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El desplome argentino es parte del "sistema político" del FMI
Senadores italianos: La solución de Argentina es el Nuevo Bretton Woods

4 de marzo (EIRNS)—Nueve miembros del Senado de Italia, entre ellos el ex primer ministro Giulio Andreotti, presentaron una moción el 27 de febrero, que plantea un nuevo sistema de Bretton Woods como la solución a la crisis de Argentina. La moción define el nuevo Bretton Woods en los términos que ha venido haciéndolo Lyndon LaRouche, el economista y precandidato presidencial estadounidense, desde que lanzó la propuesta en 1994.

Además de Andreotti, la moción fue auspiciada por los senadores Oskar Peterlini, Helga Thaler Ausserhofer, Alois Kofler, Mauro Betta, Renzo Michelini, Augusto Arduino Claudio Rollandin, Francesco Salzano y Giuseppe Ruvolo.

En su moción los senadores dicen que las crisis económicas que el mundo viene experimentando desde la llamada crisis de Asia en 1997, hasta la de Argentina hoy día, "no son una serie de casos aislados, sino expresiones de una crisis de todo el sistema financiero, que se caracteriza por la especulación financiera fuera de todo cauce".

Los senadores instan al gobierno del primer ministro Silvio Berlusconi a respaldar a Argentina en el restablecimiento de su soberanía económica, a apoyar una moratoria a la deuda, y a organizar apoyo para Argentina de la Unión Europea.

Los senadores culpan al Fondo Monetario Internacional de la situación, y proponen explícitamente algunas de las seis medidas concretas que LaRouche propuso el pasado 21 de diciembre para la reconstrucción económica de Argentina, medidas que, según los senadores, "varias fuerzas políticas, económicas, sociales y religiosas argentinas, han puesto sobre el tapete".

Las medidas que proponen los senadores italianos, son:

"1) Desacoplar al peso del dólar, sin devaluación ni dolarización en niguna forma, y el establecimiento de facto de una nueva moneda que no tenga obligaciones con el sistema imperante;

"2) medidas de control de cambios y de capitales, al estilo de las que protegían las monedas en la década de los 1950;

"3) la creación de un 'banco nacional' que emita nuevos créditos, a largo plazo y a tasas bajas de interés, para ampliar las inversiones productivas en la industria y la agricultura, particularmente en la mediana empresa;

"4) congelar toda la deuda externa y emprender una investigación en cuanto a la legitimidad de la deuda pendiente;

"5) crear un mecanismo de defensa en coordinación con otras naciones del continente, que también tienda hacia el establecimiento de un mercado común latinoamericano;

"6) reintroducir el principio inviolable de la soberanía nacional contra cualquier forma de ingerencia por parte de las estructuras supranacionales globalizadoras".

En cuanto a la crisis financiera internacional, los senadores instan al gobierno "a llevar a todos los niveles la exigencia de que se revisen las políticas y el papel del FMI; a considerar la posibilidad de convocar una nueva conferencia internacional a nivel de jefes de Estado y de gobierno como la que tuvo lugar en Bretton Woods en 1944, con el propósito de establecer un nuevo sistema monetario internacional".

La iniciativa de los senadores es parecida a la solicitud que le hicieran al gobierno, en una interpelación que presentaron el 4 de febrero, los diputados Marco Rizzo y Gabriella Pistone, de apoyar "el proceso de restablecer la soberanía nacional de Argentina en la definición de su política económica". Los diputados recalcaron que la crisis "no se limita" a la Argentina, y que "una solución duradera" para Argentina sólo puede darse en el marco de reorientar la economía hacia la producción, y la reorganización del sistema económico-financiero internacional.

El desplome argentino no puede achacársele solamente a la corrupción nacional, un fenómeno que desafortunadamente no sólo se presenta en Argentina, dijeron los diputados, sino que también es parte del "sistema político" del FMI, "que ha sido la principal fuente de la corrupción". Rizzo y Pistone también plantearon que sería útil que Italia propusiera convocar una conferencia como la de Bretton Woods, para establecer un nuevo sistema monetario internacional. Los diputados también le pidieron a Berlusconi, quien también ocupa la cartera de Relaciones Exteriores, "tomar todas las medidas necesarias para eliminar los mecanismos que condujeron a la creación de la burbuja especulativa —causa de este desplome financiero sistémico—, e iniciar programas para la recuperación de la economía mundial".

Desde que estalló la crisis argentina, los italianos han dado muestras de deseos genuinos de ayuda. Berlusconi externó su "apoyo al pueblo argentino" y prometió que Italia "no le hará faltar su apoyo al amigo pueblo argentino", según informes publicados por la prensa argentina el pasado 25 de diciembre, lo que se puso en práctica al descongelar Italia créditos comerciales para Argentina.

Pero aun desde antes, Italia, en parte por la influencia del Papa, pero también por la influencia de LaRouche, quien frecuentemente visita al país para reunirse con parlamentarios y otros dirigentes, había emprendido varias iniciativas a favor del Nuevo Bretton Woods, y para resolver la carga de la deuda que estrangula a los países en vías de desarrollo. En marzo del año pasado, 8 senadores del partido Centro Demócrata Cristiano, presentaron una resolución a favor de un Nuevo Bretton Woods. En el 2000, durante el Jubileo proclamado por el Papa, el Parlamento de Italia condonó unilateralmente más de 6 mil millones de dólares que le debía al país 62 naciones.

LaRouche planteó en agosto pasado, y en muchas otras ocasiones, que lo que se necesita es que dirigentes de otras partes del mundo, especialmente del llamado Tercer Mundo, se alíen con esos "parlamentarios en Italia que se han comprometido con la justicia, con la moratoria a la deuda para los países más pobres y con un Nuevo Bretton Woods".

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