6 de mayo de 2024 (EIRNS) — El partidario más liberal del Presidente Joe Biden, el senador independiente de Vermont, Bernie Sanders, advirtió la semana pasada que Biden puede convertirse en "otro LBJ” (Lyndon B. Johnson), obligado a no presentarse a un segundo mandato por su política de guerra. Biden está armando y alentando a Israel en una brutal guerra colonialista sustituta contra Palestina, que se ha convertido en un genocidio y ha puesto a la juventud estadounidense en su contra, después de que él invirtiera cientos de miles de millones en la "guerra de Ucrania" de la OTAN contra Rusia. 

Estados Unidos y Alemania son los dos "guerreros" de la campaña de guerra global de la OTAN contra las naciones en desarrollo. Las políticas belicistas de los dos no se pueden sostener sin provocar un colapso de los bancos y los mercados financieros o una guerra mundial contra Rusia y China. Alemania se está destruyendo a sí misma mediante una rápida desindustrialización y la represión de la oposición a las guerras. Pero el gobierno de Biden está provocando la desaparición económica de Occidente en su conjunto. 

Desde su toma de posesión, este gobierno ha impulsado una confrontación militar de la OTAN con Rusia. Ha emitido oleadas sin precedentes de deuda federal impagable que sigue aumentando, no sólo para pagar las guerras de la OTAN global, sino para financiar su propia guerra económica implacable contra China. El equipo de Biden pretendía arruinar la principal economía productora en el mundo en la que se ha convertido China, y frenar su imparable progreso tecnológico y su extensión contra la pobreza en las naciones en desarrollo. 

Pretendía que la carnicería perpetrada por Israel en Palestina desintegrara al grupo de naciones del BRICS, que volviera a las naciones árabes del BRICS unas contra otras, volviera a los árabes del BRICS contra el Irán también miembro del BRICS, que obligara a Arabia Saudita a firmar un tratado con Israel en contra de Irán como "el premio" por no detener el exterminio de los palestinos que pretende Israel. 

Pero lo que el gobierno de Biden está cosechando más  bien es un mercado de los títulos del Tesoro de Estados Unidos hinchado y manejado por los especuladores que se encamina hacia la iliquidez y una crisis financiera general. Como lo caracterizó la agencia Bloomberg News en un artículo publicado el 1 de mayo: "Cuando los operadores del mercado de títulos del Tesoro de Estados Unidos, un mercado de unos $27 billones de dólares, tienen problemas para operar, es motivo de una preocupación mucho mayor. Los indicadores de liquidez han alcanzado niveles de crisis... lo que aumenta la preocupación por la fragilidad implícita en el funcionamiento de un mercado que es un pilar esencial del sistema financiero mundial. Esa es una de las razones por las que, por primera vez en más de dos décadas, el [Departamento del] Tesoro dice que empezará a recomprar regularmente sus bonos a partir del 29 de mayo. Su objetivo es estabilizar la situación y ganar tiempo para que los responsables de formular la política apliquen soluciones más permanentes”. 

Pero la única "solución permanente" genuina es la pacificación y el desarrollo económico mutuo; es el crédito a bajas tasas de interés para que Estados Unidos participe con las naciones del BRICS en el desarrollo económico, exportando bienes de capital para proyectos como el del "Plan Oasis" para el Sudoeste de Asia. 

Los ciudadanos de Estados Unidos deberían estar buscando  líderes ahora, en aquellos candidatos, activistas y organizaciones que se oponen a las guerras continuas en las que el país está involucrado, y proponen principios para construir una nueva arquitectura estratégica y de desarrollo con los países en vías de desarrollo, que son los objetivos constantes de esas guerras. 

Líderes de este tipo son, los candidatos independientes larouchistas, Diane Sare, que hace campaña para el Senado de Estados Unidos por el estado de Nueva York, y José Vega, que se presenta para el Congreso de Estados Unidos por el distrito 15 del Bronx contra Ritchie Torres, un belicista y represor de los derechos de libertad de expresión de quienes se oponen a la guerra. También lo son, cada vez más, sus colaboradores de campaña. Los estudiantes que protestan contra el apoyo del gobierno de Estados Unidos al genocidio en Gaza, están aprendiendo sobre liderazgo mientras el Congreso y el Presidente intentan destrozar la Primera Enmienda para reprimirlos. El liderazgo en esta crisis nacional no vendrá de arriba, de un gobierno y un Congreso belicistas, sino de estas movilizaciones de campaña.