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Resumen electrónico de EIR, Vol.XXII, núm. 9
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El congresista Conyers habla en reunión larouchista; insta a los demócratas a dialogar

El congresista John Conyers habla en la reunión ciudadana que el LaRouche PAC organizó en Detroit, Michigan, el 23 de marzo.
(Foto: EIRNS).

por Nancy Spannaus

El debate en el Partido Demócrata de los Estados Unidos pasó a una nueva fase el 23 de marzo, cuando John Conyers, representante demócrata por Michigan al Congreso de los Estados Unidos, participó en una histórica reunión ciudadana patrocinada por el LaRouche PAC, el comité de acción política de Lyndon LaRouche, en la ciudad de Detroit.

“Vengo aquí esta noche con una invitación”, le dijo Conyers a la asamblea, en la que también participaron el coordinador del LaRouche PAC para la región central de los EU, Robert Bowen, el presidente regional del sindicato de trabajadores automotrices (UAW), Eugene Morey, y Nick Feden del Movimiento de Juventudes Larouchistas (MJL). “Una invitación para tomar sus planteamientos, el libro, el periódico semanal, e incorporarlos al debate. . . Lo que quisiera hacer con ustedes, es empezar a debatir estos asuntos. Sé que son tomados como si fueran la Biblia. Pero, a menos que pasen la prueba del debate, son sólo la cosmovisión de cierta gente, que cree una cosa. Pero con eso no va a venderse. Así que, lo que quiero hacer es ampliar la discusión; lo que necesitamos son discusiones sobre esto, y dónde nos encontramos, y para dónde vamos”.

El casi centenar de participantes respondió con entusiasmo a la propuesta del representante Conyers, y a su presencia esa noche nevada en la reunión de Detroit. Ahora que Conyers rompió el hielo, la puerta está abierta de par en par para que otros congresistas y todo el Partido Demócrata por fin empiecen un debate público sobre las medidas de urgencia planteadas por LaRouche para salvar a la economía mundial y a los EU.

El producto de un proceso

La reunión del LaRouche PAC en Detroit resultó de un proceso que despegó después de la convención del Partido Demócrata en Boston en julio pasado. En esos pocos días, el MJL echó mano del bel canto y de 50.000 ejemplares de “Una verdadera plataforma demócrata” de LaRouche, para efectuar una intervención increíble en algo que prácticamente estaba muerto. El resultado fue un viraje en la relación del Partido Demócrata con LaRouche, quien al final de la convención le dio su apoyo a la candidatura de John Kerry a la Presidencia de los EU. Un aspecto decisivo de esta colaboración fue el despliegue del MJL en regiones clave, entre ellas el disputado estado de Ohio.

Para desgracia de la nación, la colaboración empezó demasiado tarde como para asegurarle la victoria a Kerry en noviembre pasado. Tras anunciarse la reelección de Bush, fue necesario de nuevo que LaRouche diera pasos decisivos para levantar de la lona a los muy desmoralizados demócratas, y darles la perspectiva de emprender una ofensiva para hacer del presidente Bush un figurón, en particular en cuanto a la propuesta de éste de destruir el programa distintivo de Franklin Roosevelt: el Seguro Social. La conducción de LaRouche ha dado frutos. A partir de la sesión conjunta que tuvo el Congreso el 6 de enero para ratificar la elección presidencial, el Partido Demócrata ha mostrado una resolución casi sin precedentes en combatir las políticas fascistas de Bush. En ninguna parte ha sido más evidente esto que en el “tema” de la privatización del Seguro Social, en el que la dirigencia del Partido Demócrata no sólo ha rechazado toda componendas, sino que ha movilizado a las bases demócratas en reuniones ciudadanas, algo que no había ocurrido en décadas.

Empieza el debate

En la reunión del LaRouche PAC en Detroit se dieron los primeros pininos del debate necesario entre un público de activistas comunitarios, dirigentes políticos locales, sindicalistas y otros.

Luego de abrir con una presentación de música clásica y de espirituales negros por el coro del MJL, la reunión continuó con un breve informe de Robert Bowen sobre la perspectiva del movimiento de LaRouche para restaurar los principios que Roosevelt representaba, a fin de enfrentar la crisis de desintegración del sistema financiero y de la economía física, en la que destaca la de la General Motors.

Luego Gene Morey, presidente del local 849 de la UAW en Ypsilanti, la cual representa a los trabajadores de Visteon Corp, habló de su experiencia como dirigente sindical y lo que está enfrentando. En particular recalcó la forma en que el desplome de la inversión en infraestructura ha estrangulado a la economía.

Nick Feden del MJL abordó entonces la cuestión de la tragedia clásica, en particular la forma en que la corrupción de la generación del 68 le ha robado el futuro a esta generación. El MJL está empeñado en resolver este problema, dijo Feden, encargándose de la opinión popular y cambiando la forma de pensar de la gente.

El bel canto como arma política

El representante Conyers decidió ser el orador final. Conyers expresó su placer por el que se hubiera invocado el nombre de Martin Luther King en la reunión, y dijo conocer muy bien a la gran heroína del movimiento de los derechos civiles Amelia Boynton Robinson, quien participó en la discusión a través de un mensaje en el que instó a los participantes a recordar la determinación de los que militaron en el movimiento de los derechos civiles en los 1960, “para continuar la lucha por la libertad y la justicia, cuando los EU van camino al desastre total”. En su mensaje, doña Amelia también dijo que, “la única esperanza para los EU y el mundo. . . es el plan de desarrollo del Nuevo Bretton Woods” de LaRouche.[FIGURE 21]

Lo importante del hecho de que los larouchistas esgriman el bel canto como arma política quedó de manifiesto una vez más en la reunión de Detroit, cuando el representante Conyers elogió al coro del MJL por “cantar como profesionales” y por revivir la tradición de los espirituales negros. “En verdad cantaron bien. ¿No creen ustedes que cantaron muy bien? Miren, ya uno no oye cantar así en ninguna parte, ni siquiera en las iglesias. En verdad fue muy maravilloso”.

Al final de la intervención de Conyers hubo un animado debate sobre cómo introducir las ideas de LaRouche al Partido Demócrata, sobre un seguro nacional de salud, el precio de la gasolina, etc. Conyers preguntó: “¿Cuándo van a hacer que un miembro del Congreso apoye” la propuesta del Nuevo Bretton Woods? Y, cayendo en cuenta de que él solito se embarco, se apuro él mismo a responder: “No, no me miren a mí, porque no la he estudiado, para debatirla aún. Pero estoy dispuesto a ello. . . Sé bien que éstas son algunas buenas ideas”.

El coordinador de LaRouche PAC Bowen aceptó la invitación del representante Conyers, de ampliar el debate sobre las ideas de LaRouche dentro del Partido Demócrata cuando y donde sea.

La batalla venidera

No es difícil entender que el debate debe empezar de inmediato, en vez de que el Partido Demócrata descanse sobre sus laureles por haber frenado la ofensiva de Bush para crear “cuentas privadas”del Seguro Social. Pueda que los republicanos estén en desbandada, pero la escalada de la crisis de bancarrota de la economía de los EU sigue. De no abordarse con gran prontitud la perspectiva rooseveltiana de creación de empleos y construcción de infraestructura de LaRouche, el Partido Demócrata será presa fácil de la campaña de austeridad y cortes presupuestales de los banqueros,

El contraste entre el enfoque de LaRouche y el de la dirigencia demócrata actual quedó de manifiesto en su respuesta al más reciente informe de los síndicos del Seguro Social, que calcula que el fondo dizque se agotará en el 2041, un año antes de lo que decían las proyecciones previas.

“El informe actual confirma que la llamada crisis del Seguro Social sólo existe en un lugar: la mente de los republicanos”, respondió el senador Harry Reid, quien encabeza la bancada demócrata en el Senado. “El informe de este año de los síndicos del Seguro Social confirma que la seguridad social sigue fuerte y bien plantada para las próximas décadas”. Reid correctamente dijo que el plan de cuentas privadas de Bush agrava el déficit del Seguro Social, y que sus recortes impositivos para los ricos son casi tres veces más grandes que el déficit del Seguro Social. Sin embargo, la respuesta de LaRouche PAC fue al meollo del asunto: la incompetencia de la política económica de Bush en general. Lo que en realidad muestra el informe, es que la pérdida de empleos y la reducción de salarios que trajo Bush desde el 2001 ha llevado a una grave reducción en el flujo de ingresos del Seguro Social. Mientras que todos los períodos de tres años desde el 2004 registraron un crecimiento de entre 18 y 20% en los ingresos, entre el 2001 y el 2004 sólo crecieron 9%; ¡la mitad! Y en el 2002–2003 Cheney y Bush lograron algo sin precedentes: el cero crecimiento de los ingresos.

Es obvio que el problema que enfrentan los dirigentes no es el Seguro Social, sino cómo cambiar de rumbo para tener de nuevo una economía próspera con salarios decentes. De eso se trata la campaña de LaRouche para cambiar la política económica.