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Resumen electrónico de EIR, Vol.XXIII, núm. 17

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Internacional

 

¿Acaso está loco el presidente Bush?

por Jeffrey Steinberg

Está surgiendo con rapidez entre las élites un consenso sobre la locura cada vez más patente del presidente George W. Bush, y las implicaciones estratégicas de permitirle a un hombre con graves desórdenes psiquiátricos crónicos permanecer en la Presidencia de Estados Unidos en este período de desintegración financiera sistémica, cosa que está llevando a algunos banqueros sinarquistas importantes a impulsar la Tercera Guerra Mundial, con el loco George como chivo expiatorio. Un indicio de este naciente consenso angloamericano en cuanto a que Bush hace mucho que anda por las nubes como para que siga siéndoles de utilidad, es el propio “camino de Damasco” del primer ministro británico Tony Blair, en su rompimiento con George desde su última visita a Washington hace unos meses.

Mientras vacacionaba en el Caribe a principios de agosto, Blair, según fuentes británicas, dejó que el viceprimer ministro John Prescott le dijera a un grupo de parlamentarios del Partido Laborista, que la forma en que Bush estaba manejando la crisis en el Oriente Medio era una “mierda”. El comentario de Prescott se filtró de inmediato a todos los principales diarios británicos, lo que desencadenó un debate público e informes de que Blair había alentado a su segundo a que diera a entender el rompimiento de Londres con el Washington de George Bush y Dick Cheney.

¿Es Bush un idiota?

Una serie de noticieros de televisión y programas de opinión que han aparecido en las últimas semanas en EU comunican un mensaje claro: el Presidente es mentalmente incapaz de desempeñarse en el cargo en lo que resta de su período y el sociópata Cheney tendrá que irse, como parte de una purga general de la Casa Blanca.

Precisamente cómo ocurrirá esta purga, de ningún modo está establecido. Pero se dictó sentencia, alto y claro, y se ha atizado un animado debate en algunos programas noticiosos y de entretenimiento populares, como “Scarborough Country” de MSNBC, “The Daily Show” de Comedy Central, y hasta el otrora servilmente bushista Washington Post.

La señal más dramática de la conclusión de la élite, de que Bush está demasiado chiflado como para continuar en el cargo, apareció el 15 de agosto, cuando el ex congresita republicano convertido en analista noticioso derechista Joe Scarborough transmitió un segmento de 10 minutos de su “Scarborough Country”, en el que planteó la pregunta: “¿Es Bush un idiota?” A todo lo largo las palabras “¿Es Bush un idiota?” pasaban abajo en la pantalla. Esto desató un pandemónium de comentarios en los medios, entre ellos dos nuevas ediciones de “Scarborough Country”, el mismo número de satiras de Jon Stewart de Comedy Central sobre la pequeñez mental de Bush, y un reportaje detallado de la revuelta conservadora contra el Idiota en Jefe en el Washington Post del 20 de agosto. Igual de embarazosos para la Casa Blanca fueron los editoriales de corifeos conservadores antes leales como George Will y el director de National Review Rich Lowry, que afirmaban que la aventura de Bush en Iraq ha sido un fracaso desolador.

Un experto de la inteligencia estadounidense describió la situación en Washington como un “caos, el peor caos que jamás haya visto”. También confirmó informes previos de que al ex presidente George H.W. Bush lo tiene apoplético la caída de su hijo en la demencia mesiánica, y que la secretaria de Estado Condoleezza Rice está tan aislada de la Casa Blanca, que ni siquiera está consultando al Presidente para remplazar al subsecretario de Estado Robert Zoellick, quien dejó repentinamente el cargo en junio. Cuando Rice trató de nombrar al alto asesor Nick Burns como sustituto de Zoellick, el vicepresidente Cheney se lo impidió, y George W. Bush no levantó un dedo para apoyarla.

No es ningún secreto que Cheney, el principal agente de los banqueros sinarquistas en el gobierno, está presionando para que Israel reanude los ataques militares contra el Líbano y amplíe su agresión a Siria; esto a pesar de que la invasión isaraelí contra el Líbano a mediados de junio fracasó en destruir o siquiera debilitar militarmente a Hizbulá. Las renovadas operaciones militares israelíes serían, para Cheney, el preludio de una campaña estadounidense de bombardeo a gran escala contra Irán, quizás antes de las elecciones intermedias de noviembre en EU. Varias fuentes han confirmado que el Estado Mayor Conjunto le informó unánimamente al Presidente que en ninguna circunstancia apoyaría una intervención militar contra Irán. “No hay ninguna alternativa militar contra Irán”, le dijeron al Presidente, según varias fuentes militares y de inteligencia cercanas, quienes hablaron con EIR a condición de guardar el anonimato. Sin embargo, varios analistas políticos admiten sin ambages que es más bien incierto si la opinión unánime del Estado Mayor Conjunto tendrá influencia alguna sobre la Casa Blanca. Entre el empecinamiento de Cheney en cambiar el régimen en Teherán antes de enero de 2009 y la negativa psicótica de Bush a recibir cualquier “mala noticia” como evaluación, EU podría lanzarse, de manera temeraria, a una guerra preventiva contra Irán, de forma muy parecida a como Israel se apresuró ciegamente a su fiasco bélico más grande de la historia en el Líbano. Las voces militares cuerdas en Israel habían advertido, una y otra vez, que un ataque a las capacidades de combate asimétricas de Hizbulá terminaría en un miserable fracaso.

La Tercera Guerra Mundial

Es esta perspectiva, de un presidente rabioso y su vicepresidente como cómplice en llevar a EU al borde de la autodestrucción, lo que ha desencadenado la revuelta institucional. Los ataques de Scarborough, Stewart y demás a la locura del Presidente son meras manifestaciones de un proceso de debate tras bambalinas mucho más profundo entre personalidades destacadas de las élites, sobre como lidiar con una Casa Blanca disfuncional en un período de la mayor crisis político–financiera en la historia de EU. Aunque la percepción sensorial pudiera sugerir que los ataques televisivos al estado mental del Presidente han activado el debate institucional, la verdad es todo lo contrario. El público estadounidense, que ya está harto de la chapucería, perfidia, tiranía y cosas peores del gobierno, está entrando a la deliberación. El hecho es que nada menos que una purga general del Poder Ejecutivo, empezando por Cheney y Bush, salvará a la nación y al mundo de una nueva Era de Tinieblas de guerra asimétrica global, desintegración financiera y colapso del sistema mismo del Estado nacional soberano.

No se necesita ser ningún genio para responder a la pregunta del ex congresista republicano Joe Scarborough, “¿Es Bush un idiota?”, que apareció en pantalla en su programa de televisión. (Foto: MSNBC).

Si Bush y Cheney emprenden una guerra contra Irán, las consecuencias serán aun más desastrosas para EU de lo que el reciente infortunio israelí en el Líbano fue para el Estado judío. Si lo que George Bush buscaba era un atajo a la infamia, no pudo escoger vía más rápida que una campaña de bombardeo contra Irán. El Presidente tal vez encuentre unas cuantas fibras de cordura y se aleje del borde. Que las instituciones estadounidenses arriesguen el destino de la nación en semejante esperanza tan lejana, sería una demencia por derecho propio.

Documentación

El presidente Bush estremeció al mundo en una conferencia de prensa que dio el 14 de agosto, al declarar que Israel había ganado la guerra contra Hizbulá en el Líbano. Los siguientes extractos reflejan el carácter de sus comentarios:

“[Después del 11–S] emprendimos una estrategia audaz de libertad en lo más amplio del Oriente Medio. Y la estrategia ha ayudado a traerle esperanza a millones, y fomentado el nacimiento de jóvenes democracias, desde Bagdad hasta Beirut. [. . .]

“La libertad prevalecerá. Pero es una labor increíblemente difícil. . . Y preguntaste por Irán. ¿Qué dijiste sobre ellos? Mi respuesta fue demasiado larga como para recordar la tercera parte de tu pregunta múltiple”.

Pregunta: “Señor Presidente, la resolución de la ONU dice que Israel debe cesar toda acción ofensiva. ¿Qué considera usted acción defensiva?”

Bush: “Alguien le dispara a un soldado israelí”.

Pregunta: “¿Pueden responder?”

Bush: “Absolutamente”.

Pregunta: “. . . ¿Hay lagunas gigantescas en la seguridad interior?. . .”

Bush: “. . . No conozco la cuestión de las lagunas. Quizás puedas decirme algunas lagunas específicas. . .

“¿La primera parte de la pregunta? Eso es lo que pasa cuando tienes 60. . .”

Los órganos de difusión estadounidenses

“¿Es Bush un idiota?” se transmitió al aire en “Scarborough Country” el 15 de agosto. El programa completo en inglés está disponible en el sitio electrónico de “Scarborough Country”. Estos son algunos fragmentos de la presentación de 10 minutos:

“. . . Ronstadt dijo esto antes: ‘Las Dixie Chicks dijeron que les avergonzaba que él fuera de Texas. A mi me avergüenza que George Bush sea de Estados Unidos. Es un idiota. Es enormemente incompetente, tanto en el terreno nacional como en el internacional’.

“Ése es, sin duda, un sentimiento que comparten en algunas capitales nuestros amigos y enemigos por igual. Tal vez sea porque el Presidente tiene un largo historial tal de metidas de pata en público, pero, ¿es ésa prueba de que George Bush es estúpido o solamente incapaz de expresarse?

“Vean y decidan por sí mismos.

Empieza videomontaje.

George W. Bush, Presidente de Estados Unidos: “Pienso que la marea cambia como lo recuerdo, yo fui criado en el desierto, pero las mareas. . . es fácil ver cambiar una marea. ¿Yo dije eso?. . .

“Nuestros enemigos son innovadores y hábiles, y nosotros también. Ellos nunca dejan de pensar en nuevas formas de hacerle daño a nuestro país y a nuestro pueblo. Y nosotros tampoco; nunca debemos dejar de pensar en cómo defender mejor a nuestro país. . .

“Ustedes trabajan duro para poner comida en la familia.

“Sé que los seres humanos y los peces pueden coexistir pacíficamente.

“La soberanía tribal significa que es soberanía. Si tú un —eres un— se te ha dado soberanía, y te ven como. . . una entidad soberana. Y, por tanto, la relación entre el gobierno federal y las tribus es una entre entidades soberanas. . .”

Scarborough: “Suena como yo.

“Entonces, ¿tiene inteligencia el Presidente? ¿Necesitamos un presidente brillante o sólo alguien que se rodee de la gente adecuada? Aquí está para ayudarnos a responder esa pregunta Lawrence O’Donnell, un analista político; también John Fund, de OpinionJournal.com.

“Entonces, John, esto no se trata nada más de Linda Ronstadt. He escuchado a republicanos y demócratas que empiezan a decir esto en privado. Liberales y conservadores —diablos—, franceses y amigos por igual, hablan en privado sobre George W. Bush, y dicen lo que estas estrellas de la música y estas estrellas de rock están diciendo, que la falta de seriedad de George Bush está perjudicando a Estados Unidos a lo interno y avergonzándonos en el exterior. . .”

Jon Stuart, en el “Daily Show”, como apareció en “Scarborough Country” el 15 de agosto:

“El presidente Bush estaba en el exterior, en Alemania; conforme se desarrollaban los acontecimientos, aquí está su conferencia de prensa con la canciller Ángela Merkel en Alemania, en donde no perdió el tiempo en abordar muchos acontecimientos problemáticos”.

Bush: “Espero ansioso el banquete que tendrán esta noche. Entiendo que quizás tenga el honor de rebanar el cerdo”.

Stewart: “Simplemente supondré que eso es una especie de eufemismo para ‘resolver la crisis del Oriente Medio’ ”.

Bush: “Y creo que eso es más o menos todo; hemos discutido muchas cosas en otras palabras. Y gracias por invitarme, estaré esperando ese cerdo esta noche”.

Hombre sin identificar: “¿Le preocupa que se haya bombardeado el aeropuerto de Beirut? Y, ¿ve usted el peligro de una guerra de veras más amplia? Y sobre Irán, hasta ahora se han rehusado a responder. ¿Ya venció el plazo? ¿Todavía tienen más tiempo para responder?

Bush: “Pensé que ibas a preguntarme sobre el cerdo”.

“El triunfo del irrealismo”, por George Will, publicado el 15 de agosto:

Will la tomó contra las declaraciones del gobierno de que la guerra libanesa la ganó Israel. Luego de citar a un vocero del gobierno que atacó el enfoque de los demócratas para combatir el terrorismo, Will escribió:

“Esta mezcla de caricatura y conclusión errónea hace que el gobierno parezca ansioso por repelerlo todo excepto lo alucinatorio. Pero quizás semejante retórica refleje las contorsiones intelectuales necesarias para mantener la ilusión de que la guerra en Iraq es parte central de la guerra contra el terrorismo, y que la guerra, a diferencia del ‘enfoque de hacer valer la ley’, sí ‘funciona’.

“El funcionario [vocero de Bush] tiene razón en que está mal ‘pensar que de algún modo somos responsables, que los actos de los yihadistas los justifica la política estadounidense’. Pero pocos fuera de la neblina de paranoia que forma la blogosfera piensan así. El lenguaje de la política exterior —y las directrices nacionales— es el irrealismo.

“Los ‘realistas’ de la política exterior consideran la paz en el Oriente Medio como el objetivo. Los críticos de los realistas, quienes juzgan el realismo como reprensiblemente falto de ambición, consideran que la estabilidad es el problema. Ese problema se ha resuelto”.

“¿El Vietnam de Bush? Aún no; pero, ¿se da cuenta Bush de lo cerca que está?”, por Rich Lowry, director de National Review, el 15 de agosto:

“. . . Los republicanos tienen que luchar en perspectiva [sic], al sacarle la vuelta al debate perdedor sobre el pasado, al tiempo que convencen a la gente de que tienen una estrategia exitosa creíble, y que los demócratas no tienen ninguna.

“Pero, ¿cuál es esa estrategia? El presidente Bush a veces parece no percatarse de que tener una decisión ardiente de acabar lo que se empieza no es sino la condición para tener una estrategia ganadora. Por demasiado tiempo, su gobierno parece haberse contentado con hacer lo mínimo indispensable en Iraq, en la esperanza de mantener la cosa andando sólo lo suficiente como para permitir un retiro de tropas que justifique las afirmaciones del gobierno de que hay progreso. Esto no ha funcionado, pues la violencia en Iraq ha rebasado la retórica de progreso e impedido cualquier reducción de tropas. A Bush le iría mucho mejor si reconociera francamente la penosa situación de Iraq y apoyara una ofensiva extrema para asegurar Bagdad, aun si eso requiere miles de soldados estadounidenses más en el país. . .”

“Corifeos repudian al Presidente entre las voces conservadoras, discordia”, por Peter Baker, el 20 de agosto en el Washington Post:

“Por 10 minutos el conductor del programa de opinión cuestionó sin tregua a sus invitados sobre si ‘la debilidad mental de George Bush está dañando la credibilidad de EU a lo interno y en el exterior’. Por 10 minutos la leyenda al pie del televisor rezaba: ‘¿Es Bush un “idiota”?’

“Pero el presentador no era ningún elitista de los órganos de difusión liberales. Era Joe Scarborough, un ex congresista republicano convertido en corifeo político de MSNBC. Y su respuesta a la pregunta de la leyenda difícilmente fue ‘No’. Mientras que a otros presidentes los han llamado estúpidos, Scarborough dijo: ‘Yo creo que George Bush tiene su propia categoría aparte. No creo que tenga la profundidad mental de esta otra gente’.

“Éstos han sido días aciagos en lo político para el presidente Bush, con las cifras de su popularidad atascadas en los 30, y los candidatos republicanos que se distancian conforme se acercan las elecciones. Ya ni siquiera puede confiar tanto en las voces otrora amistosas de los medios conservadores para que se mantengan firmes a su lado, conforme algunos columnistas y comentaristas de televisión pierden la fe en su conducción y se descorazonan de la guerra en Iraq. . .”

Luego Baker cita comentarios de Lowry; Quin Hillyer, director ejecutivo de American Spectator; George Will; e incluso William F. Buckley, sobre cómo el gobierno debiera admitir que está extraviado en Iraq.

“Scarborough Country”, el 20 de agosto:

Con el título de “Dejen a Bush ser Bush”, Scarborough dijo:

“Si nuestro presidente está mentalmente comprometido con su trabajo o no, es una pregunta importante, ¿verdad? Con al–Qáeda de nuevo en los titulares, el deterioro de Iraq, Hizbulá en rápido ascenso, Irán desafiando al mundo, Israel en confusión, Afganistán en una situación de crisis, y Corea que se comporta con más temeridad cada día, el presidente Bush necesita asegurarle a EU y al mundo que está intelectualmente comprometido.

“Empero, me incomoda hacer estas preguntas sobre cualquier presidente, en especial sobre éste.

“Yo voté por George Bush dos veces, y lo haría de nuevo si Al Gore y John Kerry fueran otra vez las alternativas. Yo pasé unas cuantas horas a solas con el presidente Bush en el [avión presidencial] Air Force One. Era agradable y perspicaz. He conocido a más que unos cuantos dirigentes mundiales, y puedo decirles que nuestro presidente parecía tan mentalmente apto como la mayoría de los dirigentes que he conocido.

“Pero el George Bush del 2006 parece estar muy lejos de ser el hombre con el que hablé en el 2001, o del gobernador que daba palmadas en la espalda y me cautivó como el demonio cuando lo visité en la mansión del gobernador de Texas en 1999.

“En estos días el Presidente parece distraído, incoherente y aturdido en las conferencias de prensa. Sus chistes no tienen gracia y a menudo están fuera de lugar. Y, al igual que Reagan, George W. Bush parece empeorar con la edad, en vez de mejorar. . .

“¿Nadie le dijo que hacer chistes sobre cerdos asados cuando le preguntan sobre el bombardeo al aeropuerto de Beirut no es la forma de comportarse de un comandante en jefe frente a la prensa internacional?. . .

“En estos momentos este presidente no puede darse el lujo de manejarse hablando tonterías en el ámbito mundial. Él necesita que lo vean como un líder fuerte y confiable, capaz de enfrentar la crisis de política exterior más grande desde la Guerra Fría”.

En “Scarborough Country”, Scarborough dijo el 21 de agosto:

“¿Es George Bush un idiota? Ése es el tema de ‘Lo mero bueno’ de esta noche. Ahora bien, medios de difusión nuevos y viejos por igual están cuchicheando sobre el segmento de ‘Scarborough Country’ de la semana pasada sobre la capacidad mental del Presidente. En el Washington Post del domingo, Peter Baker escribió esto. Cito: ‘Los asesores de Bush dijeron que la debilidad política del Presidente ha alentado a simpatizantes blandengues y a escépticos discretos a hablar. Pocos han causado más revuelo que Scarborough’.

“ ‘Causar revuelo’ es poco. Partidarios del gobierno republicanos me han atacado por preguntar si la descripción de Linda Ronstadt del Presidente como un ‘idiota’ estaba fuera de lugar. Esa pregunta era importante, no porque otro liberal de Hollywood estuviera atacando al Presidente, sino porque los conservadores han venido haciendo lo mismo en privado desde las debacles de lo de Harriet Miers y Katrina el otoño pasado. Bueno, y por el constante estrépito de bushismos como éstos que se ven a diario en la televisión nocturna. . .

“¡Véanlo! Yo conozco al Presidente. No es ningún idiota. Pero la historia también ha demostrado que no le gusta escuchar discrepancias. Carece de la curiosidad intelectual, e inspira temor entre los aliados cada vez que se pone frente a un micrófono para una conferencia de prensa. Ahora, con Iraq en llamas, Irán en rebelión, Afganistán en una situación de crisis, Hizbulá siguiéndole los pasos, Israel en desbandada, y Corea del Norte que hace pruebas con misiles, tenemos que contar con un presidente que inspire confianza. En estos momentos este presidente no la inspira. . .

“El Presidente en otro planeta”, por Eugene Robinson, en el Washington Post del 22 de agosto:

Robinson hace referencia al programa de Scarborough sobre si Bush es o no un idiota, y luego pasa a analizar su conferencia de prensa:

“Según el Gobierno iraquí, 3.438 civiles fueron asesinados en julio, lo que lo convierte en el mes más sangriento desde la invasión. Al Presidente le preguntaron ayer si el fracaso del gobierno de ‘unidad’ con respaldo estadounidense en contener la orgía de carnicería sectaria lo desilusiona, y el dijo que no, que no lo hacía. ¿Cómo —me pregunto— es eso posible? ¿Cree que sería una señal de debilidad admitir que el florecimiento de la democracia en Iraq no camina exactamente como se había planificado? ¿Cree que diciendo que todo está bien hará que así sea? ¿Está en un estado de negación? O, ¿de veras simplemente se quitó de encima 3.438 muertes luego de hacer sus ejercicios y dar un lindo paseo en bicicleta?

“ ‘Oigo hablar mucho de guerra civil’ en Iraq, concedió —al parecer buena parte de ello de sus propios generales, quienes han cobrado cada vez más agallas para usar la frase otrora prohibida—, pero toda esa habladera no parece calar muy hondo. ¿Todas las malas noticias de Iraq no son en realidad más que ‘hablar’ sin propósito para el Presidente?

“Ésta es otra frase de la conferencia informativa del Presidente: ‘Lo que es muy interesante sobre la violencia en el Líbano y la violencia en Iraq y la violencia en Gaza es esto: estos son grupos de terroristas que intentan parar el avance de la democracia’.

“Sea lo que sea que uno piense sobre el intelecto de George Bush, él sabe muy bien que el Gobierno de Hamas en Gaza fue elegido de manera democrática. También sabe perfectamente bien que Hizbulá participa en el Gobierno elegido de forma demócratica del Líbano, o lo que queda del Líbano. Y, así, tiene que saber bastante bien que los ataques israelíes con apoyo estadounidense contra Gaza y el Líbano —aun si uno cree que estuvieron justificados— tuvieron el efecto de debilitar, si no es que aplastar, a dos democracias nacientes de la clase que el Gobierno de Bush quiere cultivar por todo el Oriente Medio.

“También sabe que el Gobierno iraquí sólo tiene soberanía real sobre la Zona Verde en Bagdad —una fortaleza asegurada por la presencia de tropas estadounidenses— y varios otros enclaves en los que las fuerzas estadounidenses y británicas hacen valer la paz. Él ha escuchado al dirigente de ese gobierno nominal alabar a Hizbulá y atacar a Israel.

“Así que, cuando el Presidente alaba la democracia como el elíxir mágico que curará el flagelo del terrorismo, ¿de veras deposita fe en su manta favorito, más que en sus ojos que lo desmienten? ¿Es tan inmutable su visión del mundo que desestima los acontecimientos reales del modo que desestima el mero ‘hablar’?

“O, ¿sólo trata de mantenerse hasta enero del 2009, cuando todo esto será el problema de alguien más?

Los órganos de difusión británicos

“Parlamentarios laboristas se suman a la defensa de Prescott de las críticas contra Bush”, en el London Guardian del 18 de agosto:

“Diputados laboristas novatos defendieron a John Prescott ayer, cuando el Viceprimer Ministro se vio en el centro de más alboroto político, luego de que salió a relucir que había descrito la forma en que George Bush maneja el proceso de paz en el Oriente Medio como una ‘mierda’.

“A la cabeza en el apoyo estaba Harry Cohen, parlamentario por Leyton y Wanstead, quien avergonzó al señor Prescott al dar a conocer los comentarios, hechos en una reunión privada el martes.

“El señor Cohen informó que el señor Prescott había descrito al Gobierno de Bush como ‘una mierda’ en su manejo de las negociaciones de la ‘carta de rutas’ para llegar a una conciliación entre los palestinos y los israelíes, y se refirió al Presidente estadounisense como ‘un vaquero con su [sombrero] stetson puesto’. . .

“Downing Street desatendió los comentarios, y el secretario de prensa de la Casa Blanca, Tony Snow, dijo que al señor Bush le han ‘llamado cosas mucho peores’. . .

“ ‘No tengo más que elogios para John Prescott. . . Él estaba siendo franco. . . Puede que no le haya gustado el lenguaje con el que esto salió, pero la cuestión que estaba señalando era seria’.

“La opinión que expresó el señor Prescott era la de muchos de los parlamentarios del Partido Laborista, ‘y sospecho que a altos niveles del gobierno también’ ”.