28 de marzo de 2024 (EIRNS) — El gobierno de Israel, como era de esperarse, se puso histérico por el informe titulado, "Anatomía de un genocidio" que presentó el 26 de marzo Francesca Albanese, Relatora Especial de la Situación de los Derechos Humanos en los Territorios Palestinos Ocupados desde 1967. Abanese leyó su informe ante el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra; afirmó que el asalto de Israel a Gaza "revela la intención de destruir físicamente a los palestinos como grupo", y concluyó que existen "motivos razonables para creer que se cumple el criterio que indica que Israel ha cometido genocidio". 

El diario The Times of Israel comenzó su reseña del 26 de marzo con la acusación de que Albanese tiene "un historial de comentarios antisemitas", aunque luego citó con precisión el informe que presentó, antes de publicar una serie de ataques israelíes contra ella. Los israelíes no están escatimando en insultos contra esta valiente abogada de derechos humanos que ha afirmado que las amenazas no la van a amedrentar. 

The Times of Israel  cita a un diplomático israelí de la misión diplomática de Israel en Ginebra que alega que el informe de Albanese "avergüenza" al Consejo de Derechos Humanos y la acusa de emprender una "campaña de deslegitimación de la propia creación y existencia del Estado de Israel". Dijo que Albanese ha dirigido una campaña "incesante" para "excusar y legitimar los atentados del 7 de octubre, descartando su naturaleza antisemita y desestimando cualquier prueba concreta de los actos de salvajismo que se perpetraron ese día". Su informe es una "obscena inversión de la realidad", denunció la misión. 

Israel ha acusado anteriormente a Albanese de antisemitismo y se ha mostrado muy crítico de su mandato, que comenzó en el 2022, según informó ayer el sitio web New Arab. En su conferencia de prensa en Ginebra, afirmó que, de hecho, había sufrido ataques desde el inicio de su mandato. "Sí recibo amenazas", informó, pero "nada que hasta ahora me haya llevado a considerar la necesidad de tomar mayores precauciones". Es evidente que Israel ha hecho todo lo posible por desenterrar información comprometedora sobre Albanese. The Times of Israel informó que ellos habían hecho su propia investigación en el 2022 para exponer el "historial de antisemitismo" de Albanese, acusándola de ser simpatizante de terroristas, que había comparado a los israelíes con los nazis, etc. 

Hace un mes, Israel le impuso a Albanese una prohibición de visado, porque había dicho que el ataque de Hamás el 7 de octubre no había sido un acto de antisemitismo. Ayer en su conferencia de prensa, Albanese repitió que no hay evidencia alguna que establezca que el ataque del 7 de octubre fue "empujado por el antisemitismo", sino más bien por la opresión impuesta a los palestinos por Israel. Claro que el ataque de Hamás debe condenarse, dijo, pero "no hay nada que justifique lo que Israel está haciendo". 

Las amenazas y presiones que ella ha recibido han dificultado las cosas, admitió, "pero no cambian ni mi compromiso ni los resultados de mi trabajo". Si abandona su cargo, dijo, no será por quienes la critican: "no será porque me vilipendien o me maltraten en el discurso público". Hoy anunció que tiene previsto investigar a continuación la "complicidad" de Estados Unidos, así como de otros países, en el genocidio cometido por Israel en Gaza.