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Resumen electrónico de EIR, Vol. II, núm. 03

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Los jóvenes llevan la solución LaRouche a las capitales estatales

por Nancy Spannaus

Dos hechos han distingido el inicio de las sesiones legislativas estatales de los Estados Unidos este año. Uno, es que los estados de los Estados Unidos enfrentan la peor crisis presupuestal en medio siglo, misma que significará, literalmente, la muerte de miles de ciudadanos a causa de los recortes presupuestales en los servicios de salud pública y en otros renglones. El otro, es que la juventud larouchista ha descendido sobre las capitales de varios estados, llevando esperanza y la solución de Lyndon LaRouche: una reorganización por bancarrota, reimponer medidas de regulación, y exigir que el gobierno federal emita créditos para la creación de empleos en infraestructura.

La juventud LaRouchista no está dispuesta a aceptar un no como respuesta, porque sólo con la conducción de LaRouche y, a la larga, su elección a la Presidencia de los Estados Unidos, habrá un futuro para estos jóvenes y las generaciones por venir.

La mengua en los ingresos fiscales a causa de la reducción de empleos y las pérdidas bursátiles ha abierto una brecha de más de 50 mil millones de dólares en los presupuestos estatales. Todos los gobernadores han optado por cortar, cortar y cortar. Sin el poder constitucional del gobierno federal para efectuar una reorganización efectiva, los estados están arrojando a sus ciudadanos a los lobos, quitándole a millones de estadounidenses de bajos ingresos el seguro de salud gubernamental conocido como Medicaid, y recortando otras prestaciones y servicios. Estos recortes literalmente matan a la gente. Puesto que Medicaid representa el componente más grande y de mayor crecimiento de los presupuestos estatales, se ha convertido en uno de los blancos principales.

De hecho, los déficits actuales son sólo el principio; la brecha crecerá cuando empeore la desintegración económica en las próximas semanas. No hay forma de que "regresen" los ingresos si no hay una reorganización del sistema financiero mismo.

La juventud marcha sobre Pensilvania

El 7 de enero, cuando llegaban los legisladores estatales a su juramentación, unos 30 jóvenes larouchistas convergieron en Harrisburg, la capital del estado de Pensilvania. Los jóvenes se desplegaron de despacho en despacho, demandando que los legisladores tomaran pasos para emprender una verdadera recuperación económica.

Típicamente, los legisladores y sus asesores trataban de rebajar la discusión a lo "práctico", en vez de partir del principio del bienestar general. Cuando uno de los jóvenes se refirió al concepto del bienestar general, un asesor le dijo que estaba partiendo de la premisa incorrecta. El estudiante le respondió: "No. ¡Estoy partiendo de la premisa que establece el preámbulo de la Constitución de los Estados Unidos!"

Pero el asesor rehusó aceptar ese principio, insistiendo que lo particular era más importante. Cuando otro joven le respondió que "la gente dio su vida en la Revolución Americana para ganar este principio general", el asesor, frustrado, comenzó a tildar a los jóvenes de "fascistas", por creer que sabían más que el común de la gente.

El 8 de enero, las juventudes larouchistas y otros intervinieron en el inicio de las sesiones de la legislatura del estado de Michigan, en Lansing, la capital, donde repartieron miles de ejemplares de volantes, folletos y otros escritos de LaRouche, y dominaron los acontecimientos.

Los jóvenes se reunieron con la gobernadora de Michigan, con el vicegobernador, con varios dirigentes del Senado y de la Cámara de Diputados del estado, y con dirigentes de la junta de legisladores negros. Los jóvenes recalcaron que LaRouche fue el único que previó la crisis, y es quien tiene la solución. Los jóvenes le dijeron a la gobernadora —que anunció su intención de "recortar hasta el hueso y tal vez amputar una extremidad o dos"—, que sus propuestas eran genocidas.

Los jóvenes insistieron que si los legisladores realmente iban en serio, debían invitar a LaRouche a testificar en audiencias de emergencia. De hecho, una semana después, la gobernadora anunció que el déficit había crecido aún más y que era necesaria una sesión de emergencia de la legislatura para cerrar la brecha.

Y sobre Richmond, Trenton y Sacramento

El 13 y el 14 de enero, la juventud larouchista marchó sobre Richmond y Trenton, respectivamente, las capitales de Virginia y Nueva Jersey, cuando los legisladores se reunían para deliberar sobre los recortes presupuestales. Los jóvenes se mofaron del llamado "paquete de estímulo" económico propuesto por el presidente estadounidense George W. Bush, y exigieron que el centro del debate fuera la propuesta de LaRouche para establecer una "Super TVA", siguiendo el modelo de la entidad que creó Franklin Delano Roosevelt en 1933 para impulsar la infraestructura, la "Tennessee Valley Authority" (TVA, Administración del Valle del Tennessee). Tres de los jóvenes testificaron ante la comisión de finanzas de la legislatura de Virginia.

Como demuestra la situación en Sacramento, la capital de California, donde la juventud larouchista ha cabildeado por varios meses, el principal obstáculo que tienen los legisladores, no es sólo su tamaña ignorancia sobre cuestiones económicas, sino el temor a que se les vea asociados con LaRouche. La juventud ha atacado este temor de frente, insistiéndole a los legisladores que fue LaRouche quien inspiró a estos jóvenes, de entre 18 y 25 años de edad, a entablar una lucha de principio por el futuro de la nación.