Análisis de LaRouche Resumen electrónico de EIR, Vol. III, núm. 14

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LaRouche en la radio argentina:
Podemos unirnos y cooperar en darle
marcha atrás a esta crisis

El precandidato presidencial estadounidense Lyndon H. LaRouche fue entrevistado el 20 de julio por la emisora de Radio Nacional en Córdoba, Argentina. LaRouche habló para el programa “Proyecto Nacional”, que cuenta con un auditorio de 50.000 personas en ésta, que es la segunda ciudad más grande del país y un importante centro industrial.

Marcelo Trejo: No queríamos anticiparlo, porque sabemos que un contacto de semejante magnitud establecido desde aquí, desde el centro de la república Argentina, es realmente muy valorable. Y, a veces, sabemos que también tener una personalidad de la política estadounidense como Lyndon LaRouche no es muy fácil tenerlo en directo, como vamos a tener desde nuestro Proyecto Nacional.

Héctor Gómez: Tenemos de nuestra hermana república de Estados Unidos este amigo, Lyndon LaRouche, quien ha sido muy conocido en la Argentina. Y es conocido con una simple frase: lo conocemos como amigo de Argentina. Y, obviamente, lo conocemos como un patriota en EU. Y en este afecto que él tiene con la Argentina, afecto que ha cultivado durante años, iniciaremos un diálogo con Lyndon LaRouche.

Este diálogo podría iniciarse con algo que nos agobia a nosotros y, seguramente, a los EU. Y es nada más y nada menos que la presión de este sistema financiero global que, como decíamos días atrás, en esto de las burbujas financieras, ha ahogado las economías reales, ha ahogado el concepto de Estado–nación, y está ahogando la posibilidad para Occidente y para la humanidad.

LaRouche: Éste es un asunto viejo, que se remonta a los fines de la Primera Guerra Mundial, cuando un grupo de la oligarquía financiera en Europa decidió jugar un juego con la situación mundial al término de la Primera Guerra Mundial. Este grupo de banqueros privados, que son más poderosos que los meros bancos —ellos crean bancos, los destruyen y los reactivan—, empezaron a crear lo que se conoce como una revolución fascista. Usaron las circunstancias de la crisis que ellos mismos habían fabricado para crear las condiciones de una serie de golpes de Estado en Europa. Este grupo incluía a gente poderosa y de importancia dentro de los EU, que se convirtieron en los enemigos del presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt. De hecho, trataron de efectuar un golpe militar contra el Gobierno de los EU en 1934.

Ocurrieron varias cosas para evitar que estos grupos fascistas tomaran el poder a nivel mundial. Hubo tres elementos: Franklin Roosevelt, la organización de su recuperación económica dentro de los EU; los preparativos de la Unión Soviética contra Hitler; y una facción en Gran Bretaña —a favor de Hitler y que lo puso en el poder— que decidió retirarle el apoyo porque hubiera destruido al Imperio Británico.

Así que derrotamos a esta gente en la guerra, y el liderato de los EU fue decisivo en eso. Pero, al final de la guerra, tras la muerte de Franklin Roosevelt —con Truman—, un grupo dentro del Gobierno de los EU ayudó a salvar a estos grupos fascistas después de la Segunda Guerra Mundial.
Lo que vemos en estos momentos es la orquestación de una crisis financiera por parte de los mismos grupos de banqueros y financieros que estuvieron detrás de Hitler y demás. Los mismos banqueros que estaban en contra de Roosevelt entonces, están tratando una vez más de crear un orden mundial fascista. Hay figuras como Tony Blair, el Primer Ministro de Inglaterra, y uno de sus cómplices importantes, el Vicepresidente de los EU, Dick Cheney. Lo que pretenden hacer es destruir secciones enteras de la población.

La experiencia de Argentina con los fondos buitres es un ejemplo preciso de lo que pretenden hacer en todo el mundo. Es obvio, si uno examina la situación de Argentina, tal como la conozco yo. Aquí tenemos a Argentina, que, después de la última guerra mundial, tenía aproximadamente el cuarto nivel de vida más alto del mundo. Era una parte del mundo desarrollada en lo científico, lo tecnológico, lo agropecuario. En áreas subdesarrolladas, como la Patagonia, había un tremendo potencial hacia el futuro. Ahora, en gran medida la han destruido. Brasil simula que no lo han destruido, pero está igualmente en la mira. México aún tiene un carácter nacional, pero casi está destruido en lo económico. Venezuela está por ser destruida; tres cuartas partes de Colombia están destruidas; a Perú lo están destruyendo; Bolivia está al borde del precipicio. Todo el continente, que tiene gran riqueza potencial y gran potencial cultural, está siendo destruido.

Entonces, la pregunta de nuevo es en torno a una pelea política: si nosotros, los que tenemos la misma oposición de Roosevelt entonces contra estos tipos, podemos unirnos y coooperar, en tanto naciones, para darle marcha atrás a este proceso. Esto, para mí, es más importante y más peligroso que la Segunda Guerra Mundial. El peligro para el mundo entero es mayor que cuando Hitler actuaba. Y esto quiere decir que aunque hay cuestiones prácticas que hay que abordar, las cuestiones subjetivas son más importantes. Tiene que haber cierto tipo de optimismo en la población; si no, no pueden pelear contra esto. Así que yo abordo cuestiones prácticas, pero también este aspecto intelectual. Y para mí, Argentina es una de las naciones que estoy comprometido a salvar. Tiene un tremendo potencial. La idea de que haya una gran hambruna en Argentina me enferma.


Los fondos buitres amenazan a Argentina: '¡Paga o muere!'

Gómez: Quisiera preguntarle al señor Lyndon LaRouche [acerca de] este sistema financiero que está en esta etapa de desarrollo, con un clima más grave a futuro que la Segunda Guerra Mundial: ¿qué tiene previsto para EU? Porque, evidentemente, esta crisis generada en este orden de cosas tiene a EU como uno de los obstáculos más grandes para lograr su propósito.

LaRouche: Pretenden destruir a los EU desde adentro. Estamos contra la pared en esto ahora mismo. Están planificando un golpe dentro de los EU.

Gómez: ¿Un golpe dentro de los EU, acaba de decir el señor Lyndon LaRouche?

LaRouche: Sí.

Gómez: Quisiéramos preguntarle a Lyndon LaRouche: ¿cómo juega en el sistema interno de EU la Reserva Federal, como un mecanismo de sometimiento de la gestión del gobierno de esta república hermana?

LaRouche: El único significado del sistema de la Reserva Federal en estos momentos, es que está en la bancarrota total. Su única importancia es en tanto mecanismo de control político. Es como el Fondo Monetario Internacional cuando llega a Argentina. El FMI está en bancarrota. El sistema está quebrado. Pero, el FMI sigue como mecanismo de control político para hacerle demandas a Argentina.
En este sentido, el poder neto del sistema de la Reserva Federal, que representa a bancos en gran medida quebrados, es el poder político que representa. Su poder financiero está muy debilitado, casi destruido, pero su poder político sigue siendo muy grande. Es de ahí de donde emana el peligro.

Trejo: Queremos hacer simplemente una aclaración para todos los oyentes que están escuchando aquí en la república Argentina, en el centro del país: que quien está dejando estos conceptos realmente contundentes, esclarecedores, realmente sinceros, acerca de la política que se lleva adelante desde los organismos financieros internacionales para con Latinoamérica y el propio EU, viene nada más y nada menos que de la propia boca de un precandidato presidencial de los EU, como es Lyndon LaRouche, quien está saliendo al aire desde esta Radio Nacional, en este contacto internacional con los EU en nuestro programa “Proyecto Nacional”. Por lo cual, queremos advertirle a la gente que está escuchando algo que es realmente muy fuerte, que no viene de un periodista cualquiera, no viene de un observador que no tiene demasiada calificación. Está viniendo nada más y nada menos que de un precandidato presidencial de los EU del Partido Demócrata, por lo cual queremos nosotros subrayar la valía de este reportaje, de este contacto internacional.

Quiero que sigamos en la continuidad de esta charla abierta entre EU y Argentina, con más preguntas que sirven para dilucidar qué futuro nos espera en la relación Argentina–EU.

Gómez: Señor Lyndon LaRouche, quisiéramos saber —porque la Argentina palpita con este comicio del mes de noviembre, donde EU va a tener que definir la conducción política—, queremos saber ¿cómo va a ser y qué se va a debatir en esta convención del Partido Demócrata, que tenemos conocimiento que se va a realizar a fines de este mes de julio?

LaRouche: No falta mucho. Es a fines de esta semana. Nadie sabe a ciencia cierta lo que pasará, y nadie puede predecir. Aun las personas que piensa que ya tomaron decisiones no saben lo que pasará.

Estamos en un período muy extraño de la historia, la de los próximos días y semanas. Esto no es del todo inusual en la historia, pero la gente no ha aprendido las lecciones de la historia y, por tanto, no reconoce lo que está pasando.
El problema es que la gente que está en el poder, y en general la gente de influencia en los EU y Europa, no tiene la más mínima idea de qué pasa. No tiene los conceptos necesarios como para entender lo que está pasando y, por tanto, sus reacciones no corresponderán con la realidad, porque la realidad ha cobrado una forma que no reconoce.

Por ejemplo, si uno observa los noticieros de los EU y de Europa, parece que algo pasa, pero nadie lo sabe en realidad. Ésta es la situación. Por tanto, el comportamiento de la gente, como malentiende la situación, se vuelve impredecible. El factor del libre albeldrío se vuelve impredecible.

Los temas sí pueden comprenderse. Yo tengo una comprensión de esos temas, porque no tengo su problema, pero debo reconocer que su comportamiento, el comportamiento de los que dirigen la convención demócrata, será conforme a lo que creen que entienden, y no a lo que es la realidad. Ése es el problem de tratar de predecir esta clase de cosas.

Lo que es seguro es lo siguiente: el sistema financiero y monetario internacional ya se acabó. Podríamos tener un desplome total del sistema financiero y monetario mundial en cualquier momento. Todas las condiciones para eso están más que dadas. Así que tenemos que operar en base al supuesto de que eso ocurrirá pronto. El problema ahora es que todo el comportamiento de los mercados financieros y demás, se ha hecho impredecible en las mentes de la gente que dirige las principales instituciones gubernamentales y otras. De modo que hay un factor de caos.

Pero la cuestión de cuál es la solución ayuda a aclarar la situación. Hay varias medidas drásticas que tienen que adoptarse para regresar al sistema mundial a la estabilidad. Primero, someter al sistema monetario mundial a un proceso de reorganización financiera por bancarrota controlado por los gobiernos. Por ejemplo, tomemos el caso de la deuda argentina. Argentina, en términos netos, no debe nada. Mediante varias formas de manipulación, a Argentina se le creó una deuda artificial, además de la deuda legítima que sí contrajo. Ésta es la pauta general que se ve desde 1975 en toda América Central y del Sur. Tenemos algo parecido en los EU, no tan agudo, pero es más o menos lo mismo. También en Japón, y Europa está en bancarrota.

Así que lo único que puede pasar que sea cuerdo, es que los gobiernos tienen que echar mano de la soberanía del Estado nacional en tanto principio que es superior en poder a cualquier interés financiero. Entonces, el gobierno es responsable de defender el bienestar general de todo el territorio nacional y de toda su población. Los gobiernos tienen que hacer lo que Franklin Delano Roosevelt en los 1930. Tienen que congelar las viejas deudas impagables y resolver ese problema en el futuro, cuando la situación esté bajo control. Luego, los gobiernos tienen que emitir nueva moneda nacional, que principalmente se usa en préstamos de largo plazo para obras de infraestructura y otras relacionadas. Esto tiene que hacerse de tal manera, que aumente los niveles de ingreso y empleo de la población a un nivel llamado el “punto de equilibrio”, que en esencia es lo que hicimos después de la Segunda Guerra Mundial, cuando reorganizamos el sistema financiero.

Luego, tenemos que crear algo parecido al sistema original de Bretton Woods, con tasas de interés internacionales de largo plazo de 1 o 2%; interés simple, no compuesto. Tenemos que tener una política de tipos de cambio fijos entre las naciones. Tenemos que tener un programa de crecimiento científico y tecnológico de largo plazo. Y tenemos que hacer lo que hizo Roosevelt con su “política del buen vecino”. Tenemos que crear en las Américas, por ejemplo, una comunidad de principio entre Estados nacionales soberanos, con acuerdos sobre metas de largo plazo, metas de desarrolo económico. Y tenemos que hacer lo mismo con otras partes del mundo.

Esto nos sacaría del actual desastre. Pero hacerlo significaría quebrar el poder imperial, el gran poder imperial actual de la oligarquía bancaria privada. Franklin Delano Roosevelt derrotó a los oligarcas haciendo esto. Movilizó el poder de los EU para quebrar el poder de estos oligarcas financieros. Si no se hace eso, entraremos a una larga era de tinieblas de varias generaciones en todo el planeta.

Los oligarcas financieros son las peores bestias que uno pueda imaginarse. Harán casi cualquier cosa para no perder su poder; adoptarán medidas dictatoriales, como los nazis, adoptarán las políticas de canibalismo —de canibalismo económico— contra regiones enteras del planeta.

De ahí que la pelea sea en tres sentidos. Hay una crisis y hay una alternativa. Existe una fuerza que no aceptará esa alternativa. Si tiene éxito esa fuerza que no acepta la alternativa, el planeta entra a una era de tinieblas de varias generaciones, donde la población del planeta probablemente se reduciría a menos de mil millones de seres humanos.

Así que éstas son los asuntos y los temas que están sobre la mesa para toda la humanidad. El problema hoy es que la gente está tratando de entender la situación mundial sin enfrentar esas cuestiones. Es como tratar de navegar por el Atlántico, pero sin barco.

Gómez: Lyndon LaRouche, quiero presentarle a dos amigos de esta producción. Uno de ellos es el licenciado Carlos Pereyra Mele, director del Centro de Estudios Estratégicos Suramericanos. Y otro amigo que nos acompaña es el doctor Oswaldo Viola, doctor en leyes, que han trabajado muy especialmente en la elaboración y el análisis de temas que hacen al futuro de la región, del continente de América, a esta amistad entre EU y Argentina, y al futuro de toda la humanidad.

Yo quería que ellos, aprovechando que está en el estudio, hicieran cada uno una pregunta, para que nuestro amigo Lyndon LaRouche les diera respuesta. Así es que estoy pasándole esta comunicación al licenciado Carlos Pereyra Mele.

Pereyra Mele: Qué tal, buenas tardes. Mi consulta es la siguiente: desde que la administración Bush está al frente, su política en general ha sido la militarización de la política; transformar todo adversario político en un enemigo militar. En aras de esta nueva política, mi pregunta concretamente es la siguiente: ya que se avecina también la convención del Partido Demócrata, ¿cuál es la visión de los demócratas ante las nuevas tesis que se están planteando sobre América Latina, de [que son] “países inviables”. Es más, teniendo en cuenta que analistas políticos del continente consideran a Kerry un halcón culto, ¿no sería Kerry la continuidad de la política de la militarización que está aplicando el “grupo Bush”?

LaRouche: Hasta ahora, si no logro producir un viraje en la convención demócrata en Boston, entonces Kerry, en tanto candidato, antes de ser presidente, en esencia se convertirá en una continuación de la actual dirección de la política en torno a Bush. Ahora bien, lo que haría como presidente podría ser algo diferente.

El plan actual de la gente que controla a Kerry ahora lo ejemplifica el caso de Félix Rohatyn, antes asociado con Lazard Frères. Concediendo alguna posibilidad de que Rohatyn quizás cambie de idea —aunque no apostaría que lo hará—, entonces seguirá la tradición de Lazard Frères, que es una tradición fascista. Porque Lazard Frères fue una parte clave del aparato nazi en Europa durante la Segunda Guerra Mundial. En ese caso, tendríamos algo parecido, si es que eso tuviera éxito. Pero hay otra cosa que está pasando, que puede cambiar todo.

El juego básico de la gente en torno a Félix Rohatyn es tratar de posponer el desplome financiero hasta después de las elecciones de noviembre, porque temen que una explosión financiera cambiaría la naturaleza de la política de los EU. Cuando el pueblo estadounidense perciba que hay una depresión económica en curso, la situación bien podría cambiar de dirección de forma súbita y radical. Lo que temen gentes como Rohatyn es el tipo de reacción de la población estadounidense que les haría recordar la derrota que Franklin Roosevelt le propinó a Hoover.

El estadounidense típico, en especial el que forma parte del 90% de menores ingresos, piensa como un subalterno, como una persona que se siente inferior. Siente que no tiene poder real, aunque tiene el derecho al voto. Se concibe como una persona que pide favores como limosna. Por tanto, no trata de definir la política, sino de trabajar dentro del sistema existente. En un período de crisis, eso podría cambiar de súbito. La crisis se nos viene encima con rapidez, así que la oportunidad de un cambio de política, hasta en un Kerry, existe.

En esta situación, yo peleo, no porque tengo la garantía de que voy a ganar, sino que tengo que pelear para asegurarme de que, si existe la posibilidad de ganar, no esté dejando de cumplir con mi responsabilidad. Esto sólo es posible cuando existimos algunas personas que, como yo, tenemos un sentido de inmortalidad en la vida. Hay muy pocas Juanas de Arco hoy día. Resulta que yo soy una de esas personas “desafortunadas” que sí lo es. Pero ése es mi destino. Eso es lo que tengo que hacer. En realidad, es el destino de todos nosotros. Espero que ganemos.

Gómez: Ahora estamos con el doctor Oswaldo Viola, que le va a hacer una pregunta a nuestro invitado especial de hoy, el señor Lyndon LaRouche.

Viola: Bueno, antes que nada, celebro la referencia a santa Juana de Arco. Y siempre es grato poder dialogar con gente inteligente de los EU. Mi pregunta es puntual, porque todos los diarios lo que reflejan a diario es la situación de Iraq y Afganistán. Entonces, yo quisiera preguntarle a LaRouche: ¿cuál avisora él que va a ser la relación de los hechos en los próximos días o meses con relación a la presencia de EU en Iraq y en Afganistán? ¿Cómo va a repercutir eso sobre el Cono Sur de América?

LaRouche: Primero, no hay que asumir que hay mejora alguna reciente en la situación de largo plazo en Iraq. Los informes que salen en la prensa por lo general desorientan. La situación es peor que nunca. Es una situación que los expertos militares de Argentina reconocerían como una guerra asimétrica, en la que he alcanzado cierta pericia a últimas fechas.

No hay que pensar que la política es una de guerra. Iraq fue escogido como un blanco de oportunidad. La intención de atacar a Iraq estaba ahí desde el primer día que Cheney entró a la Vicepresidencia. Estos son los blancos de Cheney hoy, y él, no Bush, es quien controla el gobierno. Bush es un presidente títere. Es desagradable, está loco, es miserable, pero es un títere. Los blancos de Cheney incluyen a Siria, China, Corea del Norte, Rusia y demás. Es decir, la política de Cheney entró como una política de guerra perpetua imperial, usando la forma de la guerra preventiva nuclear para lograrlo. Es decir, estamos ante una nueva parodia del antiguo Imperio Romano, pero es una parodia que llega en la era de las armas nucleares y condiciones parecidas.

Con estas condiciones tecnológicas de guerra, el meter a los EU en una guerra en Asia, donde Europa no tiene experiencia, significa que este sistema podría establecer gran poderío, pero moriría en el proceso de tratar de establecerlo. Un resultado positivo de esto es que los militares profesionales que no están locos —como se ve en el caso de los generales retirados estadounidenses y de gente parecida en Europa, incluso en Rusia y otros lugares— entienden esto. Aun la gente a la que por lo regular se considera conservadora o derechista —puede que sea derechista, pero no loca— reconoce este peligro. Así que la situación es que cualquier cosa puede ocurrir. Esta no es una guerra de Iraq, es una guerra mundial que ha llegado a cierta fase de desarrollo, y está a punto de pasar a otra fase.

Por ejemplo, si el Gobierno de Ariel Sharon en Israel, que está en una situación desesperada, lanza un ataque nuclear contra Irán, se viene un desarrollo totalmente nuevo. E Israel está preparándose para lanzar ese ataque. Un ataque nuclear contra Corea del Norte tendría efectos incalculables. El intento del grupo de Cheney de desatar una guerra entre Taiwán y China, es otra situación de éstas. Esto va aparejado con situaciones en las Américas, donde hay toda clase de golpes y procesos parecidos que ya están en marcha. Entonces, ésa es nuestra situación. Es una situación caótica, en la que la gente que cree poder ganar puede destruir el planeta, pero no ganar. La pregunta es, ¿qué tan rápido podemos movilizar las fuerzas suficientes para evitar que eso ocurra?

Yo soy optimista, porque he podido, en los EU en particular, movilizar una red de personas. No son mis seguidores, son mis colaboradores. Hemos hecho una labor bastante aceptable para tumbar a Cheney. Si pudiésemos tumbar a Cheney pronto, y estamos a punto de lograrlo, entonces tendríamos un cambio total en la situación estratégica mundial. Se abrirían nuevas posibilidades. En verdad estoy trabajando en eso.

Gómez: Somos esclavos del tiempo de este programa, y quería, simplemente, en una apretada síntesis . . . —porque estamos a siete minutos de la terminación—, que el amigo Lyndon LaRouche nos hable de este trabajo sobre Los Estados soberanos de las Américas, que seguramente será un material con el que podremos contar en castellano. Y con esta respuesta estamos finalizando este diálogo que va a concluir el responsable periodístico del programa, que es el amigo Marcelo Trejo.

LaRouche: Yo estoy comprometido, como lo estaban Roosevelt y otros, a crear una asociación de Estados soberanos de las Américas, que en gran medida es una cooperación monetaria, económica y relacionada, y básicamente consiste en el desarrollo económico y social de los pueblos de estos países. Y, también, la cooperación en asuntos de seguridad mutua, de importancia mutua de todos estos países. Soy partidario de una política de defensa estratégica militar, con la esperanza de que nunca tendremos que ir a la guerra, pero con la capacidad de defensa. Y en ese marco, tratar de encontrar métodos alternativos, que no lleguen a los instrumentos de la guerra para encontrar maneras de resolver problemas que podrían llevar a crisis de seguridad.

Tomemos un ejemplo. Tenemos una situación terrible en Bolivia. Esto tiene que ver con bolivianos pobres conocidos como cocaleros. Uno de los problemas es que a los campesinos que cultivan la coca no les han dado ninguna alternativa para hacerse de un ingreso que no sea el cultivo de la coca. Entonces, o podríamos tener una desestabilización total de la región por el problema de la coca, o las naciones del continente podrían cooperar para tratar de garantizar que los campesinos de Bolivia tengan una verdadera alternativa al cultivo de la coca. Y esos campesinos, en vez de formar parte de una guerra social, reconocerían que los gobiernos que cooperasen para lograr esto, son sus amigos. Necesitamos ese concepto.

Trejo: Bueno, queremos agradecer al precandidato presidencial Lyndon LaRouche, que realmente ha tenido una participación brillante en nuestro programa por la claridad conceptual y por la propuesta que tiene, sobre todo para una nueva reconstrucción de la relación Latinoamérica–EU y Argentina–EU.

Queremos agradecerle a Lyndon LaRouche este esfuerzo de haberse prestado a este programa especial, hecho desde Córdoba, Argentina, enlazando a los EU. . . . , donde están ustedes.

Queremos agradecerle en nombre de Héctor Gómez, de quien les habla, del doctor Osvaldo Viola, del licenciado Pereyra Mele, por este contacto internacional. Y, realmente, valoramos mucho que un precandidato presidencial de los EU haya estado hablando de estos temas tan importantes en un programa desde una radio del Estado como es Radio Nacional, Córdoba, en la república Argentina.

En los segundos finales, simplemente para, de una manera, subrayar. . . Héctor, el valor que tiene un programa cualquiera desde EU. Habló nada más y nada menos que un precandidato presidencial de la primera potencia del mundo. Cualquiera que hace producción periodística sabe que esto no es fácil de conseguir. Además, hicimos un enlace en un esfuerzo de producción de prácticamente 50 minutos de enlace internacional con el país del norte.

¿Qué tal? Bueno, esto es un humilde aporte que queremos hacer desde esta radio, una radio del Estado, al esclarecimiento del público oyente de Radio Nacional, sobre qué podemos esperar en el futuro a partir de esta elección que se avecina en los EU entre demócratas y republicanos. Esta nueva relación que se puede llegar a forjar, dependiendo de quién gane, entre los EU y nuestro país, y Latinoamérica.

Gómez: Lo más importante para nosotros, argentinos, es que estamos decididos a ponerle un desafío a este siglo 21. Estamos decididos a abordar los temas de la globalización de la región y de América; y en América, obviamente, la presencia de EU. Y lo que más nos ha emocionado es que este ciudadano Lyndon LaRouche, como vos decís, precandidato del Partido Demócrata, es amigo de la Argentina. O sea, él tiene un afecto especial por la Argentina, tiene dedicado su trabajo muy concreto sobre la Argentina, y tiene una altísima consideración por quien fue tres veces presidente de la nación. Estamos refiriéndonos a Juan Domingo Perón.

Trejo: Bueno, queremos de esta manera ir cerrando nuestro programa. Esperemos que le haya gustado a la gente que tiene interés por la cuestión internacional, por esto que está hoy tan en boga como es la cuestión que se establece siempre con los EU a partir de los problemas de deuda, del default (incumplimiento—ndr.), de los temas financieros que tiene el país.

Nada más. Hoy ha sido un programa especial, sin música, sin la participación de oyentes. Pero, nada más y nada menos que con un precandidato presidencial del Partido Demócrata, en Radio Nacional, Córdoba, para todo el país.