Evaluación estrtégica
Resumen electrónico de EIR, Vol. III, núm. 16

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Hay muchas razones para no creer en las encuestas electorales, las que supuestamente indican que George W. Bush le lleva una ventaja abrumadora a su rival demócrata John Kerry en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, que tendrán lugar el martes 2 de noviembre. En primer lugar, sólo reflejan la opinión de una muestra minúscula de los "votantes probables", lo que no es de confiar con un electorado que este año ha mostrado ser muy volátil. Segundo, el aceptar la idea de que Bush ya tiene las elecciones ganadas equivale a condenar a los EU, y al mundo, a la destrucción del fascismo y de la guerra.

No hay duda que la mayoría del pueblo no ve con claridad la presente situación electoral. No quiere encarar la realidad del derrumbe de la depresión económica, ni la derrota del todo predecible que los EU sufren en Iraq. Tampoco está listo a adoptar las soluciones para sobrevivir la turbulencia que viene.

Sin embargo, si vemos al 80% de la población con los ingresos familiares más bajos, y vemos el verdadero estado de su economía física, como retrata en parte el artículo que publicamos en la página 5, éste está listo a actuar. Los organizadores del Comité de Acción Política Lyndon LaRouche que han estado haciendo campaña en metrópolis tales como Cleveland, Ohio, y Nueva York han encontrado que la gente quiere pelear. "¿Adónde están los demócratas? ¿Por qué no están luchando contra la pérdida de empleos y la podredumbre económica? ¡Queremos pelear!"

La respuesta la ofrece LaRouche, quien funciona como parte integral de la campaña presidencial demócrata, al igual que el ex presidente Bill Clinton, e insiste que Kerry debe enfocar su estrategia electoral en los verdaderos problemas de la economía física, lo que movilizaría al "hombre olvidado" del Partido Demócrata a cerrar filas para ganar en noviembre.

Es este sector del electorado, que constituye el grueso de la población, el que, de movilizarse, le dará la victoria a Kerry y a los demócratas en noviembre. Para no sólo derrotar a Bush y a Cheney en noviembre, sino hacerlo de forma aplastante, el "hombre olvidado", que ha boicoteado el proceso electoral por años, tiene que acudir a las urnas en grande, junto con los jóvenes que se sienten sin futuro y que nunca antes han votado, por lo que no aparecen entre los "votantes probables".

Lo único inevitable de las elecciones de noviembre es que, si ganan Cheney y Bush, llevarán a los EU y al mundo al desastre. Cada día más buscan imponer medidas fascista de austeridad; cada día más maquinan para ir a la guerra contra Irán, Siria, Sudán y Corea del Norte. Tú tienes el destino del país y del mundo en tus manos. LaRouche está haciendo su parte. Su Comité de Acción Política acaba de publicar un folleto en inglés, "It's the physical economy, stupid!" ("¡Es la economía física, estúpido!"), título tomado de la famosa consigna de James Carville, el jefe de la campaña de Clinton en 1992, y uno en español: "Una plataforma demócrata de verdad para noviembre de 2004". Con estas dos armas —y tu participación activa, seas ciudadano o residente de los EU o no— vamos a ganar.