Escritos y discursos de Lyndon LaRouche

Documentation: Apéndice

Estos documentos oficiales del gobierno de los Estados Unidos y de los Países Bajos que se han hecho de conocimiento público prueban que el príncipe Bernardo fue miembro del partido nazi.

La demanda del WWF de octubre de 2000

La querella presentada por el WWF-Brasil contiene más o menos una docena de presuntos hechos. Tomada en su conjunto, como un solo planteamiento, esa lista de presuntos hechos está completamente plagada de un desdén temerario por la verdad. Dado que no es la tarea de este informe suplantar las funciones del sistema judicial de Brasil, sino sólo mostrar el carácter político y moral de las acciones del WWF, bastará con unos cuantos ejemplos. Citaré las partes pertinentes de lo que el WWF alega que es un hecho, y mencionaré en cada caso algunos de los materiales publicados que demuestran que lo que el WWF alega que es un hecho es una falsedad deliberada o se ha dicho con desdén deliberadamente temerario por hechos fácilmente accesibles a una asociación que posee los recursos mundiales y de alto nivel del WWF y sus organizaciones conexas.

Es de notarse que, en su propio escrito, el WWF-Brasil informa que "la red del WWF. . . tiene una estructura semejante a la Organización de las Naciones Unidas". Describe al WWF como una agrupación de 27 organizaciones nacionales (entre ellas el WWF-Brasil), activa en 96 países y con 4,7 millones de afiliados. Dadas las posiciones de sus funcionarios principales y organizaciones de apoyo, a una organización con recursos tan inmensos se le debe exigir una atención todavía más estricta a los hechos disponibles que la que se le exigiría incluso a muchos gobiernos del mundo y ciertamente a personajes públicos más típicos. Por lo que a esto toca, la responsabilidad moral y legal del WWF de proceder con atención razonable a la verdad debe satisfacer una norma más estricta que la que se le exigiría aun a muchos de los gobiernos del mundo.

Cuando leemos el escrito del demandante de fecha 16 de octubre de 2000, reconocemos trece afirmaciones distinguibles que el demandante hace en el curso del documento. Como se observa más adelante, dos de ellas pudieran consolidarse con otras afirmaciones, lo cual reduciría a once las trece a las que responderemos aquí. Donde la claridad lo exige, he indicado la parte correspondiente de la demanda en una nota al pie de la página.

El presunto hecho número 1 del WWF-Brasil aparece así en su demanda:

"Los. . . [demandados] acusan al demandante de participar en una "ofensiva bien articulada dirgida desde los peldaños supremos de la casta oligárquica angloamericana, cuyo objetivo directo es nada menos que obstaculizar el desarrollo del interior de Sudamérica. . . manteniendo a toda la región estrangulada por la falta de rutas de transporte baratas, y con escasa posibilidad de superar su condición de mera productora de materias primas' ".

El WWF-Brasil ha perpetrado aquí dos alteraciones deliberadamente engañosas de lo que es, por lo demás, un pasaje exacto, tomado de un folleto de amplia difusión, titulado La mafia verde embiste contra las hidrovías. El texto no dice que el WWF "participa en"; en realidad, la oración que sigue a la citada en la querella del WWF-Brasil dice: "Esa ofensiva, coordinada por el aparato de organizaciones no gubernamentales (ONG) que gravita en torno al Fondo Mundial para la Naturaleza y otras entidades directamente ligadas a la Casa de Windsor". Cuando se cita con honradez, no se altera el contenido de una oración del párrafo con el fin de hacer que signifique algo diferente al que claramente tiene cuando la oración citada se examina a la luz de los rasgos pertinentes de la que le sigue.

La edición de EIR del 28 de octubre de 1994 publicó un informe de fondo titulado "La caída venidera de la Casa de Windsor". El informe incluyó dos artículos de Lyndon LaRouche, así como documentación detallada de las operaciones mundiales del WWF. Se incluyó un diagrama (p. 24) en el que se muestran los puestos de importantes dirigentes del WWF en las juntas directivas de Barclays Bank PLC, Shell Transport & Trading Co. PLC, The Bank of England, RTZ Corpoartion PLC (cuyo principal accionista individual es la reina Isabel II), N. M. Rothschild & Sons, Ltd., National Westminster Bank PLC, The Telegraph PLC, Imperial Chemical Industries PLC, Anglo-American Corp. of South Africa Ltd., De Beers Consolidated Mines Ltd., y De Beers Centenary AG.

Este informe incluyó otros elementos notables que atañen al deliberado desdén por la verdad que se ve en el presunto hecho número 2 del WWF, que afirma que el demandante fue calumniado por los demandados cuando éstos dijeron que ". . .`el WWF fue útil para asegurar el predominio de las empresas de la Mancomunidad, eufemismo para designar al Imperio Británico, sobre los recursos naturales africanos, con su control sobre gran parte de las vastas redes de parques y reservas naturales que taracean la mayoría de los países del continente. Al mismo teimpo que impiden la exploración por los nacionales de los recursos naturales en ellos existentes, como minerales y otros, esos enclaves obstaculizan o hacen inviables las obras de infraestructura de gran envergadura, imprescindibles para el desarrollo socioeconómico regional' ".

Dichos elementos incluyen: una lista parcial de miembros del Club 1001 con breves semblanzas reunidas de varias listas de miembros, y un artículo de Al Douglas, "El WWF: ciencia racial y gobierno mundial", con una prehistoria detallada del WWF, la Sociedad por la Conservación de la Fauna Silvestre del Imperio (ahora Sociedad por la Conservación de la Flora y la Fauna, FFPS) y la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza (IUCN). El artículo da detalles del papel de sir Peter Scott, Julian Huxley y Max Nicholson, secretario permanente del Ministerio de Relaciones Exteriores británico, cuya historia de la puesta en marcha del movimiento ambientista mundial, escrita en 1970, The Environmental Revolution: A Guide for the New Masters of the World, dice con bastante claridad que la "conservación" de la naturaleza implica la supresión de la soberanía nacional.

La misma edición del 28 de octubre de 1994 de EIR da detalles sobre las zonas protegidas y los parques de Africa, con datos tomados del informe "Zonas protegidas del mundo", de la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza, ediciones de 1989 y 1991. También informa de varios directores del WWF que son parte de carteles bancarios y de materias primas de la Mancomunidad Británica.

Véase también el informe especial de EIR "La verdadera historia de la caída de la Casa de Windsor", de septiembre de 1997; y la edición de EIR del 24 de mayo de 1996, "El Sol nunca se pone en el nuevo Imperio Británico", que incluye "Los carteles de las materias primas se apoderan de la economía mundial", por Richard Freeman, pp. 103-112, y "El imperio empresarial angloholandés", por Anthony K. Wikrent.

Los materiales mencionados, que circularon ampliamente, demuestran que la querella del WWF-Brasil se elaboró con flagrante desdén por la verdad.

El presunto hecho número 3[1] de la demanda es puro fraude. La palabra "conspirar" fue añadida por el WWW-Brasil; en ninguna parte el WWF demuestra que, en el documento citado, el MSIA acuse al demandante de "conspirar" para lo que dice la demanda.

Al presunto hecho número 4[2] nos referiremos abajo, al hablar de los hechos relativos al presunto hecho número 13 de la demanda.

El presunto hecho número 5[3] de la demanda altera adrede un pasaje del MSIA poniendo el término "sfrente" como si lo hubiera empleado el MSIA, cosa que nunca ocurrió.

Volveremos al hecho 5 cuando hablemos del hecho 13.

El presunto hecho número 6 de la demanda carece sencillamente de validez, puesto en ninguna parte afirma el MSIA "la tesis" de que el WWF sea "mero títere de la Casa de Windsor".

En el presunto hecho número 7, el WWF afirma falsamente que "el señor Nilder Costa, el tercer demandado, dio un discurso en la ciudad [brasileña] de Campo Grande, el 25 de febrero de 2000. En dicho discurso, el demandado atacó al demandante y al WWF de muchas maneras, emitiendo informaciones enteramente falsas, como, por ejemplo, que miembros del movimiento, incluido el presidente del WWF, fueron miembros del Partido Nazi".

He aquí un ejemplo típico de los embustes y la chambonería de la demanda de octubre del WWF-Brasil. Lo que se mencionó en la reunión de Campo Grande fue la pertenencia anterior de una sola persona, el príncipe Bernardo de Holanda, líder del Club 1001 y presidente de la asociación inspiradora del WWF, al Partido Nazi. Fue en actos públicos posteriores cuando Nilder Costa presentó una fotocopia de la credencial del Partido Nazi del príncipe Bernardo.

En los años noventa, en Holanda y en los Archivos Nacionales de los Estados Unidos, se levantó el secreto de una serie de documentos que vinieron a corroborar algo que se sabía desde hace mucho: que el príncipe Bernardo fue miembro del partido de Hitler, el Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes (NSDAP), conocido comúnmente como "los nazis". Tales documentos incluyen:

(a) Una relación de cuotas pagadas al NSDAP, que demuestra que el príncipe Bernardo ("Prinz zur Lippe, Bernhard Leopold"), nacido el 29 de junio de 1911, su afilió a la organización de Berlín del Partido Nazi el 1 de mayo de 1933 (esquina superior derecha, "Eintritt"). Su número de afiliación es 2583009 (extremo superior derecho). Bernardo renunció al partido solamente porque quería casarse con la princesa Juliana de Holanda y la casa real holandesa quería eludir cualquier posibilidad de escándalo.

(b) Una carta dirigida por la embajada de los Estados Unidos en La Haya al secretario de Estado, que confirma la pertenencia del príncipe Bernardo en el NSDAP a patir de una lista elaborada por la Comandancia del Cuartel General de Berlín de la Oficina del Gobierno Militar de Alemania (EU) el 1 de noviembre de 1947.

(c) Una lista de miembros de NSDAP que incluye no sólo a Bernardo, sino a varios de sus parientes (mencionados como "Prinz z. Lippe" o "Prinzess z. Lippe").

(d) Una carta de fecha 10 de agosto de 1948, en papel membretado del Departamento de Estado, al "oficial a cargo de la misión estadounidense, La Haya", "acerca de la supresión del nombre del príncipe Bernardo de la lista consolidada de miembros del NSDAP residentes en los Países Bajos". El funcionario correspondiente del Departamento de Estado observa que, "dado que el nombre del príncipe Bernardo se incluye también en la lista mundial consolidada que se ha distribuido ampliamente en el gobierno, así como fuera de los Estados Unidos, se considera que a estas alturas no es factible modificar las listas actuales borrando su nombre".

Otras fuentes publicadas también informan de los nexos del príncipe Bernardo con el Partido Nazi. Por ejemplo, Queen Juliana, por William Hoffman (Harcourt Brace Jovanovich, 1979), pp. 67-69.

Dejando a un lado el ridículo hecho número 84,[4] los extensos informes publicados por EIR, entre otros, demuestran que el presunto hecho número 9[5] procede pura y simplemente del deliberado desdén por la verdad.[FIGURE 21]

Véase "La asesina visión del mundo del príncipe Felipe, en sus propias palabras", en EIR, 28 de octubre de 1994, y "El príncipe Felipe: 'dogo' del verdadero Cuarto Reich", por Scott Thompson y Jeffrey Steinberg, así como "Algunos de los mejores libros recientes sobre los Windsor", que da detalles anotados sobre 14 libros recientes sobre la generación actual de la Casa de Windsor, muchos de los cuales se aprovecharon en la elaboración de la semblanza del príncipe Felipe que apareció en el mismo número de EIR.

En cuanto a los hechos 10 y 11 que alega el WWF-Brasil, su escrito no hace intento alguno de sustanciar su alegato. Notablemente, respecto al hecho 10, meramente cita un pasaje de las publicaciones del MSIA que es veraz y que el propio demandante no contradice.[6] Véase el informe especial de EIR "El imperio invisible de las ONG", por Joseph Brewda, publicado en septiembre de 1997, que documenta el caso de ciertas importantes ONG encabezadas por miembros de la Cámara de los Lores o el Consejo Real, y ofrece semblanzas del vizconde Cranborne, lord Avebury y la baronesa Carolyn Cox de Queensbury.

El presunto hecho número 11[7] no pasa de ser un sarcasmo sin significación.

Basta visitar el sitio electrónico del propio WWF para corroborar que el presunto hecho número 12[8] resulta una falsificación deliberada, pues ahí se identifica repetidas veces al príncipe Felipe como presidente internacional emérito del WWF, tal como el MSIA lo identifica en sus publicaciones.

En el presunto hecho número 13, el WWF-Brasil repasa en forma sumaria siete cosas que califica de "errores de hecho y deformaciones". En realidad, todo lo que EIR y el MSIA han dicho sobre estos asuntos no sólo es cierto, sino que se ha documentado del modo más escrupuloso y responsible. En cada uno de estos siete puntos, el WWF se apoya, en lo principal, en su presentación deliberadamente falsa de los hechos.

Cotéjese, por ejemplo, "Los terroristas 'verdes' en la correa del príncipe Felipe", en EIR del 13 de enero de 1995. Este artículo comienza con dos citas. La primera es del príncipe Felipe: "En caso de reencarnar, me gustaría regresar como un virus mortífero, para ayudar en algo a resolver la sobrepoblación" (declaraciones de agosto de 1988 a la Deutsche Presse Agentur). La segunda es de David Foreman, fundador de Earth First!: "El sida no es una maldición, sino el bienvenido remedio natural para reducir la población del planeta. . . Si los seres humanos desaparecieran, a mí no me importaría. . . Tal como la Peste Negra terminó con la era feudal, el sida terminará con la era del progreso industrial. Es algo bueno, dado que el progreso industrial trae el crecimiento de la población" (Earth First! Journal, 8 de noviembre de 1987).

Acerca de uno de los puntos del presunto hecho 139,[9] así como respecto al presunto hecho 5, véase EIR, 13 de enero de 1995, "Oligarcas británicos crearon el movimiento terrorista verde", por Jeffrey Steinberg y Rogelio A. Maduro. Este artículo dio pormenores de la fundación de Amigos de la Tierra, Greenpeace y Earth First! Miembros del Club 1001 y el WWF, como Peter Cadbury (Club 1001) y Christopher Cadbury (director de WWF-Reino Unido) pusieron el dinero inicial, por medio del Cadbury Trust, para poner el marcha Greenpeace. En Londres, Amigos de la Tierra fue encabezado por Jonathan Porrit, hijo de un ex gobernador general de Nueva Zelanda y quien obtuvo para la agrupación fondos de Telegraph PLC, parte de la Corporación Hollinger, de Conrad Black, quien fuera miembro del Club 1001.

"Para 1977, el WWF estaba financiando públicamente a Greenpeace para la compra y avío de una flota de embarcaciones. Ese año, la rama holandesa del WWF compró para Greenpeace el barco Rainbow Warrior, canalizando el dinero a través de las oficinas londinenses de Greenpeace. Tres años después, el WWF holandés compró otro barco, el Sirius, y se lo dio a Greenpeace", informó el artículo. También citó el documental "Rainbow Man", de la televisión danesa, en cuanto a los vínculos que el líder de Greenpeace David McTaggart mantenía desde 1978 con el príncipe Felipe y con el director ejecutivo del WWF, sir Peter Scott, incluidos los informes sobre reuniones secretas en las oficinas centrales del WWF en Londres, en las que estuvieron presentes Scott, McTaggart, el doctor Sidney Holt y Jean Paul Gouin, con el propósito de tratar de apoderarse de la Comisión Ballenera Internacional. Para fines de los ochentas, McTaggart se "retiró" de Greenpeace, y el director de la oficina londinense de Greenpeace era lord Peter Melchett, ex parlamentario laborista y heredero de la fortuna de Imperial Chemical Industries PLC.

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[1] "Así, el referido documento acusa al demandante de conspirar contra el desarrollo de Brasil, actuando con el objetivo declarado de hacer económica y tecnológicamente inferior al Estado brasileño frente a otras naciones. Es irrefutable, por tanto, la constatación de que tal documento causa daño efectivo al demandante, puesto que daña directamente la imagen y el buen nombre del demandante, por lo que se impone su cesación inmediata".

[2] ". . .Los demandados acusan a la Red WWF (de la cual forma parte el demandante) de conspirar para impedir el pleno desarrollo de los países subdesarrollados. . ."

[3] "El demandado afirma que el demandante representa los intereses de la Casa de Windsor, la cual, a su vez, controla varias grandes compañías multilaterales. La red WWF, por tanto, serviría solamente como un 'frente' para defender los intereses de esas compañías y sus amos. . ."

[4] La demanda del WWW-Brasil se queja de que el MSIA difundió un folleto "con el título 'La trampa forestal del WWF'. Cabe apuntar que trampa, de acuerdo con el Diccionario Aurelio, significa 'enredo o intriga'. Así, el propio título del texto demuestra ya la intención difamatoria del mismo, al señalar al demandante como responsible de algún plan oscuro".

[5] "De hecho, se divulgaron dolosamente diversas 'informaciones' de lo más absurdo, equivocado e infundado, sin la menor preocupación por los daños posibles y hasta previsibles que le podrían acarrear a la imagen del demandante ante la sociedad civil brasileña. . . [según el material] el WWF sería un movimiento lidereado por la monarquía británica y financiado por las familias del Establishment oligárquico angloamericano, con el objetivo de mantener a Brasil como un país 'subdesarrollado', ¡lo que es absolutamente insano!!!"

[6] "La 'agenda secreta' de las ONGs lidereadas por el WWF pretende, objetivamente, mantener al Brasil bajo un cerco que esterilice cualquier impulso desarrollista en el país, evitando hasta el poblamiento de grandes espacios vacíos del país (. . .) El ambientismo corresponde a un nuevo ropaje de los viejos ideales del colonialismo maltusiano, no empleando, como en el pasado, invasiones militares, sino invasiones de un ejército irregular de ONGs financiadas por las familias del Establishment oligárquico angloamericano, bajo el liderazgo de la monarquía británica, la Casa de Windsor. El poder de estos grupos se puede aquilatar por su constrol efectivo sobre el Banco de Inglaterra, el Sistema de la Reserva Federal de los Estados Unidos, las grandes casas bancarias, financieras y aseguradoras de Europa y de América del Norte. . ."

[7] El WWF-Brasil declara que el MSIA usa un "estilo profético, propio de quien está por anunciar grandes verdades, desconocidas a los mortales comunes", y dice que "el texto mencionado divulga de manera extremadamente eficaz y convincente diversas afirmaciones que no poseen el menor fundamento en hechos, y no podría ser diferente, pues constituyen un verdadero ejercicio de especulación creadora".

[8] "Indicio claro del grado de desinformación de los demandados está en la repetida afirmación de que el príncipe Felipe es presidente del WWW Internacional, cuando su mandato terminó hace varios años (!). . . [Los demandados] aparentemente no se sienten constreñidos para realizar un verdadero espectáculo difamatorio, destinado a engañar a lectores y espectadores incautos".

[9] "El demandante no creó ni controla la asociación conocida como Greenpeace o ninguna otra organización no gubernamental".