Estudios estratégicos

Resumen electrónico de EIR, Vol.XXIV, núm. 10

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Estudios estratégicos

Rusia pone sobre el tapete los grandes proyectos de LaRouche

La propuesta de Lyndon LaRouche para la construcción de grandes proyectos de infraestructura se puso en primer plano en una conferencia auspiciada por el Gobierno de Rusia, titulada “Megaproyectos para Rusia oriental: Un vínculo de transporte eurasiático–americano transcontinental vía el estrecho de Bering”, que tuvo lugar en Moscú el 24 de abril, con la participación de centenares de peritos. La conferencia vino unas tres semanas antes de la visita personal de LaRouche a Moscú el 15 y 16 de mayo, donde fue a celebrar los 80 años de edad del economista Stanislav Mijáilovich Menchikov en la Academia de Ciencias de Rusia (ver editorial de Resumen ejecutivo de la 1ª y 2ª quincenas de junio de 2007).

Varios en muchos países se sintieron optimistas de que las deliberaciones de abril significan que ha llegado el momento de construir uno de los grandes proyectos: un túnel bajo el estrecho de Bering que conecte a Alaska, Estados Unidos, con la región rusa de Chukotka.

Entre los ponentes estadounidenses que participaron en la reunión —patrocinada por el Ministerio de Desarrollo Económico y Comercio (MERT), el Ministerio de Transporte, el Consejo para el Estudio de las Fuerzas Productivas (SOPS) de la Academia de Ciencias de Rusia, Ferrocarriles de Rusia y los gobiernos estatales de Siberia y el Lejano Oriente ruso— destacó, además de LaRouche, Walter Hickel, ex secretario del Interior de Estados Unidos, ex gobernador de Alaska y, por años, gran partidario de que se construya el túnel por el estrecho de Bering. Hickel subrayó que los megaproyectos representan una alternativa a la guerra, y que la colaboración ruso–estadounidense en un proyecto como el de Bering cambiaría al mundo para bien.

La revista Forum International de Moscú publicó el 6 de junio una edición especial dedicada al proyecto de unir la infraestructura eurasiática y americana mediante un túnel que atraviese el estrecho de Bering.

La ponencia de Lyndon LaRouche, “Cambia el mapamundi político: Mendeléiev estaría de acuerdo”, fue leída por el doctor Jonathan Tennembaum. LaRouche, director fundador de Executive Intelligence Review, viene abogando desde 1978 por la construcción de un puente–túnel que atraviese el estrecho de Bering, y escribió su ponencia a instancias de los organizadores de la conferencia; la misma se publicó el 6 de junio en inglés y en ruso en FORUM International.

Los dos estadounidenses recalcaron que el proyecto sí puede llevarse a cabo, y de esa forma integrar a Norteamérica en la perspectiva de desarrollo eurasiático que está fomentándose por medios tales como la Organización de Cooperación de Shangái. El proyecto sería, como dijo LaRouche en Moscú en 2001, parte “de la más grande transformación de la biosfera en la historia”.

En la reunión participaron altos especialistas de agencias federales y de gobiernos regionales de Rusia, de la Academia de Ciencias, e invitados extranjeros de Japón y Corea. Ésta fue la primera de una serie de conferencias sobre “Megaproyectos para Rusia oriental” que organizan los patrocinadores.

Los organizadores lograron acaparar los encabezados luego de sostener una rueda de prensa el 18 de abril para publicitar la conferencia, en la que con mucho entusiasmo presentaron un mapa gigantesco de la conexión ártica, que mostraba el proyecto multimodal de 65 mil millones de dólares, y sus líneas ferrovíarias y de transmisión eléctrica relacionadas. Aparecieron como 60 artículos en los periódicos, la internet y otros medios electrónicos, entre ellos un informe en el canal 2 de la cadena de televisión nacional rusa NTV, que presentó un mapa dinámico del ferrocarril que proyecta construirse desde Yakutsk en Siberia oriental, hasta Nomé y Fairbanks en Alaska, y Fort Nelson en Canadá.

Lyndon LaRouche (abajo) fue invitado de honor de la Academia de Ciencias rusa durante los festejos que organizó el 15 y 16 de mayo para celebrar el cumpleaños número 80 del profesor Stanislav Mijáilovich Menchikov (arriba).

Los participantes instaron a los gobiernos del Grupo de los 8 países industrializados a incluir el megaproyecto del estrecho de Bering en el temario de discusiones de su reunión cumbre en Heiligendamm, Alemania. Georgi Mamedov, el embajador de Rusia ante Canadá, le dijo al diario Globe and Mail de Toronto que ahora se siente optimista de que el túnel se construirá. El diplomático dijo que esperaba que el presidente ruso Vladimir Putin lo sacara a colación en su reunión con el primer ministro canadiense Stephen Harper en Heiligendamm. “Necesitamos que Canadá forme parte” de esto, dijo.

Alexander Granberg, quien encabeza el SOPS, describió las ventajas del proyecto el 16 de abril en una entrevista con el portal económico OPEC.ru. Dijo que las conexiones viales, ferroviarias y de oleoductos manejarían el 3% de todo el comercio mundial de bienes tangibles. El proyecto facilitará el aprovechamiento de una mayor porción del potencial hidroeléctrico del oriente de Rusia y permitirá explotar depósitos minerales antes inaccesibles. Añadió que la conexión del tendido eléctrico de Siberia, del Lejano Oriente ruso y Norteamérica economizaría 20 mil millones de dólares anuales.

Según Granberg, para la dirigencia rusa el mejoramiento de la infraestructura de transporte es esencial para el desarrollo de la enormes regiones del interior del país. Se refirió a una presentación que dio Vladimir Yakunin, quien encabeza la compañía paraestatal Ferrocarriles de Rusia, en una reunión sobre transporte ferroviario que dirigió el presidente Vladimir Putin el 10 de abril. Yakunin dijo en esa reunión que la construcción de una vía férrea de 3.500 kilómetros desde el río Lena hasta el estrecho de Siberia, es una tarea prioritaria. El Lena es el más oriental de los tres grandes sistemas fluviales de Siberia, y es el décimo río más largo del mundo.

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Diseño artístico del túnel ferroviario propuesto que atravesaría el estrecho de Bering. La primera de una serie de conferencias sobre “Megaproyectos para Rusia oriental” pone este viejo sueño más cerca de convertirse en realidad. (Foto: ©J. Craig Thorpe, por encargo de Cooper Consulting Co.).

Factibilidad y financiamiento

El ingeniero estadounidense Hal Cooper, cuya visión general del proyecto apareció en EIR en 1994, y cuyos parámetros detallados sobre el mismo recientemente han atraído la atención de estudiosos rusos y estadounidenses, dijo que la conferencia de Moscú podría significar que el plan ha llegado a “un verdadero cambio de fase”.

En su intervención el 24 de abril, el académico Greenberg, flanqueado por grandes carteles y mapas del proyecto intercontinental, dijo que el próximo paso será el diseño y los estudios de factibilidad para el corredor de 6.000 kilómetros de rieles, carreteras, ductos y tendido eléctrico de Yakutsk a Fort Nelson, que incluye el túnel de 85 a 100 kilómetros bajo el estrecho de Bering. En realidad serán dos túneles, dijo Granberg, porque la Gran y la Pequeña Diomede, dos islas que le pertenecen, respectivamente, a Rusia y Estados Unidos, están en medio del Estrecho y pueden servir de plataformas intermedias. Dado que Japón ya ha construido túneles submarinos de 50 kilómetros entre las islas que tiene en la zona, añadió Granberg, la tecnología a emplearse ya está probada.

Louis Cerny, de la Asociación de Ferrocarriles de EU, en su presentación en la conferencia habló de la factibilidad técnica del cruce por el estrecho de Bering, y subrayó que podría completarse de manera acelerada contruyendo sus distintos componentes de manera simultánea.

Muchos de los ponentes rusos se refirieron a decisiones recientes que ha tomdao su gobierno, las que le han imprimido un sentido prioritario al proyecto. Una de ellas es el Programa de Metas Federales, llamado “Desarrollo del Lejano Oriente y la región Transbaikal” hasta el 2013. Como informó EIR en un artículo en su edición del 13 de abril, “The Russian Far East: A World Great Project” (El Lejano Oriente ruso: Un gran proyecto mundial), por Mary Burdman, el primer ministro Mijaíl Fradkov ha tomado una serie de medidas para resolver la falta de desarrollo y la despoblación de esas regiones.

Al presentar la ponencia de LaRouche, el doctor Tennenbaum, su colaborador de muchos años, dijo que era un trabajo del economista estadounidense a quien se conoce en Rusia sobre todo por su ciencia de la economía física y por su promoción de proyectos de infraestructura básica. Los participantes rusos vieron con mucho interés la consideración que LaRouche le ha dado al legado del químico y economista nacional Dimitri Mendeléiev, y el hecho de que haya vinculado la cooperación de las grandes potencias en el proyecto del estrecho de Bering con la tarea de evitar conflictos.

El Puente Terrestre Mundial, proyección polar

Fuente: EIR.

Tennenbaum, a quien se conoce en Rusia en particular como uno de los autores de The Eurasian Land-Bridge: The ‘New Silk Road’—Locomotive for Worldwide Economic Development (El Puente Terrestre Eurasiático: La ‘Nueva Ruta de la Seda’, motor para el desarrollo económico mundial), un informe especial que EIR editó en 1997, luego habló en detalle sobre el concepto de los corredores de desarrollo y de una red de tales corredores. Su construcción en el extremo norte representa un desafío para el siglo 21, que puede enfrentarse mediante la construcción de redes de ciudades alimentadas con fuerza atómica, dijo. El trabajo que ha llevado a cabo EU en la construcción de la ciudad de investigación Camp Century, impulsada por la energía nuclear, bajo el hielo de Groenlandia en los 1950, junto con la experiencia de Rusia en la construcción de ciudades en Siberia, hace de esto un campo perfecto para fomentar la cooperación ruso–estadounidense, dijo.

Maxim Bystrov, subdirector de la Agencia Federal para la Zonas Económicas Especiales de Rusia, retomó lo planteado por LaRouche y Tennembaum sobre la enorme burbuja financiera que hay en el mundo hoy, a diferencia del potencial que representa invertir fondos en cosas productivas como estos proyectos de infraestructura. Los fondos no irán a proyectos de infraestructura por sí sólos, recalcó Bystrov. Más bien el Gobierno de Rusia debe atraer a concesionarios privados a los proyectos y no depender únicamente de fondos oficiales de los países participantes. Al mismo tiempo, dijo, su agencia está dispuesta a invertir 120 millones de dólares en los estudios de factibilidad.

El gobernador de Yakutia (la República de Saja), Vyacheslav Shtyrov, cuya ponencia fue leída por el representante de la región en Moscú, habló sobre el enorme potencial que tiene esa región de Siberia oriental. Con un territorio casi la mitad del tamaño de los 48 estados colindantes de EU, que abarca tres husos horarios y se extiende hasta el litoral ártico, la población de Yakutia apenas supera el millón de personas. Shtyrov dijo que, “tenemos todos los elementos de la tabla periódica de Mendeléiev” en Yakutia, además del entusiasmo por las ideas de Mendeléiev a favor del desarrollo.

Optimismo contagioso

La noticia de que las más altas esferas de Rusia apoyan el proyecto del túnel en el estrecho de Bering fue recibida con beneplácito por toda Eurasia, desde Suecia hasta Japón. Dagens Industrie, un periódico de negocios sueco, publicó un informe favorable sobre la conferencia en su edición del 25 de abril. La prensa alemana informó de las reacciones entusiastas que hubo en China, Corea y Japón, y dijo que algunos en el empresariado japonés creen que el túnel puede contruirse a un costo más barato que los cálculos que se presentaron en la conferencia de Moscú.

En Dinamarca, en donde la atención nacional se ha enfocado en el programa del Instituto Schiller para construir una infraestructura ferroviaria de levitación magnética, Tom Gillesberg, dirigente del Instituto Schiller, recordó que el Estrecho lleva el nombre de Vitus Bering, un danés que prestaba servicio en la armada rusa en la era de Pedro el Grande, a principios del siglo 18.

La publicación de un artículo sobre el proyecto del estrecho de Bering en el sitio de internet Elaph.com, de Arabia Saudita, provocó un optimismo contagioso. “El costo de 65 mil millones de dólares de este gigantesco proyecto de transporte se recuperará rápidamente por el ingreso que genere el intercambio de bienes entre los países de la región”. Los comentarios que le enviaron a este sitio electrónico lectores de los países árabes y personas de ascendencia árabe de EU y Canadá, instaban a los Estados árabes a aprender de Rusia, Canadá, EU y Asia, y emprender la construcción de una red de ferrocarriles y puentes por todo el mundo árabe, desde el golfo Pérsico hasta Nordáfrica.

En Rusia misma muchos identifican el proyecto del estrecho de Bering con LaRouche. La línea ferroviaria del estrecho de Bering apareció en los mapas que publicó EIR en su informe especial de 1997 sobre el Puente Terrestre Eurasiático. El académico Serguéi Rogov, del Instituto Estados Unidos y Canadá, y el académico Vladimir Myasnikov, entonces del Instituto para el Oriente Medio, reprodujeron el mapa de EIR para ilustrar sus propios escritos sobre el potencial de desarrollo eurasiático, que aparecieron en las principales publicaciones rusas a fines de los 1990.

Lo arraigado de la reputación de LaRouche como el que ideó el proyecto del estrecho de Bering, lo muestra un comentario típico que apareció en una bitácora electrónica rusa el 23 de abril. En referencia a un informe reciente del Departamento de Estado de EU que promete apoyar el cambio de regímenes en la ex Unión Soviética en aras de la “democracia”, el autor comenta: “Algo que tengo que aplaudir mentalmente, es que se le responda al ataque más reciente del Departamento de Estado con la propuesta de un proyecto gigantesco de inversión conjunta, el sueño de Lyndon LaRouche, quien asesoró a los demócratas en las últimas elecciones congresionales; y esto viene nada menos que del Ministerio de Desarrollo Económico y Comercio, ¡pese a que lo encabeza uno de nuestros liberales más empedernidos!