17 de mayo de 2024 (EIRNS) — La 33ª Cumbre de la Liga Árabe que se llevó a cabo el 16 de mayo en Baréin, acordaron un plan conjunto para el año que aboga por el fin de la guerra de Israel en Gaza y por una solución de dos Estados, el cual quedó plasmado en la Declaración de Baréin que emitieron los 22 países miembros de la Liga Árabe. 

Previo a que se conociera la Declaración oficial, el diario egipcio Ahram Online, había informado de manera extraoficial que los paíeses árabes exigirían de la ONU el despliegue de fuerzas internacionales de protección y de mantenimiento de la paz dependientes de las Naciones Unidas en los territorios palestinos ocupados hasta que se aplique la solución de los dos Estados. La declaración pide al Consejo de Seguridad de la ONU que tome medidas claras para aplicar la solución de los dos Estados. También insta a "fijar un calendario" para el proceso político y las negociaciones y a tomar medidas claras para aplicar esta solución. 

Una medida como esta sería precedida por una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU) en virtud del Capítulo VII, que establecería entonces un Estado de Palestina viable y contiguo a las fronteras anteriores al 4 de junio de 1967, con capital en Jerusalén Este, y pondría fin a toda ocupación de su territorio.

La resolución hace hincapié "en la necesidad de detener inmediatamente la agresión israelí sobre la Franja de Gaza, la retirada de las fuerzas de ocupación israelíes de todas las zonas de la Franja, el levantamiento del asedio impuesto sobre ella, la eliminación de todos los obstáculos y la apertura de todos los pasos fronterizos para la entrada de ayuda humanitaria adecuada en toda ella, y permitir que las organizaciones de las Naciones Unidas, especialmente el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas (UNRWA), puedan operar, y proporcionarles apoyo financiero para que puedan llevar a cabo sus responsabilidades con libertad y seguridad... Pedimos medidas urgentes para un alto al fuego inmediato y permanente, el fin de la agresión en la Franja de Gaza, la protección de los civiles y la liberación de rehenes y detenidos".  

La declaración responsabiliza a Israel de la destrucción de ciudades e infraestructura civil en la Franja de Gaza y subraya su "rechazo categórico a todo intento de desplazar por la fuerza a los palestinos de sus tierras en la Franja de Gaza y Cisjordania, incluido Jerusalén Este". Asimismo, más adelante reiteran su "total y firme rechazo a cualquier apoyo a grupos armados o milicias que operen al margen de la soberanía de los Estados y persigan o apliquen agendas extranjeras que contradigan los intereses supremos de los Estados árabes, al tiempo que subrayamos la solidaridad con todos los países árabes en la defensa de su soberanía e integridad territorial y la protección de sus instituciones nacionales frente a cualquier intento externo de atacar, imponer influencia, socavar la soberanía o perjudicar los intereses árabes".