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'Vete a agripar a tu madre':
- Bush y Cheney recortan el presupuesto para vacunas -

George W. Bush y Dick Cheney dicen que las agencias de salud de su Gobierno están haciendo todo lo posible por resolver la crisis de vacunas contra la influenza, una crisis provocada por su negligencia imprudente. Bush y Cheney están mintiendo de nuevo. Al mismo tiempo que dicen que las agencias de salud hacen todo lo posible, ¡Bush y Cheney están tratando de recortarle el presupuesto a esas mismas agencias! Si te enfermas, están reprogramando el insulto favorito de Cheney para ti: "¡Vete a agripar a tu madre!"

Esa solución simplista a la crisis amenaza con matar más estadounidenses que los que murieron en los ataques del 11–S. Pese a las advertencias reiteradas que recibió a lo largo de tres años, de que la producción de vacunas estaba por desaparecer, el Gobierno de Bush y Cheney no hizo absolutamente nada. Le dejo a la "mano invisible" del "libre mercado" decidir si tú y tus seres queridos viven o mueren de una enfermedad evitable. Bush y Cheney ahora siguen rehusándose a cualquier solución, como sería declarar una emergencia nacional y movilizar todos los recursos del Gobierno federal para salvar vidas estadounidenses. ¿Y hablan de la guerra contra el terrorismo y de la seguridad del territorio nacional? Éste es un fraude criminal, y sus mentiras cínicas hacen peligrar las vidas de los estadounidenses.

Estos son los hechos:

* En una acto de total negligencia criminal, luego de estallar la crisis de la falta de vacunas en todo el país, la Casa Blanca de Bush y Cheney propone recortar 256 millones de dólares del presupuesto de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades este año fiscal de 2005. La Casa Blanca quiere que 105 millones de dólares de ese recorte vengan del dinero destinado a los gobiernos estatales y locales para emergencias de salud.

¡Y Bush, Tom DeLay y la dirigencia republicana le acaban de imponer un impuesto de 75 centavos a cada vacuna que se ponga en Estados Unidos, en la ley de impuestos que Bush acaba de firmar!

* Hace diez meses, Bush, Cheney y la dirigencia republicana en el Congreso aplastaron un proyecto de ley que hubiese prevenido esta predecible crisis mortal de influenza, la ley para la Prevención de la Influenza de 2004. El senador Evan Bayh y el representante Rahm Emanuel presentaron este proyecto de ley en enero de 2004 para evitar la desaparición de los fabricantes de vacunas de Estados Unidos y crear nuevos, con una pequeña subvención de fondos federales. Bush y Cheney no quisieron. El proyecto de ley ha vuelto a presentarse, y lo siguen rechazando.

* El diez por ciento de las salas de emergencia de Estados Unidos ha desaparecido desde 1993, y la asociación de médicos de salas de emergencia le está pidiendo a la Casa Blanca usar fondos federales para reabrir tantas como sea posible ahora mismo, para evitar muertes por neumonía, en especial entre ciudadanos mayores o enfermos de influenza. Bush no ha respondido; antes bien, ¡quiere recortar el presupuesto federal de salud!

* El proyecto de ley Reed–Kennedy Para Resolver la Crisis de Influenza de 2004 propone ordenar el permiso inmediato para importar vacunas de uso aprobado en Europa, Canadá o Japón; y facultar al Gobierno para que investigue a dónde se enviaron las pocas vacunas disponibles, y ordenar que se redistribuyan entre la gente que más las necesitan. Bush y Cheney tampoco quieren eso; interfiere con el "mercado" de vacunas contra la influenza, el cual está desapareciendo.

* No es sólo la vacuna contra la influenza la que está desapareciendo. En el gobierno de George W. Bush muchos soldados están cayendo infectados de adenovirus, el "virus de los cuarteles", en bases militares de Estados Unidos, porque ya no se produce la vacuna en absoluto. Algunos comandantes militares quisieron cambiar eso hace varios años; el Gobierno de Bush no hizo nada (a las Fuerzas Armadas les falta el 65% de las vacunas contra la influenza que ordenaron para este año). Y durante la gestión de Bush, han escaseado casi todas las vacunas infantiles.

* El único aumento para el financiamiento de vacunas fue ordenado por una ley de hace diez años impulsada por el presidente Bill Clinton, la ley de Vacunación Infantil de 1993. Esa ley fue la única razón por la que Bush se ufanó en el debate presidencial de que su Gobierno aumentó el financiamiento para combatir la influenza. ¡Bill Clinton lo obligó a hacerlo!

Si se les da la oportunidad, Bush y Cheney recortarán ese presupuesto al día siguiente de las elecciones, junto con los presupuestos de salud, de asistencia a los veteranos, de infraestructura económica y de vivienda, mientras presionan por por la privatización del Seguro Social.

El mismo presidente George W. Bush que desatendió las advertencias oficiales sobre el desplome en la producción de vacunas desde 2001, que en el último debate con el senador John Kerry se regocijó de que él, en lo personal, no necesitaba una vacuna contra la influenza, ahora actúa con premeditación y alevosía para perpetuar esta crisis de vacunas hasta el año próximo. Dick Cheney, cuyo estado natal tiene la tasa más baja de vacunación infantil en todo el país, quiere desviar los fondos hacia su política de guerra perpetua.

Si no botan a Bush y a Cheney de la Casa Blanca por esta indiferencia para con el bienestar general de los estadounidenses, la escasez de vacunas seguirá y se pondrá peor. Están manejando la crisis de salud pública como lo hacen con Iraq, con regocijo vanidoso, negligencia imprudente, e indiferencia despectiva respecto a las consecuencias para la vida humana. Miles de jubilados, niños y enfermos crónicos morirán innecesariamente en Estados Unidos. No lo permitas. Tienes pocos días. ¡Organiza el voto para botarlos!

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