Análisis de LaRouche Resumen electrónico de EIR, Vol. XXII, núm. 11

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El golpe de Cheney

La importancia para el mundo del acuerdo que forjaron un grupo de republicanos con los demócratas para detener la llamada "opción nuclear", no puede exagerarse. ¿Te imaginas qué clase de mundo tendríamos si Dick Cheney y los suyos hubieran podido llevar a cabo su intentona golpista e imponer un régimen dictatorial en los Estados Unidos?

Uno de los que le puso el cascabel al gato fue el senador demócrata Frank Lautenberg de Nueva Jersey, quien durante el debate denunció los intentos del líder de la mayoría republicana Bill Frist, de "aniquilar más de 200 años de tradición de este Senado, al deshacerse del derecho al debate prolongado". Pero Lautenberg fue mucho más allá, al nombrar a los verderos culpables y llamar las cosas por su nombre, cuando dijo sin ambagues que Dick Cheney pretendía perpetrar un "golpe de Estado".

"Quiero que el pueblo estadounidense entienda lo que va a pasar en el seno del Senado si las cosas salen como lo tienen planeado. El vicepresidente Dick Cheney, a quien rara vez vemos en este recinto, vendrá acá con el propósito específico de romper las reglas que rigen las operaciones del Senado. Él ocupará la silla de la presidencia del Senado, y hará algo que no recuerdo haber visto en mis más de 20 años en el Senado... Piensen en la ironía. El vicepresidente Cheney ayuda a nombrar los jueces federales, y cuando el Senado se opone a los jueces escogidos por el Gobierno, él viene aquí a romper nuestras reglas para ratificar a sus jueces. ¡Qué abuso de poder! Esto haría temblar a los padres fundadores... Mañana veremos lo que equivale a un golpe de Estado, una toma [del poder] aquí mismo en el Senado", dijo Lautenberg.