14 de mayo de 2024 (EIRNS) — Frente a un mal sin precedentes —el genocidio que está ocurriendo en este momento en Gaza, transmitido por medios informáticos en tiempo real, sin que ningún gobierno transatlántico actúe para detenerlo— nosotros, el pueblo, tenemos que evocar en nosotros mismos, y luego poner en práctica, un bien sin precedentes. Ni el mundo en general, ni nosotros como individuos, podemos, o queremos, eludir la verdad de este momento. La concepción que tenemos de nosotros mismo está colocada en uno de los lados de la balanza. En el otro lado de la balanza se pesan las vidas de quienes una vez fueron 2 millones de personas en Gaza. Ahora, más de 350.000 personas se han visto obligadas a huir de Rafah, donde les habían dicho que estarían a salvo. Se cruzó la "línea roja" y no se hizo nada. Los palestinos se ven obligados a huir de nuevo, algunos por octava vez o más en ocho meses, ahora deben salir de Rafah, y ¿hacia dónde? y ¿qué les espera? 

Hasta el momento, nosotros, y el mundo entero, hemos sido puestos a prueba en la balanza y no hemos estado a la altura. 

Esta semana, la Organización LaRouche, el Instituto Schiller y la Coalición Internacional por la Paz, así como todas las personas de buena voluntad, deben ir más allá de los recursos disponibles, más allá de la influencia aparente y más allá de las palabras, para catalizar un cambio inmediato en los axiomas de pensamiento, y por tanto de comportamiento, de nuestros conciudadanos que ahora caminan sonámbulos hacia la Tercera Guerra Mundial. La puerta de entrada a esa guerra puede ser a través de Palestina, y algunos la están invitando. El desquiciado senador Lindsey Graham dijo el fin de semana que "cuando nos enfrentamos a la destrucción como nación después de Pearl Harbor, luchando contra los alemanes y los japoneses, decidimos poner fin a la guerra bombardeando Hiroshima y Nagasaki, con armas nucleares. Esa fue la decisión correcta… Así que, Israel, haz lo que tengas que hacer para sobrevivir como Estado judío. Lo que tengas que hacer". Nosotros, que aún estamos cuerdos, debemos encontrar la manera de hacer valer el mayor peso de nuestras capacidades, como personas y como naciones. ¿Cómo podemos hacer eso? 

La fundadora y dirigente del Instituto Schiller, Helga Zepp-LaRouche, señaló en su reunión informativa del lunes con sus asociados que la columnista Caitlin Johnstone había llamado la atención sobre los comentarios recientes de Alex Karp, director general de la agencia de vigilancia Palantir, sobre las manifestaciones de los estudiantes universitarios."Pensamos como que estas cosas que están sucediendo, en especial en todos los campus universitarios, son como un espectáculo secundario; no, esas cosas son el espectáculo. Porque si perdemos el debate intelectual, no podremos desplegar ningún ejército en Occidente, nunca más". Johnstone explicó: "Para quienes no lo sepan, Palantir es una empresa tecnológica de vigilancia y extracción de datos respaldada por la CIA que mantiene estrechos vínculos tanto con el cártel de inteligencia de Estados Unidos como con Israel, y desempeña un papel crucial, tanto en la extensa red de vigilancia del imperio estadounidense como en las atrocidades israelíes contra los palestinos". 

Palantir representa el componente de "inteligencia" de lo que el ex analista de la CIA y miembro de la Coalición Internacional por la Paz, Ray McGovern, denomina el "complejo militar-industrial- congresional-inteligencia-medios de comunicación-académico-grupo de expertos", o MICIMATT. Karp, que tiene un doctorado en teoría social (no en informática, ni ingeniería, ni matemáticas) de la Universidad Göethe de Fráncfort, escribió su tesis, "Agresión en el mundo de la vida", como "una reinterpretación 'sistemática' de La jerga de la autenticidad, de Theodor Adorno", según se informa en el artículo escrito por Moira Weigel, "Palantir va a la Escuela de Fráncfort". Adorno, uno de los fundadores de la Escuela de Fráncfort, no sólo fue uno de los fundadores fundamentales de la "teoría crítica", sino que desempeñó un papel decisivo, directamente en California, en la creación de la contracultura estadounidense posterior a la década de 1940, promoviendo las obras de Stravinsky y Arnold Schoenberg, además de componer la supuesta música cuyo propósito explícito era inducir enfermedades mentales. 

Si un multimillonario, especializado en tecnología de vigilancia que se utiliza para todo, desde la guerra cibernética hasta los asesinatos, cuya especialidad es aplicar La Jerga de la Autenticidad a la lucha de guerra cognitiva, dice a sus compañeros del "MICIMATT" que "tengan miedo, mucho miedo" del efecto moral irradiador de las movilizaciones que están llevando a cabo los estudiantes contra el genocidio en Gaza, probablemente sea una buena idea escucharle. Él te está diciendo que, aunque no lo sepas, tus acciones, por débiles que parezcan, están de hecho cambiando, no sólo la "narrativa", sino los axiomas de la creencia en toda la cultura transatlántica. De ese modo, nosotros, a través de una idea más elevada de humanidad, podemos destruir la "autenticidad" de las motivaciones de la sanguinaria máquina de guerra y, así, desmantelarla. Nosotros, el mundo, podemos ser una "Humanidad por la Paz". ¿Pueden los pueblos de la Anglosfera, como hicieron otros en noviembre de 1989 en Alemania, animarse a "atravesar el Muro de Berlín" de la maquinaria bélica de un billón de dólares? 

Este es el momento de intentarlo. "El supuesto básico para el nuevo paradigma es, que el hombre es fundamentalmente bueno y capaz de perfeccionar infinitamente la creatividad de su mente y la belleza de su alma, siendo la fuerza geológica más avanzada del universo, lo que demuestra que las leyes de la mente y las del universo físico están en correspondencia y cohesión, y que todo el mal es el resultado de una falta de desarrollo, y por lo tanto puede ser superado". El Décimo Principio de Helga Zepp-LaRouche, dentro de sus Diez Principios para una Nueva Arquitectura Internacional de Seguridad y Desarrollo, debidamente estudiado, comprendido y utilizado como base para dar el siguiente paso más allá de las protestas estudiantiles, es el trampolín moral que puede conectar las universidades y los institutos con la población en general. 

Las candidaturas electorales independientes de Diane Sare al Senado y José Vega al Congreso, en Nueva York, junto con la victoria de candidatos independientes como George Galloway en las elecciones parciales de Rochdale, Inglaterra, el 29 de febrero, son la inspiración adecuada, al igual que los estudiantes de Estados Unidos inspiraron a otros en todo el mundo. En el Sur Global, y en las 143 naciones que votaron a favor de dar cabida al Estado de Palestina en las Naciones Unidas, una decisión como ésta, tomada por los pueblos del imperio anglo-estadounidense en declive, sería bien recibida. Así que esta semana, con la reunión de la Coalición Internacional por la Paz de este viernes, y con nuestros esfuerzos en torno al Daily News Alert Service (Servicio de Alerta de EIR, en inglés), y el Servicio Alerta de EIR (en español) debemos hacer sonar la trompeta certera que llama a la humanidad, y no a los hombres-bestia, a luchar por la dignidad del hombre.