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Resumen electrónico de EIR, Vol.XXIV, nums. 13-14
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El LYM al Congreso de EU:

¡Erijan un muro de contención o dejen el cargo!

por Matthew Ogden, miembro del LYM

 


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Un miembro del LYM organiza en el distrito financiero de Seattle, disfrazado de especulador quebrado. El cartel reza: “Mi fondo especulativo reventó. ¿Me puede prestar un poco de liquidez?” (Foto: Will Mederski/EIRNS).

Convirtiéndose en el primer cuerpo legislativo de Estados Unidos en hacerlo, el Concejo Municipal de Pontiac, Michigan, aprobó el 4 de octubre una resolución que insta al Congreso a instrumentar con presteza la ley de Protección a los Bancos y Propietarios de Vivienda de Lyndon LaRouche. La importancia inmediata de esta resolución es que representa la voz de una ciudad ubicada en el corazón estratégico del otrora vibrante sector industrial y de máquinas–herramienta del país, cuya población es de clase media trabajadora; pero, a consecuencia de la filosofía de odio contra los obreros que abrazó la generación sesentiochera de corbata en los últimos 40 años, esta región ha sufrido una dinámica continua de deterioro, lo que ha convertido a la zona metropolitana de Detroit en la segunda ciudad del país que está siendo devastada por los embargos hipotecarios.

Esta decisión del Concejo de Pontiac se suma a la resolución similar que sometió el representante estatal demócrata LaMar Lemmons, Jr. a consideración de la Cámara de Representantes de Michigan, misma que, en cuanto se dio a conocer, consiguió 21 copatrocinadores. La resolución se hace eco de la que sometió el representante demócrata Harold James ante el Congreso estatal de Pensilvania, la cual recabó 40 firmas, y de la que se presentó hace poco en la Legislatura estatal de Illinois.

Aparte de estas entidades oficiales, cerca de 60 funcionarios estatales y locales de todo el país apoyan la petición nacional que circula el Comité de Acción Política Lyndon LaRouche (LPAC), la cual exige la intervención federal para poner en vigor la ley de LaRouche. A estos 60 se les han sumado más de 100 dirigentes sindicales y otros activistas de las tres minorías principales: las comunidades negra, hispana e india americana. Esta intervención nacional que ha organizado LPAC entre los llamados funcionarios de la tercera y cuarta fila, realmente ha puesto de cabeza la política en EU. A diferencia del control vertical como de “Zeus olímpico” que los demócratas de Pelosi creen tener, estos funcionarios surgen ahora como los líderes naturales verdaderos de la nación, al responder a la creciente crisis social y a la inminente implosión financiera, de la cual la ola actual de embargos es un mero preludio sombrío. ¿Por qué pedirle permiso para actuar a la caterva de biodiotas del Congreso, que tiene una credibilidad de tan sólo 18%? El Congreso está otra vez ocupado con la charlatanería sobre el etanol, como lo hizo el año pasado, cuando LaRouche peleaba por salvar el sector de máquinas–herramienta con la Ley de Recuperación de Emergencia de 2006. Este apoyo general viene del rechazo más difundido de grandes sectores del electorado al comportamiento condicionado de esperar a que “autoridades importantes” den su venia para actuar. La actitud que había imperado de seguir la corriente para no meterse en problemas está convirtiéndose en la de un movimiento de masas orientado a una misión: exigir que el Congreso defienda el bienestar general. ¡Es una verdadera revolución!

Si el Congreso parece divorciado de las realidades que vive su electorado, ciertamente no es el caso de los dirigentes locales, que ahora le exigen a Washington que actúe. Lee la carta abierta de Jim Rokakis, tesorero del condado de Cuyahoga, que publicó el Washington Post el 30 de septiembre. Habla del deterioro social en Slavic Village en Cleveland, donde muertes ligadas a las drogas y violencia pandilleril son el saldo de la ola de embargos, que ascendían a 800 en el último recuento, y que están dejando calles y cuadras enteras abandonadas. Y, como señala Rokakis, “Cleveland no es el único”. Esta dinámica de deterioro está cobrándose buena parte del terriorio de EU, al propagar el caos social como una suerte de sarampión, tal como lo documentó EIR (en su versión en inglés) el 6 de enero de 2006, en un artículo sobre las “zonas muertas” de Baltimore.

Éste fue el mensaje de los representantes estatales Harold James y Juanita Walton en la convención anual de la Junta de Legisladores Negros del Congreso. Junto con un equipo de activistas del Movimiento de Juventudes Larouchistas (LYM), James y Walton organizaron a los congresistas participantes para que respondieran al llamado de docenas de representantes estatales de todo el país a apoyar e instrumentar la ley de Protección a los Bancos y Propietarios de Vivienda de LaRouche. Lo más importante fue la acogida que tuvo el respaldo del asambleísta de California Mervyn Dymally, un ex congresista y ex presidente de la junta que los asistentes conocen muy bien. Varias estaciones de radio que transmitían en vivo desde la convención solicitaron entrevistas con Walton, James y representantes de LPAC, e incluso el programa nacional de Mev Smith, que se transmite para la comunidad negra. También los entrevistó la emisora WURD 900 AM, un programa de Filadelfia que se transmite en el distrito del que James es representante, y para el circuito cerrado de televisión de la Junta de Legisladores Negros.

Las entrevistas no pararon al terminar la convención. El 4 de octubre la emisiora KLPW de San Luis entrevistó a Walton. Ese mismo día el ex representante estatal demócrata LaMar Lemmons III, cuyo padre es el principal patrocinador de la resolución de la Legislatura de Michigan a favor de la ley de LaRouche, fue entrevistado por KLPW de Detroit.

Tras esta convención, la Junta de Legisladores Hispanos también se reunió en Washington. La intervención de los organizadores de LPAC con los dirigentes de esta población tan duramente afectada en torno a la iniciativa de congelar los embargos fue significativa, y algunos líderes latinos muy importantes decidieron engrosar la lista de quienes apoyan la ley de Protección a los Bancos y Propietarios de Vivienda.

Fuego cruzado

En esta clase de movilización nacional de masas, el despliegue extenso del movimiento larouchista amplifica todo avance en cada región, para encender más adelantos en otras partes. Este efecto multiplicador fue evidente en una reunión que se celebró el 4 de octubre en el ayuntamiento de Lansing, Michigan. El LYM había presentado ahí la propuesta de ley dos semanas antes, como lo ha hecho en docenas de tales reuniones por todo EU. Uno de los concejales reunió a una comisión del ayuntamiento para que atendiera una presentación formal del LYM sobre la resolución. Tras subrayar el hecho de que Lansing y todas las demás ciudades enfrentan las secuelas de un problema que no está en sus manos resolver y que la burbuja inmobiliaria se creó originalmente como una ilusión en anticipación al desplome de todo el sistema financiero, la respuesta más significativa fue la de un concejal que comentó: “De lo que hablan es de cambiar el sistema entero. ¡Eso es en realidad algo grande! Estoy de acuerdo con todo lo que dicen. . . ¡pero esto es grande!”

A estos concejales los impresionó mucho el borrador de la resolucion HR 190 de Michigan, en apoyo a la ley de LaRouche, que se debate en el Congreso estatal, y la lista de copatrocinadores, lo cual indica que esto será un factor positivo que influenciará su decisión. Ésta es política de verdad; así es como se moviliza a las bases.

El LYM, al desplegarse a ciudades como Lansing y Pontiac, y a legislaturas como las de Michigan y Ohio por todo el oeste medio de EU, al reunirse con representantes y llevar la ley de LaRouche a las universidades, y al atraer estudiantes a estas reuniones, aplica una estrategia de generar un efecto de masas en estas concentraciones de población. Del mismo modo, los jóvenes se despliegan por todo el corredor nororiental, desde Nueva Inglaterra hasta Nueva York, Nueva Jersey, Pensilvania y el “epicentro” del temblor hipotecario en el norte de Virginia, y abarcan la costa oeste, hasta Texas, y tienen redes en Dakota del Sur, Misurí, Kentucky y varios otros estados. Lo que funciona es el método de erigir un liderato natural entre la población, y los ciudadanos están respondiendo a este liderato incipiente, en especial en las regiones en las que las “historias de horror” del caos social y el desplome económico ya están incitando a la gente a actuar.


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Jóvenes integrantes del LYM le advierten a los argentinos que tengan cuidado con la “lluvia de banqueros y especuladores suicidas”, condición climática que se deriva de la actual crisis de desintegración del sistema monetario–financiero internacional. (Foto: EIRNS)

El ejemplo antedicho de Cleveland es uno; otro importante es el de Lancaster, Pensilvania, donde los organizadores de LPAC han estado sobre el terreno para intervenir en varias reuniones colectivas. Estas vivas manifestaciones locales de un derrumbe nacional están provocando la reacción revolucionaria de las bases políticas. Nuestro trabajo es encauzar el peligroso potencial de que haya una revuelta, hacia una intervención estilo Roosevelt para salvar a EU.

En Olympia, Washington, aunque el gobernador quiere hacer como que el peligro que enfrenta el estado no existe —al insistir, en respuesta a una pregunta de un organizador del LYM en un foro público, que no había por qué preocuparse, ya que el estado de Washington ocupa el puesto 49 en cuanto a embargos—, varios banqueros vienen expresándole al LYM su apoyo a la ley de LaRouche, por el peligro que corren los bancos de que sus valores hipotecarios nominales se sequen.

Esta batalla para salvar las viviendas y los bancos transparenta la verdadera naturaleza de la guerra que se libra. En diversas reuniones en la Legislatura de Texas, los organizadores de LPAC hicieron hincapié en que, así como lo hizo el ex congresista Jim Wright durante la famosa crisis del sistema de ahorro y préstamo, la lucha hoy es por proteger al ciudadano común de los especuladores traidores, como los fondos especulativos con sede en las islas Caimán británicas, que se le han pegado, cual parásitos, a los bancos autorizados de los que depende la vida diaria de los estadounidenses. Tal es el verdadero alcance de la ola de embargos a la que la ley de LaRouche pretende darle marcha atrás, específicamente en contra de los cabilderos de los fondos especulativos que aglutina el grupo Ogilvy. Los informes del LYM en estas oficinas legislativas sobre la verdadera envergadura de esta guerra inspiró a un legislador a pedirle por escrito al Gobernador de Texas que convoque a una sesión especial sobre la crisis inmobiliaria, para considerar la instrumentación de la ley de LaRouche. Es un verdadero logro, porque la Legislatura de Texas no iba a sesionar sino hasta enero de 2009.

Construyamos el muro de contención de inmediato

Aunque este informe de las intervenciones de LPAC está lejos de abarcarlo todo, es importante agregar algo sobre los indicios del efecto de masas que viene gestándose. Además de los funcionarios de gobierno, sindicales y de otra índole, ciudadanos de todo EU están enviando por correo electrónico mensajes espontáneos de apoyo a LPAC, como parte del creciente número de lectores de larouchepac.com, entre los que figuran ingenieros, maestros, estudiantes y dirigentes religiosos.

Un conserje escolar envió el siguiente mensaje: “¡Sí! Sin duda apoyo esta solicitud que hacen al Congreso: Aprueben la ley de Protección a los Bancos y Propietarios de Vivienda de 2007. Éste es el método más inteligente para estabilizar una economía que ya se tambalea. Yo viví la última depresión de 1929, y con esta suerte de lógica podemos evitar que millones de familias tengan que sufrir de nuevo. ¡Por favor aprueben la ley de Protección a los Bancos y Propietarios de Vivienda de 2007!”

La lluvia de mensajes de apoyo, tanto de personas individuales como de cuerpos legislativos —de los cuales el ayuntamiento de Pontiac es el primero—, continuará; sin embargo, el muro de contención económica que LaRouche propone no puede erigirse sólo con firmas de apoyo. La videoconferencia que dio LaRouche por internet el 10 de octubre, titulada “República o imperio”, está algutinando a una amplia red de funcionarios en una especie de equipo de expertos y líderes naturales como el que Franklin Roosevelt conformó en su maquinaria para la recuperación. LPAC organizó a legislaturas estatales de todo EU para que participaran vía satélite en vivo, a fin de que este equipo sostuviera un diálogo directo con LaRouche. Estas personas harán las veces de jurado para el Congreso, pero Washington debiera escuchar su juicio tan sólo como un preludio del juicio que hará la historia: ¿actuó el Congreso cuando la superviviencia de la nación estaba en juego o se abstuvo de hacerlo por su debilidad moral?