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Es hora de tener un liderato de verdad:
¿ES FALUYA LA NUEVA DIEN BIEN PHU?

12 de noviembre (EIRNS)—Lyndon H. LaRouche, el estadista y ex precandidato presidencial estadounidense, dio a conocer el lunes 14 de noviembre de 2004 la siguiente evaluación sobre la situación de guerra en Iraq, y sus repercusiones para el mundo. LaRouche compara aquí los ataques contra la ciudad de Faluya con otros parecidos, que hicieran los Estados Unidos contra un pequeño poblado de Vietnam, con el pretexto de que "tuvimos que destruirlo para salvarlo".

En este momento del punto de inflexión más devastador de la historia universal, muchos de los que debieran pensar como comandantes en jefe, más bien actúan como un montón de solicitantes de empleo llorones, que acaban de recibir la novedad de que es probable que perdieron el puesto. Veo en ellos a hombres y mujeres que prefieren lloriquear, como malos actores que acaban de fracasar en sus audiciones para conseguir el papel de Hamlet. Necesitamos un mejor liderato, un liderato político como el que el general Douglas MacArthur mostró en Inchon, por ejemplo.

Aparte de los gimoteos lastimeros de los llorones políticos de carrera y otros por una parte, la mañana del 3 de noviembre no terminó de determinar nada más en lo aboluto acerca de la historia mundial ni de los EU. En realidad, el presidente George W. Bush no ganó nada, sino un montón de problemas más allá de cualquier cosa que haya experimentado hasta la fecha.

Cada día que pasa, Faluya, por ejemplo, se parece más y más a Dien Bien Phu. El dólar cae; la crisis de la deuda del gobierno federal es mucho peor que cualquier cosa de 1994, mientras que los idiotas parlotean como los perdedores profesionales en que parecen haberse convertido: "la economía no fue el tema de la contienda electoral". La peor burbuja de valores hipotecarios de la historia está a punto de reventar. La burbuja de los derivados financieros de las materias primas está lista para estallar. Los efectos adicionales de la arremetida de otra expansión de la crisis en el llamado Oriente Medio podría elevar el precio del petróleo por encima de los 100 dólares el barril, y sacar del tablero a toda la región del "Oriente medio" por las próximas décadas. La arremetida del derrumbe de la economía estadounidense es peor que cualquier cosa que se haya experimentado, o siquiera imaginado durante el siglo 20.

Con la dudosa proclamación de la victoria de W por parte de los charlatanes usuales, hemos entrado a un período de las mayores oportunidades políticas en la historia, como los asesores militares prusianos del zar Alejandro I lo entendieron al momento en que el emperador de suyo condenado a la destrucción Napoleón Bonaparte acababa de prepararse para la ocupación de Moscú. Cuando leo la edición matutina del "Washington Post", por ejemplo, recuerdo al pobre despistado de Creso escuchando las novedades de la sacerdotisa charlatana de Delfos, y creyendo que que de veras le había garantizado una victoria.

Nada más de casi nada está resuelto, excepto que es probable que el Gobierno actual de Bush acaba de alcanzar la distinción de la victoria más desafortunada, momentánea, y más ilusoria de la historia de los EU a la fecha.

Entonces, ¿por qué todos esos recientes solicitantes de empleo para cargos en la Presidencia andan por ahí taciturnos, como abatidos solicitantes de empleo, al iniciar el momento de la intervención más importante en la conducción de los asuntos mundiales? Recuerdo como se sentía el presidente Abraham Lincoln antes de incorporar a Grant, Sherman y a Sheridan a la jugada. Aquí está la batalla más importante en la historia de los EU que necesita pelearse y ganarse de inmediato, y la lista de aspirantes al liderato que veo a mi alrededor, son como cobardes agarrándose en las sombras, esperando con cautela a ver "cómo sale todo".

En medio de todas las incertidumbres que veo sin duda ahora, estoy absolutamente seguro de un cosa. Lo que dan a entender los mentados "medios noticiosos" sobre la situación actual, no tiene ninguna semejanza con la realidad de lo que está a punto de irrumpir en el panorama, con toda probabilidad entre ahora y la Navidad, y con certeza antes del pretendido festín de Baltazar, también conocido como la próxima toma de posesión de enero. El infierno está a punto de desatarse, y hay círculos de gente poderosa en las sombras, dentro y fuera de los EUA, que lo saben, y que están preparándose para actuar de conformidad. No conozco todas las respuestas a mis interrogantes respecto a qué pretenden hacer algunos de estos fulanos, pero los veo preparándose sin duda, y entiendo cuál es la situación que los impulsa a prepararse para enfrentar lo que ya es una situación imposible tanto para los EUA como para el mundo en general.

Tengo muchas preguntas importantes que cualquier líder político competente de nuestra nación estaría haciéndose ahora. Todavía no tengo las respuestas a muchas de estas preguntas, pero aventajo por mucho a la mayoría de mis rivales políticos putativos, además del proverbial hombre de la calle tan desinformado, porque al menos yo tengo las preguntas apropiadas.

Viendo la demencia pura del malabarismo lunático de la campaña de W, su lunático bamboleo al enviar a infantes de marina y otros a morir por ningún propósito bueno en Faluya, sé que sólo los cobardes aterrorizados creen que algo importante quedó resuelto en realidad la mañana del 3 de noviembre. Si quieres ser el primero o, en el peor de los casos, el segundo en descubrir lo que está a punto de ocurrir, sigue sintonizando este canal. Lo que está por ocurrir quizás sea algo que la mayoría de ustedes nunca soñarían que fuera posible. Como solía decirse en China, y quizás en los estrechos de China, de nuevo, justo ahora, "vivimos tiempos interesantes".

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