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Este artículo aparece en inglés en la edición del 3 de julio de 2009 de Executive Intelligence Review.

Dr. Jack Wennberg: el Joseph Mengele de Estados Unidos

por Tony Papert

Durante más de 40 años, un hombre ha trabajado incansable e implacablemente, para maquinar las supuestas bases científicas para negarle la atención médica a los enfermos, y para reducir las camas de hospital y otra infraestructura médica en Estados Unidos. Con el apoyo generoso de la supermillonaria Fundación Robert Wood Johnson de $7 mil millones de dólares —que es el papito Billetudo del movimiento que promueve la eutanasia— el "Instituto Dartmouth" del Dr. John E. Wennberg se ha convertido en matriz corporativa de una industria creciente de sucursales de charlatanería seudocientífica en contra de la medicina. El Dr. Wennberg, de 73 años, ha tenido una gran cantidad de triunfos desde que publicaron sus trabajos en los 1970, pero, si se aprueba la reforma de Obama a los servicios de salud, al estilo Hitler, todavía está por saborear su mayor triunfo.

Todos los supuestos "hechos" más sobresalientes que se citan en apoyo al plan de Obama, provienen de Wennberg y sus seguidores. Cuando Obama dijo el 16 de junio ante la Asociación Medica Americana que en McAllen, Texas, se llevan a cabo demasiados procedimientos médicos y demasiado costosos, esa mentira provenía del "Atlas Dartmouth" de Wennberg. Cuando Obama alegó, en el mismo discurso, que más cuidados médicos no necesariamente producían una mejor salud, su fuente era Wennberg. De nuevo, cuando el director de Presupuesto de Obama, Peter Orzsag, repitió sin cesar, que se pueden reducir en un 30% los costos médicos en E.U., sin afectar el cuidado a los pacientes, Wennberg fue su autoridad.

Un fraude típico de Wennberg es el supuesto "costo de los cuidados al final de la vida". Wennberg ha estado promoviendo esto durante años, y más recientemente, en la edición del 2008 de su "Atlas Dartmouth", se basa de nuevo en esto. Primero, Wennberg recopila certificados de defunción de recipientes de Medicare [el servicio médico gubernamental para mayores de 65 años] que murieron en un período dado y que comparten ciertos diagnósticos, por ejemplo "enfermedad crónica severa". Segundo, suma todos los registros de tratamientos de Medicare de cada paciente durante los últimos dos años de vida. Después de supuestas correcciones debido a factores demográficos y de niveles de vida, Wennberg produce variaciones dramáticas en las cantidades, intensidades y costos de los tratamientos de los pacientes en diferentes hospitales y areas geográficas. De aquí salen las "variaciones injustificables" de las que se quejan los reformadores de los servicios de salud de Obama. De aquí resultan los ahorros del 30% en los costos médicos que exijen Peter Orszag y los conductistas.

Después de todo, ya sea que el paciente le haya costado a Medicare $20,000 o $60,000 dólares durante el mismo período, cada uno de ellos murió de todas maneras, ¿no es cierto? Y todos murieron en el mismo tiempo, ¿no es cierto? Ya sea en seis meses en un estudio o dos años en otro. O, como escribe Wennberg en su Atlas de 2008: "Considerando los cuidados otorgados en intervalos de tiempo fijos anteriores a la muerte, podemos decir con seguridad que la prognosis para todos los pacientes en la cohorte es identica; todos estaban muertos después del intervalo de observación".

Todos murieron después de dos años de todas maneras; ¿por qué estamos gastando mucho más en unos que en otros? ¿No es esto un despilfarro de dinero? Orzsag y Obama piensan que sí.

- Lo que no considera Wennberg -

Pero ¿qué hay de los OTROS, los que recibieron tratamientos mejores y más costosos y todavia viven? ¿O los que simplemente vivieron más tiempo, más allá de la fecha de finalización del estudio? DELIBERAMENTE LOS OMITEN DE ESTOS ESTUDIOS FRAUDULENTOS. La farsa estadística de Wennberg captura las FALLAS de los tratamientos médicos, pero deliberamente omite todos los éxitos. Después de todo, ¿cuál era el propósito de los tratamientos? ¿para que las personas solo pudieran vivir seis meses más? ¡Dificilmente! ¡Pero todos estos tratamiento exitosos son eliminados de los estudios!

¿Y para qué comparar simplemente $60,000 con $20,000 en costo de los tratamientos durante el mismo período, supuestamente? ¿Para qué darles algún tratamiento? Los pacientes que mueren sin tratamiento alguno, aún tienen garantizado vivir los últimos seis meses de sus vidas en exactamente seis meses, ¿no es cierto? ¿Para qué se limitan Wennberg y Orzsag en ahorrar un 30%, cuando el mismo método puede comprobar que igual funcionaria un ahorro del cien por ciento!

En la literatura médica, Peter Bach ha refutado estos estudios de Wennberg desde el punto de vista del especialista en cáncer y Gerald W. Neuberg desde la perspectiva del cardiólogo. Richard Cooper ha refutado el argumento de Wennberg de que más gastos médicos producen una salud deteriorada, en vez de una mejora en la salud.