne y Eugene Wigner.

El Gobierno estadounidense de Richard Nixon trabajó con el grupo de Hook para combatir a los disidentes universitarios. Los Archivos Nacionales de Estados Unidos conservan documentos sobre los nexos entre este régimen y Hook, en la Documentación Presidencial de Nixon, sección “Archivos Especiales”, donde consta que Charles Colson, ahora dirigente de los fascistas religiosos de la “Fellowship”, fue el coordinador de las maniobras sucias de Nixon.

Según registros de la oficina del Gobernador de Texas, el Gobierno del entonces gobernador George W. Bush estuvo en contacto con el grupo de Hook hasta 1996 (Oficina de la Lista de Altos Asesores, Archivos de Asuntos Educativos II). Así, cuando Lynne Cheney y el senador demócrata Joe Lieberman (por Connecticut) fundaron el ACTA en 1995, los UCRA aún funcionaban, aunque Hook había muerto en 1989.

El ACTA de la Cheney se financió con cientos de miles de dólares de las fundaciones Lynde y Harry Bradley, y Olin, las entidades siamesas del straussiano Michael Joyce. Estas fundaciones, que en total les dieron 70.000 dólares en 1988, 1989 y 1994, parecían ser las únicas que contribuían a los UCRA de Hook.

El último artículo que Hook escribió, justo antes de morir, fue algo de los UCRA, “La civilización y su descontento: Revisiones al programa educativo de Humanidades de la Universidad de Stanford”, para que su amigo William F. Buckley lo publicara en National Review.

—por Anton Chaitkin.

Podemos sumar a esta galería de bribones de los proponentes randianos del exterminio colectivo, el nombre de Leonard Peikoff, quien escribió un artículo para la Capitalism Magazine el 2 de octubre del 2001, poco después del 11–S, titulado “Acabemos con los Estados que patrocinan el terrorismo”. El título lo tomó de lo que califica como las “excelentes palabras” del neoconservador Paul Wolfowitz, quien era entonces subsecretario de Defensa y un actor decisivo en sembrar los informes de inteligencia falsos sobre las armas de gran poder destructivo que el Gobierno de Bush usó para justificar la invasión de Iraq.

En su artículo, Peikoff exigía atacar a Irán y respaldaba el uso de armas atómicas: “Una guerra adecuada en defensa propia es una que se libra sin restricciones incapacitantes a nuestros comandantes en el campo. Ha de librarse con las armas más eficaces en nuestro poder (hace unas semanas Rumsfeld rehusó, correctamente, descartar el uso de armas nucleares)”.

¿Qué encuentras en la universidad de tus hijos?

Los miembros del LYM han hecho suya la responsabilidad de desenmascarar y derrotar las operaciones de la Gestapo de la “Big Sister” Cheney, la esposa del belicista vicepresidente estadounidense Dick Cheney, en las universidades. Los investigadores del LYM están identificando estas operaciones y sacando a la luz los nexos entre varias organizaciones que se han establecido para lavarle el cerebro a los estudiantes a que acepten la idea de que “no puede hacerse nada” por cambiar la política, así que mejor “relájate y disfrútalo”.

El caso de la UCLA es ejemplar, por el entrecruce de redes y personal, que apunta a cuál es su madre común. Por ejemplo, el presidente de LOGIC en la UCLA también es subdirector del neoconservador Bruin Standard, que es una de las noventa y tantas publicaciones universitarias que controla la llamada “Red Universitaria” buckley–cheney–straussiana en todo EU. Seguido los neoconservadores fascistas usan esta red para emprender cacerías de brujas y campañas de difamación contra profesores que se oponen a las directrices fascistas del Gobierno de Bush. Como es natural, también la han usado para calumniar al LYM.

En todo EU el LYM le exige al estudiantado que adopte medidas activas para hacerle frente a estos fascistas. Lynne Cheney y sus secuaces han impuesto un reino de terror contra profesores y estudiantes. Esta campaña empieza a darle a los jóvenes la libertad de hacer lo que tienen que hacer: desafiar a la autoridad, en especial cuando ésta les exige que se sometan a las políticas mentirosas y corruptas del Gobierno acabado de Bush y Cheney.