15 de mayo de 2024 (EIRNS) — El Presidente de Rusia, Vladímir Putin, pasará los días 16 y 17 de mayo en Pekín discutiendo estrategias con el Presidente de China, Xi Jinping. El Kremlin anunció ayer que ambos "tendrán una amplia conversación sobre toda la gama de cuestiones relativas a la asociación global y la cooperación estratégica entre Rusia y China". 

El nuevo embajador de China en la India, Xu Feihong, llegó a Nueva Delhi el 10 de mayo, después de que el puesto estuviera vacante durante 18 meses. Tras haber desempeñado el cargo de viceministro de Asuntos Exteriores de China y numerosos puestos diplomáticos, sin duda reúne las condiciones para un nombramiento de alto nivel. A su llegada, declaró: "El Presidente Xi y el Primer ministro Modi coinciden en la importante valoración de que China e India son socios en la cooperación y no competidores. Y han llegado a un importante entendimiento común de que nuestros dos países son mutuamente oportunidades de desarrollo y no amenazas. Esto debe servir como las directrices fundamentales para el crecimiento de las relaciones bilaterales”. Y concluyó: "Como dijo el Presidente Xi Jinping, si China e India hablan con una sola voz, el mundo entero escuchará. Si ambos países se dan la mano, el mundo entero prestará atención". 

Aunque aún no se han resuelto las fricciones fronterizas entre China e India, el Primer ministro de India, Narendra Modi, lo ha incluido en su agenda. Cabe destacar que China ha recuperado su posición como mayor socio comercial de India, superando a Estados Unidos. Es cuestión de especular cuánto tiempo podrá un Londres intrigante o un Washington chapucero mantener a India orientada hacia una confrontación geopolítica contra China. Por ejemplo, inmediatamente después de que India firmara un acuerdo de diez años con Irán sobre el desarrollo del puerto de Chabahar, el Departamento de Estado estadounidense intentó imponer su ley a Nueva Delhi, amenazando con imponerle sanciones por tratar con Irán. 

Mientras Estados Unidos siga siendo adicto a la mayor burbuja financiera de toda la historia, se encontrará, como solía describir Lyndon LaRouche, como el "gran gigante tonto con una correa británica". Hoy, el secretario de Defensa del Reino Unido, Grant Shapps (quizás fuera de sí por el rápido avance militar ruso, más de 100 kilómetros en 3 días, durante el fin de semana) no sólo informó a Ucrania que el Reino Unido nunca les permitiría un respiro de su completa destrucción a menos que conquistaran Rusia, sino que enfatizó que "es muy, muy importante que Estados Unidos siga el ejemplo del Reino Unido" en esto. De hecho, afirmó que, después de que Estados Unidos acabara de aportar $61.000 millones de dólares más para el esfuerzo, el hecho de que el Reino Unido aumentara su apuesta a menos de $4.000 millones de dólares les ponía en posición de presionar aún más a Estados Unidos. 

Dejando a un lado las matemáticas de Shapps, los jugadores más sofisticados del "Gran Juego" en Londres saben que se trata más de la manipulación cultural de los yanquis al otro lado del charco. Y, después de todo, ¿qué se puede pensar de la actuación de la repentina visita del secretario de Estado estadounidense a Kiev, mientras las tropas ucranianas están siendo derrotadas en el óblast de Járkov, en donde hasta algunos de los elementos neonazis más endurecidos y antirrusos de sus fuerzas se dan por vencidos? Blinken culminó su día de "reunir a las tropas" subiéndose al escenario de un bar subterráneo de Kiev, el Bar Diktat, con una guitarra y tratando de cantar "Rockin' to the Free World", evidentemente para mostrar por qué están luchando y muriendo los soldados: que la lucha hasta el final en Ucrania es por todo el mundo libre. El nivel de banalidad deja a uno sin palabras. 

Estados Unidos y todo el mundo occidental necesitan correr, no caminar, hacia una fuente de cultura, humanidad y optimismo: el "Plan Oasis" de LaRouche. Puedes estar seguro de que Putin y Xi no están canturreando "Rockin' to the Free World" esta semana.