Evaluación estrtégica
Resumen electrónico de EIR, Vol. II, núm. 14

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LaRouche acusa al DLC de armar un fraude para proteger a Cheney


El Movimiento de Juventudes Larouchistas reta a los "verdaderos
demócratas" de la tradición de Franklin Roosevelt, en un mitin en
la Universidad de California en Los Ángeles, EU. La pancarta dice:
"¡Los verdaderos demócratas debaten con LaRouche!", anunciando
el debate de precandidatos al que LaRouche invitó.

por Jeffrey Steinberg y Edward Spannaus

Las preguntas candentes que todo el mundo se hace hoy en Washington y en las demás capitales del mundo es: "¿Por qué no han obligado a renunciar al vicepresidente estadounidense Dick Cheney, el principal gallinazo tras la ofensiva suicida de guerra perpetua del Gobierno del presidente George Bush, aun después de descubrirse que usó documentos falsificados para manipular a Bush y al Congreso para que apoyaran la guerra contra Iraq? Y, ¿por qué los neoconservadores siguen ejerciendo su influencia sobre las políticas del Gobierno de Bush, en tanto la realidad en Afganistán e Iraq apunta al caos y a un número cada vez mayor de soldados estadounidenses muertos como resultado directo de sus pronósticos fantásticos, de que los estadounidenses serían recibidos como "libertadores"?

El precandidato presidencial demócrata Lyndon LaRouche respondió a esas preguntas el 25 de junio, en una declaración que difundió su comité de campaña LaRouche in 2004: "La única razón por la que no han obligado a Cheney a renunciar, es porque esos demócratas bajo el control de la pandilla del Consejo de Liderato Demócrata (DLC, siglas en inglés—ndr.) son partidarios más entusiastas de los neoconservadores que los republicanos. Y puesto que los principales candidatos demócratas no están dispuestos a oponerse al grupo del Comité Nacional Demócrata manipulado por el DLC, no son moralmente aptos para contender por la Presidencia. Si no pueden reconocer un fraude tan obvio como el que armó el grupo que encabeza Cheney, no califican para ser presidente".

El sitio electrónico de LaRouche documenta las pruebas de que Cheney mintió sobre las supuestas armas iraquíes de gran poder destructivo; esas fueron las mentiras con las que manipuló al Presidente y al Congreso para irse a la guerra, y que son motivo para retirarlo del cargo. Cheney promovía directamente el ahora desacreditado cuento del "óxido de uranio" de Níger, sobre los supuestos esfuerzos de Saddam Hussein por obtenerlo de esta nación africana. Ahora hay varias investigaciones en marcha sobre las acciones de Cheney y de varias agencias, incluyendo la Oficina de Planes Especiales (OSP, siglas en inglés) del secretario de Defensa Ronald Rumsfeld. No obstante, hasta ahora, los demócratas —aparte de LaRouche y un puñado de valientes congresistas, como los senadores Robert Byrd y Jay Rockefeller (Virginia Occidental), y el representante Henry Waxman (California)— rehusan abordar el asunto de forma eficaz.

LaRouche señaló que los republicanos tradicionales ya andan alzados, a su modo, contra los neoconservadores, como lo reflejan las actividades de los círculos de Brent Scowcroft, ciertas agrupaciones del sector de la inteligencia militar y algunas organizaciones conservadoras tradicionales.

Sobre la denuncia de LaRouche acerca del papel del DLC, algunas fuentes en Washington han confirmado, a detalle, que éste está repleto de ideólogos neoconservadores que tienen vínculos personales estrechos con algunos de los principales guerreristas del Gobierno de Bush. Una fuente destacó en particular a la sigilosa Oficina de Planes Especiales del Pentágono, la central de desinformación que encabeza Abram Shulsky, como un lecho de confabulación con el DLC. El equipo de manipuladores de información de Shulsky le pasó informes de inteligencia sin confirmar, sobre todo del desacreditado Congreso Nacional Iraquí y de una "OSP" paralela dentro de la oficina del primer ministro israelí Ariel Sharon, a Rumsfeld, quien los usó para contrarrestar los informes del sector de inteligencia tradicional de los EU: la (CIA Agencia Central de Inteligencia), la DIA (Agencia de Inteligencia de Defensa), la NSA (Agencia de Seguridad Nacional) y el Departamento de Estado. En efecto, ¡el equipo de Shulsky lanzó una "guerra de desinformación" contra Bush!

Uno de los lazos más fuertes del DLC con el partido guerrerista dentro del Gobierno de Bush, asciende directamente a la oficina del Vicepresidente, donde está el asesor de seguridad nacional y jefe de la oficina de Cheney, I. Lewis "Scooter" Libby, quien por más de doce años fue el abogado del jefe de la mafia israelí Marc Rich. El especulador Micheal Steinhardt, de los primeros que financiaron y presidieron el DLC, es un viejo socio y aliado político de Rich y trabajó de cerca con Libby, aunque en secreto, para conseguir que el entonces presidente Bill Clinton perdonara a Rich, quien estaba acusado de evasión de impuestos y de "tratar con el enemigo".

El DLC, fundado a mediados de los 1980, es una "caballo de Troya" introducido en el Partido Demócrata para favorecer a algunos de los principales círculos bancarios "sinarquistas" de Wall Street. El patrocinio sinarquista al DLC lo encarna Felix Rohatyn, banquero de Lazard Brothers que también es miembro ejecutivo del DLC.

Prácticamente todo un tesoro de documentos de la inteligencia militar estadounidense de la Segunda Guerra Mundial y de registros de audiencias del Congreso, que un equipo de historiadores y analistas de EIR estudian en estos momentos, prueba que Lazard Brothers estaba en el centro de la red sinarquista de instituciones financieras pro fascistas, junto con el Banque Worms de Francia y el J.H. Stein Bank de Colonia, Alemania, propiedad del general nazi Kurt von Schröder. Esta red internacional de banqueros fascistas aglutinados alrededor del Banco de Pagos Internacionales de Basilea, Suiza, se aseguró de "que todo siguiera igual" durante la guerra para las corporaciones multinacionales y los bancos involucrados en el comercio de materias primas y en la producción de guerra, a ambos lados del conflicto entre los aliados y las potencias del Eje, y de que evitaran que el tribunal de Nuremburgo los enjuiciara.

Para derrocar a los golpistas neoconservadores dentro del Gobierno de Bush hay que parar al DLC, y nadie está más calificado para limpiar al Partido Demócrata —de lo que el senador demócrata Edward Kennedy (Massachusetts) llamó el "segundo Partido Republicano"— que LaRouche. Quizá lo que mejor refleje el papel único de conducción de LaRouche en esta pelea, sea el hecho de que a últimas fechas ha sido blanco de acres ataques por parte de los principales periódicos financieros sinarquistas de Wall Street, la City de Londres y Suiza, por su denuncia de que el finado filósofo fascista universal alemán Leo Strauss es el "padrino de los neoconservadores".

Proyecto Democracia

En su diagnóstico sobre la confabulación entre el DLC y Cheney, LaRouche remonta el problema de los últimos treinta años en ambos partidos políticos al libro de Samuel Huntington, Crisis of Democracy (Crisis de democracia), escrito para la reunión de Kyoto de la Comisión Trilateral, de 1995, que lanzó el "Proyecto Democracia" para tomar a los partidos Demócrata y Republicano en beneficio de los banqueros sinarquistas. El célebre autor Bertram Gross describió esto en su libro de 1980, Friendly Fascism (Fascismo amistoso), como "fascismo con cara democrática".

En los 1970, los neoceonservadores del Partido Demócrata —incluyendo a Huntington— se agruparon en la Coalición por una Mayoría Demócrata (CDM, siglas en inglés). Sus dos luminarias en el Congreso eran los senadores demócratas Henry "Scoop" Jackson (Washington) y Daniel Patrick Moynihan (Nueva York). Jackson, el fallecido guerrerista frío y fanático pro israelí, sigue siendo el modelo a seguir para la turba del DLC hoy día. El senador Joseph Lieberman (Connecticut) dice estar orgulloso de que lo identifiquen como un "demócrata de `Scoop' Jackson". La revista bimestral del DLC, Blueprint, califica al senador republicano John McCain (Arizona) como otro posible `Scoop' Jackson. La ex jefa de la campaña presidencial de Al Gore, Donna Brazile, firmó hace poco una carta abierta publicada en el Wall Street Journal, con el título de "¿Qué haría `Scoop'?", en la que se jacta de identificarse con Jackson y Moynihan.

De hecho, Brazile encarna las operaciones subversivas de la pandilla del DLC, que es parte integral de la red neoconservadora que ha penetrado y corrompido tanto al "Partido Republicano de Lincoln" como al "Partido Demócrata de Franklin Delano Roosevelt", hasta el punto que a cualquier miembro del partido o funcionario elegido que invoque a estos dos grandes presidentes estadounidenses de forma significativa, lo tachan de dinosaurio y le dan el "tratamiento LaRouche", calumniándolo y aislándolo. El DLC, en la declaración de su misión, dice que su meta es la eliminación total del legado de Franklin Roosevelt del Partido Demócrata.

En pocas palabras, el DLC se acuesta en la misma cama con la pandilla neoimperial encabezada por Cheney dentro del Gobierno de Bush, y es culpable de todos los cargos que LaRouche le imputa.


El Movimiento de Juventudes Larouchistas
Los Ángeles, California