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Informe: Hijos de Satanás
El imperio de fascismo de Henry Luce

por Steven P. Meyer

En la revista Life del 7 de febrero de 1941, su fundador y director Henry Luce escribió y firmó un editorial titulado “El siglo americano”, anunciando la intención de los sinarquistas estadounidenses de gobernar al mundo al término de la guerra, y de imponerle su propia versión ridícula de los “valores americanos” a través de “cualquier medio que sea necesarios”. La tesis de Luce fue reproducida y muy difundida en todos los Estados Unidos.

Es natural que los pueblos del mundo, agotados por la destrucción de la guerra y la bestialidad de Hitler, Stalin y lo de Hiroshima, esperaban algo mejor. Pero, el rayo de optimismo universal de poder reconstruir estalló en pedazos cuando Allen Dulles, John J. McCloy y sus colegas, entre ellos Luce, se desplegaron para crear el Congreso a Favor de la Libertad Cultural (CFLC), cuyo propósito explícito era lanzar un ataque fascista contra la verdad en tanto ciencia, y contra la cultura clásica.

Henry Luce: vocero del fascismo estadounidenseLa revista Time fue creada en 1923 como vocera de los sinarquistas estadounidenses, agrupados alrededor de los intereses bancarios de J.P. Morgan. No es coincidencia que, al mismo tiempo que nacía Time, el conde Richard Coudenhove–Kalergi, otro sinarquista de renombre, creaba en Europa su Unión Paneuropea, que sería un órgano de propaganda para ganarle el apoyo de la oligarquía europea al proyecto de fascismo universal de Hitler y Mussolini.

Henry Luce recién salía de la Universidad de Yale, donde fue miembro de la sociedad secreta Skulls and Bones (Calaveras y Huesos). Morgan le dio a Luce dinero para comenzar, y éste escogió a varios de sus amigos de su hermandad secreta para crear y dirigir lo que devendría en un imperio de propaganda. Por ejemplo, en 1930 Luce escogió a Russell Davenport, un íntimo compañero de Skulls and Bones, para que fuera el primer jefe de redacción de la revista Fortune.

He aquí tres de las muchas ediciones de la revista Time que, a lo largo de los años, tuvieron a Mussolini en la portada.

Entre los primeros miembros del directorio de Time estaba Henry P. Davison, Jr., un compañero de clase y miembro de los Skulls and Bones, cuyo padre era socio importante de J.P. Morgan. Davison incorporó a Dwight Morrow, otro socio en Morgan, para financiar la puesta en marcha. Los intereses de Morgan se consolidaron aun más cuando, en 1927, John Wesley Hanes entró al directorio. Parte de este financiamiento también vino de William Hale Harkness, un miembro del directorio que era pariente del socio de Rockefeller, Edward S. Harkness.

El abogado personal de Luce, quien representaría a su imperio de los medios, era su cuñado Tex Moore, de la firma Cravath, deGersdorff, Swaine and Wood, la misma que desplegó a Allen y John Foster Dulles para facilitar el ascenso de Hitler al poder a principios de los 1930.

Luce era un íntimo amigo de lord Beaverbrook y del príncipe de Gales de la Gran Bretaña, quienes eran notorios por ser miembros del grupo Cliveden y por su apoyo a Hitler. También tuvo una relación muy estrecha con Winston Churchill, él mismo un impulsor de Hitler a principios de los 1930.

Una de las primeras ediciones de la revista Time le presentó a los estadounidenses a Benito Mussolini y el fascismo, cuando los sinarquistas decidieron celebrar el cumpleaños número 40 de Il Duce, y hacer que los estadounidenses participaran, al poner su retrato en la portada de su edición del 6 de agosto de 1923. Ésta sería la primera de las cinco veces que Mussolini aparecería en la portada de Time.

Luce era el “Elmer Gantry” fascista de los EU. Por un Ìlado, viajó por el país vendiéndole el fascismo a la élite empresarial y a la clase alta de los EU, y por el otro, usó sus órganos de propaganda en masa para “vendérselo a los incautos”.

Luce difundió con descaro el sinarquismo. En sus presentaciones con grupos empresariales, difundió la idea de que las élites empresariales y bancarias de los EU eran más poderosas e importantes que el Gobierno estadounidense, al afirmar: “No es un escaño en el Congreso, sino en el directorio de las empresas más importantes que nuestros compatriotas consideran como el puesto de mayor honor y responsabilidad”. Al comparar a los magnates financieros estadounidenses con la aristocracia europea, Luce presentó a ambos en las páginas de la revista Fortune.

En un artículo de 1928, Luce declaró que la Constitución de los EU era obsoleta, y pidió una “nueva forma de gobierno”. ¿Cuál era esta nueva forma de gobierno? En marzo del mismo año, en un discurso dirigido a empresarios en Rochester, Nueva York, dijo: “En estos momentos los EU necesitan un dirigente moral, un dirigente moral nacional. El dirigente moral nacional por excelencia de la actualidad es Mussolini”. El 28 de noviembre de 1930 Luce le dijo a un público en Chicago que la Italia de Mussolini era una historia de éxito: “Un estado vuelto a nacer en virtud de los símbolos fascistas, de un orden fascista y, por tanto, de empresas fascistas”. El 19 de abril de 1934 en un discurso que dio ante la Cámara de Comercio de Scranton, Pensilvania, Luce ahondó: “La fuerza moral del fascismo, que cobra formas totalmente diferentes en distintas naciones, puede ser la inspiración para la próxima marcha general de la humanidad”.

Al tiempo que Luce organizaba a la clase alta a través de Fortune, alimentaba a la población en general con una dieta de cuentos sobre Hitler, Mussolini y Franco cuidadosamente ideada, a través de los escritos de su director de noticias del extranjero, Laird Goldsborough, un fascista, antisemita, y pro nazi declarado, quien en 1933 entrevistó tanto a Hitler como a Mussolini.

Luce le tenía un odio visceral a Roosevelt y al Nuevo Trato. Atacó a ambos tanto en sus giras como en sus artículos. Sus amigos más cercanos decían que se ponía apopléjico y ardía en cólera con la mera mención del nombre del Franklin Roosevelt.

La participación de Luce en el golpe de Estado organizado contra Roosevelt por Morgan, y conocido como Ünt“Smedley Butler”, fue significativo. Luce preparó todo el número de julio de 1934 de Fortune como un estudio detallado de los experimentos políticos, culturales y económicos del fascismo italiano. Era algo sin precedentes. Estaba programado que este ejemplar apareciera en momentos en que el golpe entrara en su mes culminante, sin duda con la intención de conseguir el apoyo de la clase alta para el golpe y para la transición a una forma de fascismo estadounidense.

Aunque Luce después difundió el alejamiento del fascismo cuando fue necesario derrotar a Hitler, sí anunció la política de posguerra de los sinarquistas angloamericanos con su famoso editorial de 1941 en Life, titulado “El siglo americano”, donde anunció el objetivo sinarquista de lograr la dominación angloamericana del mundo al terminar la guerra. Luce escribió: “Tenemos que aceptar de todo corazón nuestro deber y nuestra oportunidad como la nación más poderosa y vital del mundo y, en consecuencia, ejercer sobre éste todo el impacto de nuestra influencia, para los fines y con los medios que consideremos convenientes”. El editorial fue reproducido y circulado ampliamente; apareció íntegro en el Washington Post y en Reader’s Digest. Aunque no incluyó el asunto en este editorial, Luce pronto abogaría, también en las páginas de Life, a favor de una guerra nuclear preventiva contra la Unión Soviética.

La perspectiva de los hombres–bestia de hoy, encabezados por el vicepresidente estadounidense Dick Cheney, es una continuación de las políticas representadas por Luce y los fascistas de los 1930 y 1940. El círculo más allegado de los neoconservadores de Cheney son todos firmantes de los principios fundadores del Proyecto a Favor de un Nuevo Siglo Americano de William Kristol, el cual de forma explícita siguió el modelo del tema de Luce. Los hijos de Satanás, como Lyndon LaRouche dijo que deben llamarse, tenía en Henry Luce a uno de sus padrinos. Los hermanos de Luce en Skull and Bones le dieron el nombre secreto de “Baal”.

El Congreso a Favor de la Libertad Cultural fue creado para llevar a la práctica el “siglo americano” de Luce. Luce ayudó a financiar sus operaciones, y su vicepresidente de confianza en Time–Life, C.D. Jackson, supervisaba gran parte de su política en calidad de asesor especial del presidente en materia de guerra psicológica.


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