El miedo al “Calentamiento Global” no es ciencia,
es para reducir la población

Informe Especial de EIR

Defendamos a la humanidad del fraude satánico del cambio climático

El papa de la corona británica para la despoblación: CBE Hans Joachim Schellnhuber

"Métodos" de los alarmistas climáticos

Alemania: Caso ejemplar en el fracaso de la energía verde

por Benjamin Deniston

3 de agosto de 2015.- Al ver la actividad de los partidarios de la narrativa de la catástrofe del cambio climático originado por el hombre, cabe preguntarnos sobre su aparente metodología: si los datos experimentales o de la observación no cuadran con el modelo, ¿por qué no cambiarlos simplemente?.

Esto nos recuerda las declaraciones de uno de los padres fundadores del espantapájaros de la catástrofe del cambio climático provocado por el hombre. El Dr. Stephen Schneider, desde la década de 1980 fue uno de los primeros destacados paladines de la necesidad de detener una supuesta catástrofe de calentamiento global causada por el hombre (después de haber advertido en la década de 1970 sobre una inminente amenaza de enfriamiento global causado por el hombre). Schneider fue fundador y editor de la revista Climate Change (Cambio Climático); autor o coautor de cientos de artículos sobre el cambio climático; coordinador y autor principal del Tercer Informe de Evaluación 2001 del IPCC; y consultor de varias administraciones del gobierno de Estados Unidos. En 1989, en un artículo en la revista Discover, se le cita tratando sobre el "método" que necesitan los alarmistas climáticos:

Por un lado, como científicos estamos limitados éticamente por el método científico, a prometer de hecho decir la verdad, toda la verdad, y nada más... por otro lado, no solo somos científicos sino también seres humanos... necesitamos conseguir un apoyo amplio, para captar la imaginación del público. Esto, por supuesto, implica lograr mucha cobertura mediática. Por lo tanto, tenemos que presentar escenarios terribles, hacer declaraciones simplificadas, dramáticas, y casi no mencionar cualquier duda que pudiéramos tener... Cada uno de nosotros tiene que decidir cuál es el punto de equilibrio entre ser efectivo y ser honesto.11

Gráfica 1
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A: mencionado en el Informe del IPCC de 1990, en las primeras páginas del capítulo 7, “Variaciones y cambios climáticos observados”, como la representación esquemática del cambio climático en los últimos 1,000 años (p. 202). B: Informe del IPCC de 2001. C y D: “Corrections to the Mass et al. (1998) Proxy Data Base and Northern Hemisphere Average Temperature Series” (Correcciones a la base de datos proxy y a las series de temperaturas promedio del hemisferio norte de Mass et al., 1998), McIntyre y McKitrick, Energy and Environment, 2003. E: “Cosmic rays and Climate” (Rayos cósmicos y clima), por Jasper Kirkby, Surveys in Geophysics 28, 333-375. F: Una verdad incómoda

En 1975 el Dr. Schneider participó en una conferencia sobre la "atmósfera en peligro", organizada por Margaret Mead, una destacada defensora de la reducción de la población.22 En esa conferencia (que incluyó a otros que pronto serían destacados alarmistas climáticos, incluyendo a quien más tarde llegó a ser el asesor científico de Obama, John Holdren), Mead aprovechó su discurso de presentación para fomentar este "método":

Gráfica 2
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Registros históricos de la temperatura de EU de 1999, “Whither U.S. Climate?” James Hansen, Reto Ruedy, Jay Glascoe y Makiko Sato, http://www.giss.nasa.gov/ August 1999.

Lo que necesitamos de los científicos son estimaciones, presentadas con suficiente moderación y credibilidad, pero a la vez tan libres como sea posible de discrepancias internas que puedan ser explotadas por intereses políticos, que nos permitirá comenzar a construir un sistema de voces de alarma artificiales pero efectivas, alarmas semejantes a los instintos de los animales que huyen antes del huracán, hacen un acopio mayor de nueces ante un crudo invierno, o de orugas que responden a los inminentes cambios climáticos engrosando sus revestimientos.

El reconocimiento de esta "metodología" en los orígenes de todo el movimiento que asegura que estamos enfrentando los inminentes efectos catastróficos de las emisiones de CO2 provocadas por la humanidad, coloca en una perspectiva interesante a algunos casos recientes de manipulación de datos y "ajustes" a los registros históricos de datos.

Caso 1 - El Palo de hockey y la desaparición del período cálido medieval

Gran parte de la narrativa de que las emisiones humanas de CO2 nos están llevando a un punto de cambio climático catastrófico se ha apoyado en afirmaciones de que el calentamiento reciente es "sin precedentes". Si en realidad el reciente calentamiento no tiene precedentes en períodos recientes de cambios naturales, entonces tendría sentido buscar qué nueva influencia (posiblemente antropogénica) estaría causando esta desviación de anteriores tendencias naturales (por ejemplo, aumentos recientes de CO2 y otras emisiones).

Sin embargo, muchos registros sobre el clima pasado han mostrado consistentemente que hubo un tiempo, hace unos 1,000 años, cuando las temperaturas estuvieron cerca de los niveles actuales, si no fueron más altas. La existencia de este "período cálido medioeval" planteó tal reto a la idea de que el calentamiento actual "no tiene precedentes", que se le hizo desaparecer.

A pesar de ser lo bastante bien reconocido como para estar en el Primer Informe de evaluación 1990 del IPCC, como el principal diagrama esquemático de cambio climático natural de los últimos 1,000 años (véase Gráfica 1, Cuadro A), en la edición del Tercer Informe de Evaluación 2001 del IPCC, el período cálido medioeval fue desaparecido convenientemente. La nueva presentación del cambio climático en los últimos 1,000 años graficó una representación mucho más plana y más estable de la temperatura global del pasado, en donde la única gran desviación es la del incremento dramático en la temperatura durante el siglo 20 (véase Gráfica 1, Cuadro B).

Esta nueva presentación del clima pasado se convirtió en la ilustración aprobada para mostrar cuan "sin precedentes" ha sido el reciente cambio climático, prueba de que la humanidad debe de ser el factor responsable por esta desviación tan anómala de la tendencia estable de los siglos anteriores.

El único problema con esta reevaluación de nuestro entendimiento del pasado es que es ridículamente falsa.

Los métodos estadísticos empleados para producir la nueva presentación de la temperatura global del pasado estaban inherentemente sesgados para producir una tendencia plana seguida por un agudo incremento, parecido a un palo de hockey (véase Gráfica 1 Cuadro D). De hecho, se mostró que si este método estadístico se aplicaba a un conjunto de datos completamente aleatorios, produciría el mismo efecto de palo de hockey. Cuando se analiza exactamente los mismos datos con métodos apropiados, desaparece el efecto de palo de hockey, retorna el período cálido medioeval, y el siglo 20 deja de ser "sin precedentes" (véase Ilustración 1, gráfico C).[3]

El IPCC y otros alarmistas han rechazado cientos de informes sobre el período cálido medieval para adoptar el cuento presentado por un estudio basado en métodos ridículamente dudosos porque sirve a su deseo de "ofrecer escenarios alarmantes".

A pesar que este fraude se reveló en 2003, el palo de hockey (o representaciones similares) se continuó utilizando, y los alarmistas siguieron alegando que el cambio climático reciente no tiene precedentes. Por ejemplo, Al Gore utilizó una representación similar en su película Una verdad incómoda (véase la Gráfica 1, Cuadro F), la cual se despachó a los maestros de escuela a lo largo y ancho del Reino Unido, para que la emplearan en el currículo escolar.

Estudios recientes han seguido mostrando la existencia del período cálido medieval (véase Gráfica 1, Cuadro E), y mientras continúa el debate sobre si fue más cálido que el actual, el cuento de terror de que el cambio climático del siglo pasado no tiene precedentes y es dramáticamente diferente de los registros históricos, es ridículo.

Caso 2 - Ajustes a los registros históricos y la eliminación del bache

Es un reto difícil obtener una medida única para la temperatura global promedio, y no sólo para los periodos pasados (de hace miles o millones de años), sino también para períodos recientes, en los que tenemos mediciones directas con instrumentos. Para obtener un valor único se tiene que ponderar, combinar y promediar muchas mediciones diferentes, tomadas en lugares diferentes, en tiempos diferentes, y con instrumentos diferentes.

Si se asume esto, no sorprende que medidas anteriores se pudieran cambiar y ajustar con el tiempo (en tanto pudieran mejorar los métodos de análisis o se pudiera disponer de más mediciones). Sin embargo, para quienes apoyan la prédica de una catástrofe por el cambio climático originado por el hombre, los ajustes están consistentemente sesgados para apoyar sus demandas. Veamos unos pocos ejemplos.

¿Cuándo fue el período más caluroso del siglo pasado? La respuesta a esta pregunta dependería de a qué región se refiere, pero también de cuándo planteó la pregunta. Por ejemplo, en 1999 el Dr. James Hansen (entonces director del Instituto Goddard para Estudios Espaciales, de la NASA, que se concentra principalmente en el cambio climático) escribió un artículo sobre el cambio climático en el que utilizó un gráfico de la evaluación oficial del gobierno de Estados Unidos sobre el cambio promedio de temperatura en Estados Unidos en los últimos 120 años.[4] En las ilustraciones de 1999 se reconocía que 1998 fue un año caluroso, pero que 1921, 1931, 1934 y 1935 fueron los años más calurosos para Estados Unidos, siendo 1934 medio grado Celsius más caluroso (Gráfica 2, Cuadro A).

Sin embargo, si examinamos los registros que ofrece la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) y la NASA hoy, la evaluación de las temperaturas en el pasado se han ajustado a valores más bajos, en donde 1921, 1931, 1934 y 1953 resultan más fríos que 1998.

Estos ajustes a conveniencia no se limitan a los registros históricos de la temperatura en Estados Unidos. El profesor Ole Humlum ha analizado los muchos ajustes hechos por los registros oficiales del gobierno de Estados Unidos a la temperatura global del aire en la superficie (registros producidos por el Centro Nacional de Datos Climáticos de la NOAA). Mediante una serie de modificaciones a los datos del período entre mayo de 2008 y febrero de 2012, los registros históricos oficiales de la temperatura global en la primera mitad del siglo 20 se han rectificado sistemáticamente como más fríos, y las temperaturas recientes se han rectificado sistemáticamente como más calientes, para acelerar la tasa de calentamiento pretendida sólo mediante el ajuste de lo que los instrumentos de medición se suponía que habían arrojado sobre el pasado en 2008, contra lo que esos mismos instrumentos de medición se suponía que habían arrojado sobre el pasado en 2012.

Gráfica 3
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Arriba, ajustes netos a los registros históricos de la temperatura global entre 2008 y 2015, hechos por el Centro Nacional de Datos Climáticos (NCDC). Al centro y abajo, visualización de los ajustes paso a paso para dos meses específicos, enero de 1915 y enero de 2000. Imagen adaptada de un original por el profesor Ole Humlum.

La Gráfica 3A muestra los ajustes acumulativos hechos a las temperaturas globales históricas entre 2008 y 2015, y la Gráfica 3B analiza dos meses en específico, enero de 1915 y enero de 2000, y examina cómo cambiaron los valores históricos de esas dos fechas con cada ajuste hecho entre 2008 y 2012.

Más recientemente, la NOAA ha publicado un nuevo conjunto de datos revisados de temperaturas globales rectificadas, con las cuales alegan que hubo más calentamiento. De nuevo, esto no muestra que los últimos datos de los meses recientes indican más calentamiento; esto simplemente ajusta las evaluaciones de años anteriores, y cambia lo que ellos sostienen que fue el pasado.

Los análisis de las mediciones por satélite de los RSS (sistemas de teleobservación) y de la UAH (Universidad de Alabama en Huntsville) muestran que no ha habido tendencia al incremento de la temperatura global desde fines de la década de 1990. Los gráficos fueron reproducidos de los originales de Bob Tisdale. Los resultados de mediciones terrestres rectificadas se tomaron de “Possible artifacts of data biases in the recent global surface warming hiatus” (Posibles artificios de datos sesgados en la reciente interrupción del calentamiento de la superficie global), Karl et al, Science, June 2015.
 
Gráfica 4
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Mientras que dos evaluaciones de la temperatura promedio global, con base en medidas tomadas por satélites, han mostrado que las temperaturas globales no han aumentado en casi dos décadas, un nuevo artículo en el que se utiliza valores ajustados de la NOOA (que se basan en la combinación de diferentes mediciones tomadas en la superficie oceánica y terrestre) sostiene que demuestra que las temperaturas han estado subiendo en las últimas dos décadas.[5] En una parte de su resumen dice: "La estimación principal sobre la tasa de calentamiento durante los primeros 15 años del siglo 21 es al menos tan grande como la de la última mitad del siglo 20". Esto contradice de plano los resultados proporcionados por dos evaluaciones basadas en medidas tomadas por satélite, pero se adapta convenientemente a la narrativa de los alarmistas.

En cierto sentido, el calentamiento producido por el hombre es sin duda real: no es creado por el CO2, sino más bien por el "ajuste" de los registros de temperatura.

En conjunto, estas manipulaciones de los registros del clima del pasado, y la forma en que se han utilizado para aterrorizar al público, no deberían sorprender mucho. En las décadas de 1970 y 1980 Margaret Mead y Stephen Schneider ya nos habían hablado sobre cómo iban a operar los alarmistas, y estas manipulaciones más recientes de los datos son sólo unos pocos ejemplos de sus "métodos".

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Notas

[1] S.H. Schneider, en J. Schell "Our Fragile Earth" (Nuestra frágil Tierra), Discover (Oct. 1989), pp. 45-48.

[2] "The Atmosphere: Endangered and Endangering" (La atmósfera: en peligro y peligrosa), conferencia en Research Triangle Park, Carolina del Norte, 1975.

[3] "The Atmosphere: Endangered and Endangering" (La atmósfera: en peligro y peligrosa), conferencia en Research Triangle Park, Carolina del Norte, 1975.

[4] "Whither U.S. Climate?" (¿Adónde va el clima de EU?), James Hansen, Reto Ruedy, Jay Glascoe and Makiko Sato. http://www.giss.nasa.gov/ August 1999.

[5] "Possible artifacts of data biases in the recent global surface warming hiatus" (Posibles artificios de datos sesgados en la reciente interrupción del calentamiento de la superficie global"], Karl et al, Science, June 2015.