28 de marzo de 2024 (EIRNS) — Alexander Bortnikov, jefe de la agencia de inteligencia nacional rusa, el FSB, indicó la posible implicación de Estados Unidos, Gran Bretaña y Ucrania en los actos terroristas en la sala de conciertos Crocus. Bortnikov afirmó que las acciones contra Crocus fueron "preparadas tanto por los propios islamistas radicales como, por supuesto, facilitadas por los servicios especiales occidentales, y los propios servicios especiales de Ucrania tienen una conexión directa con esto". 

¿Qué puede significar esto? Scott Ritter, ex inspector de armamento de la ONU, oficial de inteligencia del Cuerpo de Infantería de Marina de Estados Unidos y analista militar, en conversación con el juez Andrew Napolitano, en su programa de YouTube “Judging Freedom” del 26 de marzo, dijo: "En primer lugar, empecemos con la siguiente idea fundamental: que la inteligencia ucraniana, especialmente el GUR, su inteligencia militar, es una construcción total de la CIA y del MI6, de la inteligencia británica. Ha sido completamente renovado y reelaborado desde 2014. El New York Times publicó un artículo que toca este tema: la relación entre la CIA, el MI6 y el GUR desde 2014. No hay nada que ocurra en el GUR que no sea conocido, aprobado y coordinado con la CIA o el MI6. Así que tenemos que empezar con ese principio fundacional". 

Eso, sin embargo, no prueba nada en sí mismo. Ucrania se ha convertido en el lugar de residencia de muchos terroristas deseosos de luchar contra Rusia, así como de administradores del ISIS. Un individuo señalado en la reseña de la cadena rusa RT, es Rustam Azhiev, un checheno que había luchado en la guerra ruso-chechena, y luego huyó a Turquía. Después se trasladó a Siria, donde dirigió el grupo terrorista Ajnad Al-Kavkaz, que luchaba contra el Ejército Árabe Sirio y llevaba a cabo operaciones terroristas contra civiles. Cuando el ejército ruso y el ejército árabe sirio empezaron a liberar los territorios controlados por los terroristas, Azhiev y sus secuaces se dedicaron simplemente a la delincuencia organizada, los asesinatos por encargo y otras actividades similares. 

En 2022, los servicios de inteligencia ucranianos se pusieron en contacto con Azhiev a través de un intermediario, el comandante de campo Akhmed Zakayev. Azhiev participó en operaciones contra las fuerzas armadas rusas y recibió un pasaporte ucraniano. Este año, Azhiev y sus terroristas participaron en la reciente incursión contra la ciudad rusa de Belgorod, cerca de la frontera ucraniana, con el fin de desestabilizar la situación mientras los rusos se preparaban para las elecciones presidenciales entre el 15 y el 17 de marzo. 

Todo este asunto de las conexiones entre Ucrania y los "islamistas" se convirtió en tema de debate en la prensa europea a principios de este año. Se había planeado un atentado terrorista contra la catedral de San Esteban de Viena, probablemente durante las celebraciones navideñas, en el que estaba implicada una red tayika con base en Ucrania. En la mañana del 23 de diciembre de 2023, un ciudadano de Tayikistán de 28 años y su esposa fueron detenidos en uno de los refugios de Viena. Poco después, su cómplice también fue detenido en Alemania. Los terroristas planeaban atentar contra la catedral de San Esteban de Viena, llevando a cabo un tiroteo masivo de civiles y una explosión. Unos días antes había sido detenido en Eslovaquia un ciudadano de Tayikistán vinculado al IS, también con planes de llevar a cabo una acción en Europa. También había entrado en el país a través de la vecina Ucrania. 

La moraleja que debería haberse extraído hace 25 años, pero no se hizo, es que es sumamente estúpido, temerario,-o satánico, mantener, equipar, entrenar, financiar y desplegar a "islamistas Brzezinski" para incursiones en Rusia, o en cualquier otra parte del mundo, por ejemplo, en Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001. ¿Es la agencia que está detrás del ataque en Crocus, en última instancia, la misma que operó el 11-S, que llevó a las injustas y desastrosas guerras de Afganistán e Iraq? En la presente investigación, se debe tener el máximo cuidado, tanto para no sacar conclusiones precipitadas, como para no encubrir la verdad.