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Resumen electrónico de EIR, Vol.XXII, núm. 9
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Entrevista al cardenal Sfeir:
‘Espero que Líbano pueda ser un ejemplo de paz’


El patriarca Nasallah Boutros Sfeir ofrece una conferencia de prensa en las Naciones Unidas el 19 de marzo de 2005.
(Foto: www.bkerke.org.lb).

Su beatitud el cardenal Nasallah Boutros Sfeir de Líbano, patriarca de Antioquia y de todo el Oriente, visitó los Estados Unidos del 14 al 21 de marzo y fue recibido por muchos funcionarios importantes de todo el país, entre ellos el presidente Bush y el secretario general de la ONU Kofi Annan.

El patriarca maronita, reconocido en Líbano por todas las religiones y sectas como “la conciencia de su nación”, realizó esta gira diplomática por los Estados Unidos en un momento de gran peligro y tensión para su país. La muy complicada situación actual en Líbano se mece al borde de un precipicio entre la guerra y la paz. No obstante, el pueblo de Líbano, pese a sus diferencias, tiene una determinación unificada: no caerá en la provocación de otra guerra y defenderá, no sólo la independencia y soberanía de su nación, sino también la de sus vecinos.

El patriarca transmitió este mensaje constante durante toda su visita a los Estados Unidos, tanto en sus reuniones privadas con dirigentes políticos y religiosos como en sus reuniones públicas. En sus discursos, uno podía escuchar un eco vivo del Tratado de Westfalia, con el cual terminó en 1648 la sangrienta guerra de los Treinta Años en Europa. Los principios de ese Tratado —“esta paz tiene que guardarse con tanta honestidad y seriedad, y alentarse de modo que cada parte promueva la ventaja, el honor y la ventaja del prójimo”— brillaron en sus discusiones en la Casa Blanca, el Congreso, el Senado y en las Naciones Unidas. Participantes en esas reuniones le dijeron a EIR que muchas de las partes bajaron el tono de sus demandas y de su retórica ante la autoridad serena y resuelta del patriarca.

El patriarca le concedió la siguiente entrevista a la corresponsal de EIR Nina Ogden el 18 de marzo.

EIR: Como sabe, hemos estado discutiendo el concepto de LaRouche de una Nueva Paz de Westfalia con nuestros amigos mutuos en Líbano, que se basa en el acuerdo que trajo la paz a Europa luego de la guerra de los Treinta Años.

Sfeir: Ésta es nuestra imagen, y espero haber podido transmitir el mensaje en este país, el mensaje de que lo que queremos en Líbano son buenas relaciones con todos los países de la región. Lo que es bueno para Líbano es lo que es del interés común de todos nuestros vecinos. Nosotros en Líbano queremos paz. Queremos ser buenos amigos de todos nuestros vecinos. Queremos caminar juntos de la mano, corazón con corazón.

EIR: Muchos temen que la intención de algunos en los Estados Unidos y otros países sea usar a Líbano como una carta en la región para provocar la guerra.

Sfeir: Espero que todos hayan entendido mi mensaje. Líbano tiene que ser independiente, soberano y libre. Hasta ahora no hemos sido libres. Ahora Siria tendrá respeto hacia Líbano en tanto país soberano, y Líbano tendrá respeto por Siria como un país soberano. Como país libre, en Líbano no debe haber ninguna interferencia de ningún país del mundo.

EIR: Cuando se reunió con el presidente Bush en la Casa Blanca, ¿usted cree que él entendió esto?

Sfeir: Estoy seguro de que él entiende nuestra posición, porque yo le envié un mensaje antes de venir aquí explicándole esta posición y el marco de la situación de nuestro país. Yo le recalqué que un Líbano independiente, soberano y libre desea que todos nuestros vecinos también sean libres y amistosos.

EIR: ¿Qué clase de ejemplo espera que pueda ser Líbano?

Sfeir: Yo espero que Líbano pueda ser un ejemplo de paz, de superación de los problemas del pasado. No hay motivo para que país alguno de fuera interfiera en una nación libre. Cuando tengamos paz, podemos crear empleos y un futuro de esperanza que pueda hacer que nuestros jóvenes regresen de todo el mundo.

EIR: Entiendo que usted ha identificado este concepto en las palabras del papa Pablo VI, de que “el desarrollo es el nuevo nombre de la paz”.

Sfeir: ¡Exacto! Es cierto que nuestros jóvenes deben ser capaces de descubrir esto por su cuenta. Muchos de nuestros jóvenes, musulmanes y cristianos por igual, fueron echados de nuestro país por la falta de empleos y de esperanzas. Fueron echados al extranjero y ahora viven en otros países de todo el mundo. Espero que sean felices y que regresen a Líbano cuando tengamos paz y un gobierno propio que pueda planificar el desarrollo de nuestro país.

EIR: Había cientos de jóvenes en la recepción que le dieron, y parecían muy contentos con lo que usted les decía.

Sfeir: Yo creo que los jóvenes entienden mi mensaje. Hubo muchos aplausos.

EIR: Creo que estaban tan entusiasmados, que si usted les hubiera pedido que regresaran a Líbano con usted la próxima semana, lo hubieran hecho.

Sfeir: Oh, desearía que pudieran hacerlo, pero todavía no; aún no. Deben regularizarse las cosas para ellos. Por eso estamos trabajando tan duro en las nuevas elecciones, para que los jóvenes tengan esperanza, para que los jóvenes de todas las religiones y sectas tengan una perspectiva de futuro, de modo que no tengan que enfrentar el miedo ni la opresión, sino que tengan esperanza en el futuro.