18 de abril de 2024 (EIRNS) — La inferencia más amplia del ataque iraní a Israel con aviones no tripulados y misiles el 14 de abril —que fue lanzado en respuesta a la destrucción que llevó a cabo Israel el 1º de abril del consulado iraní en Damasco, Siria, y el asesinato de varios altos mandos militares iraníes— es un factor de cambio que ha llevado al mundo a un punto crítico. O aprovechamos este momento de máximo peligro para lograr una solución basada en el desarrollo y un cambio de paradigma para el sudoeste de Asia y el mundo, o nos enfrentamos a una rápida escalada de peligro de un Armagedón nuclear. La distribución más amplia e inmediata posible del vídeo y del informe escrito (por ahora en inglés) que resumen la histórica conferencia del Instituto Schiller sobre el Plan Oasis de LaRouche para el Sudoeste de Asia del sábado 13 de abril, es una contribución decisiva para configurar ese resultado por el Bien. 

Ese fue el principal mensaje, y órdenes de marcha, que emitió la fundadora del Instituto Schiller, Helga Zepp-LaRouche en su Diálogo semanal por internet del 17 de abril. 

"A veces las cosas tienen que ponerse realmente mal para que la gente esté dispuesta a considerar que es necesario un cambio", señaló Zepp-LaRouche. Se refirió a una serie de artículos de calificados analistas militares y de estrategia (como la entrevista del juez Andrew Napolitano con el ex diplomático británico Alastair Crooke; el artículo del ex inspector de armas de la ONU Scott Ritter del 14 de abril "Los misiles de abril"; y el análisis del coronel retirado del ejército Douglas Macgregor) que, "si se hace una evaluación conjunta de todos ellos, entonces está muy claro que... hemos llegado a un punto en el que Israel se enfrenta claramente a una situación en la que es necesario un cambio. El Plan Oasis en este momento le muestra a Israel una salida". 

Zepp-LaRouche prosiguió:"Israel no logró lo que se propuso. Hamás no está destruido. La reputación de Israel en todo el mundo está severamente dañada; prácticamente no tiene remedio. Tras la respuesta de Irán con 300 aviones no tripulados, misiles y misiles de crucero, está planteada una nueva situación. Scott Ritter, en particular, que después de todo fue inspector de armas y confío bastante en su juicio a este respecto, señala que [el despliegue inicial iraní de aviones no tripulados de movimiento lento] estaba destinado principalmente a hacer un mapeo de la defensa aérea de Israel, lo que él y otros afirman se cumplió a cabalidad. 

"Pero además, a pesar de que Estados Unidos, y quizá también el Reino Unido, e Israel, tenían los sistemas de defensa antimisiles más sofisticados en los alrededores de sus bases aéreas en el desierto del Néguev, tanto en las cercanías como también en barcos y posiblemente en aviones, no obstante nueve misiles iraníes pudieron penetrar esa defensa antimisiles e impactar en esas bases aéreas. Ritter señala que eso significa que todo el mito de los sistemas estadounidenses de defensa contra misiles balísticos está prácticamente arruinado. Porque si los iraníes pueden hacer eso, donde se tiene la defensa antimisiles estadounidense e israelí más desarrollada y sofisticada, entonces eso se puede replicar en cualquier parte. En ningún lugar del mundo estos sistemas son capaces de proteger lo que se supone que deben proteger, incluidos los buques estadounidenses en el Pacífico”. 

Zepp-LaRouche señaló que Estados Unidos, Rusia, China, Irán, y posiblemente otras naciones comprenden perfectamente que esto tiene enormes implicaciones estratégicas. 

"Douglas Macgregor, que después de todo también es un destacado experto militar, dice que existe el peligro de que Israel utilice armas nucleares en una próxima confrontación con Irán. Y, obviamente, eso significaría el Armagedón definitivo", agregó. 

"La alternativa", destacó Zepp-LaRouche, "es decir muy claramente: Vayamos hacia un paradigma completamente nuevo. Nosotros [en el Instituto Schiller] hemos propuesto un enfoque muy razonable: el Plan Oasis. Es la idea del desarrollo para todos, de que todas las partes tengan un futuro seguro", como se explicó detalladamente en la conferencia del 13 de abril. 

"Un Armagedón o el desarrollo pacífico, no hay una tercera vía", concluyó Zepp-LaRouche. "Hemos llegado al final del camino en ese sentido, y por eso creo que esta conferencia ha sido extremadamente importante y un éxito rotundo", y deberíamos difundirla de inmediato lo más ampliamente posible. 

Un enfoque idéntico debe aplicarse también a la guerra en Ucrania. Es precisamente en el momento de máximo peligro cuando surge la mayor oportunidad para hacer realidad un nuevo paradigma estratégico.