13 de mayo de 2024 (EIRNS) — Las naciones del mundo saben que la población de Gaza se está muriendo de hambre y por la exposición a la intemperie y enfermedades; pero en lugar de hacer que llegue rápidamente la ayuda necesaria, las fuerzas armadas de Israel la están bloqueando por completo en estos momentos toda posibilidad de ayuda. Saben que esos mismos seres humanos, mientras intentan sobrevivir sin alimentos, sin agua, sin combustible ni hospitales, están siendo bombardeados y tiroteados por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y obligados a marchar de un lugar supuestamente "seguro" a otro, mientras que la guerra se extiende por toda Gaza, de nuevo, entre las FD  las fuerzas de Hamás y la Yihad Islámica.

Es responsabilidad de todos nosotros detener ya este Auschwitz en Gaza y, en particular, de Estados Unidos, por razones que saltan a la vista. Estados Unidos debe cambiar su política de presentar tibias objeciones al genocidio y tiene que dejar de suministrar armas a Israel para que no siga perpetrando ese genocidio. Estados Unidos tiene que actuar para detener este genocidio, genocidio que ya ha llevado a media docena de países en desarrollo, Egipto el último de ellos, a recurrir a la Corte Internacional de Justicia en procura de órdenes para detenerlo, y a los que otros países están dispuestos a sumarse.

Los ciudadanos de Estados Unidos deben actuar para impedir que este nuevo Auschwitz en Gaza asesine a cientos de miles de personas más en las próximas semanas y meses.

El Presidente Joe Biden, presionado por los jóvenes estadounidenses universitarios y de bachillerato, por los votantes árabes-estadounidenses e irlandeses-estadounidenses, y por otras personas necesarias para la reelección, ha intentado una patética oferta de "ofrecer una zanahoria" a Israel, y una diplomacia engañosa, para conseguir la promesa del gobierno de Israel de no enviar a sus tropas a Rafah, la última ciudad que queda en pie en Gaza. Este mezquino esfuerzo corrupto no ha funcionado. Ahora es preciso que los ciudadanos estadounidenses se movilicen y actúen de todas las formas posibles para forzar un verdadero cambio de 180 grados en la política de Estados Unidos encaminada a las guerras y masacres coloniales sin fin.

Helga Zepp-LaRouche ha dejado en claro en repetidas ocasiones, incluso en una decisiva reunión de la Coalición Internacional por la Paz que se llevó a cabo el 10 de mayo, el modo rápido y eficaz en que Estados Unidos y las naciones de Europa pueden hacerlo:

Retirar el apoyo armamentístico y acercarse al grupo de naciones del BRICS, como China, Egipto e Irán, y a Israel, para anunciar y convocar una conferencia de paz en el Sudoeste de Asia, que se iniciaría con un cese al fuego en Palestina, y se basaría en el desarrollo económico de la región, reverdeciendo el gran desierto mundial desde el Norte de África hasta Asia Oriental, para reconstruir Gaza. El modelo que abarca el Sudoeste de Asia es el "Plan Oasis" de LaRouche.

Esa idea de un cambio total de la política de Estados Unidos, como acción inmediata, debería motivarnos para detener el genocidio que se cierne sobre 2 millones de seres humanos palestinos en Gaza.